Sin embargo, las autoridades sorprendieron a los mercados financieros al anunciar, tras su reunión de política monetaria del mes pasado, un programa de US$300.000 millones para comprar valores del Tesoro de largo plazo durante seis meses, además de incrementar el monto de los programas existentes de compra de valores relacionados con hipotecas en una suma combinada de US$850.000 millones a US$1,45 billones.
Aunque los rumores sobre un programa de ese tipo habían circulado en los mercados financieros durante meses, los altos funcionarios del banco central habían mostrado poco entusiasmo hacia la idea en las semanas previas a su reunión de marzo. Los miembros de la Fed "concordaron en que unas compras significativas adicionales de activos de mayor plazo elegibles para las operaciones de mercado abierto serían apropiadas", se señaló en las actas del 18 de marzo. Sin embargo, "los miembros expresaron diversas opiniones sobre el tamaño preferido del incremento en las compras", según las minutas, a medida que varios funcionarios abogaban por un incremento "muy sustancial" para combatir el deterioro de la economía y otros preferían "un aumento más modesto", aunque aún significativo en las compras de activos".
Si bien, varios funcionarios destacaron "señales tentativas de estabilización" en los gastos, otros expresaron preocupación ante la posibilidad de que el desempleo y el descenso en el patrimonio den lugar a un aumento en el ahorro, lo que frenaría el consumo. Por otra parte, "los participantes no interpretaron el aumento en los inicios de construcción de viviendas de febrero como el inicio de una nueva tendencia, aunque algunos señalaron que sólo hay un ámbito limitado para que la actividad inmobiliaria descienda más", según las minutas.
Las actas también sugieren que las autoridades estaban divididas sobre el momento en que se producirá la recuperación y su duración. Algunos consideraron que "la elasticidad natural" de la economía se "volvería evidente" posteriormente en el año. Otros, por el contrario, "creen que la recuperación se retrasará y podría ser débil", de acuerdo con las minutas, debido a nuevos incrementos en la tasa de ahorro y las tensiones actuales en los mercados financieros. Los miembros de la Fed esperan que la inflación siga siendo moderada, y algunos continúan observando un riesgo de deflación, se señaló en las actas.