Muchas entidades aun no tiene actualizadas las valoraciones de su exposición al ladrillo y en sus balances siguen registrando cifras que no se ajustan a los valores reales de la inversión, por obligación deben hacerlo, pero lo van realizando en la medida que sus cuentas de resultados pueden absorber las minusvalías.
No puede entenderse la pasividad del Banco de España con la información de que dispone, ellos deberían de ser los primeros en detectar anomalías, porque realizan una supervisión continuada y permanente. Y en el caso que los detecten no obligan a su regularización inmediata, y alargan la solución al problema. Este se convierte en un monstruo cada vez mas imposible de regularizar, por los propios medios de la entidad.
Según se comenta la situación del Banco de Valencia estaría plagada de irregularidades contables y ello explicaría que no se pudiera vender anteriormente, los sistemas de control fallaron estrepitosamente, la auditoría interna parece que no existió o no realizaba sus funciones como debería de haberlo hecho, el Banco de España tampoco detectó nada y el auditor tampoco encontró nada digno de reseñar. Al final los accionistas encuentran un valor que sus balances están plagados de incertezas, que no llegan a ser la imagen fiel que deben de ser del estado de las cuentas de la sociedad.
La responsabilidad es de todos los intervinientes en este estado de cosas y no puede ser que se sigan saliendo todos de la situación sin apenas un rasguño, acostumbrémonos a declarar la realidad de la cosas. Cuanto más tardemos en aflorar un problema más importante se hace y a la vez mas difícil de resolver.
Los accionistas, en este caso del Banco de Valencia, deben pedir responsabilidades a sus gestores, porque han sido engañados por los mismos al presentar unas cuentas que no se ajustaban a la realidad y por derivación, a los auditores que eran los encargados de dar veracidad a los datos presentados al Banco de España. Deben de ser otros quienes les exijan su responsabilidad en todo lo que esta pasando.
Rafael Montava Molina
Consultor de empresas