El mercado bursátil presta notable atención al nivel de confianza de los consumidores, pues de su ánimo comprador dependen dos tercios de la actividad en este país y puede influir de manera sustancial en los beneficios de las empresas.
También se conoció que el precio de la vivienda en las 20 mayores áreas metropolitanas de EE.UU. descendió un 0,2% en diciembre respecto a noviembre, excluidos factores estacionales, aunque el descenso anual, del 3,1%, es inferior al de los dos meses anteriores.
Por esa divisa europea se pagaban 1,35 dólares al cierre del mercado bursátil, un centavo de dólar menos que el día anterior.
Los sectores de empresas de equipamiento y maquinaria y el industrial perdieron en torno al 1,7%, en tanto que el financiero y el tecnológico retrocedieron alrededor del 1,5%, entre otros.
Las acciones de Alcoa (-2,66%) y de American Express (-2,57%) lideraron el grupo mayoritario de empresas en el Dow Jones que se negociaron a la baja y también registraron pérdidas destacables el banco JPMorgan Chase (-2,37%), además de la empresa de maquinaria pesada Caterpillar y de la tecnológica Intel, cuyas acciones se depreciaron en torno al 2,3%.
Tan sólo tres componentes de ese índice lograron terminar la sesión en territorio positivo y el mayor avance lo consiguió la cadena de tiendas para reformas en el hogar Home Depot (1,42%).
Esa compañía presentó este martes resultados más favorables de lo que esperaban los analistas y que reflejaron un alza del 17,7% en su beneficio en el ejercicio de 2009.
En el último trimestre (noviembre-enero) consiguió una ganancia de 342 millones de dólares (20 centavos por acción), frente a una pérdida de 54 millones (3 centavos) en igual periodo del año anterior.
También se revalorizaron las acciones del grupo alimentario Kraft Foods (0,62%) y de McDonald´s (0,15%).
Fuera del Dow Jones, los títulos de la compañía japonesa de automóviles Toyota que se negocian en la Bolsa neoyorquina bajaron el 1,89%, lo que coincidió con la comparecencia del presidente de ventas en EE.UU., James Lentz, ante un subcomité del Congreso.
Allí Lentz reconoció que la empresa no había cumplido en meses recientes con las máximas normas de calidad que sus clientes esperan.
La deuda pública estadounidense a diez años subía de precio y ofrecía una rentabilidad del 3,68%.