En un profundo informe publicado esta misma semana, los analistas de Deutsche Bank aseguran que los periodos con un mayor número de crisis en la historia han coincidido con momentos de un nivel elevado de deuda y altos déficits de los países. Y el nivel de endeudamiento de los países del G7 solo ha sido más alto que el actual antes de la segunda guerra mundial y a principios de la década de los 70 en el siglo anterior.  “Los periodos de déficits permanentes solo han existido antes en periodos de guerra y ahora son algo habitual y permanente”, afirman en Deutsche Bank.

En su opinión, que en las últimas décadas se hayan producido más crisis que en épocas pasadas tiene que ver con la entrada de un nuevo régimen económico en el que se acabó con el patrón oro.  En agosto de 1971 el presidente estadounidense Nixon acabó con la convertibilidad del dólar en oro para devaluarlo y mejorar sus exportaciones en plena guerra con Vietnam.

Explican en la firma que desde los setenta se han producido crisis como la bancaria en Reino Unido (1975), las crisis del petróleo (años 70), numerosos defaults en países emergentes (años 80), la crisis de ahorros y préstamos en EEUU (finales de los 80 y principios de los 90).

En este informe, los expertos de Deutsche Bank afirman que este cambio ha provocado que nos adentráramos en un “régimen de altos déficits fiscales, aumento de la deuda, y políticas monetarias ultra laxas, desregulación financiera y mercados más inestables”, explican. Aseguran que “en un mundo dirigido por el patrón oro, la extracción de nuevo ero era la única forma que tenía el mundo de incrementar la oferta de dinero” y ahora los países solo tienen que imprimir más.

Es más, estos economistas consideran que la frecuencia de los shocks financieros se ha incrementado en gran medida por los altos niveles de deuda en relación al PIB en muchos países desarrollados. Comentan que desde 1969, salvo en el período 1998-2001, EEUU ha tenido déficit cada año. Lo mismo ha ocurrido en Reino Unido, donde el plan para cuadrar las cuentas para el año 2025 o 2027 (aún por determinar) provocará que haya déficit durante 24 o 26 años consecutivos.

 

En Deutsche alertan que el mundo se encontrará con otra crisis financiera muy pronto y la sucesión de shocks seguirá siendo muy alta hasta que creemos un contexto financiero más estable.  En el informe señalan que “el crecimiento exponencial y la liberalización han potenciado en gran medida esta tendencia. Aunque vivimos en un mundo con una volatilidad extremadamente baja, el actual es un período especialmente vulnerable a las crisis”.

 

 

Pero, ¿quiénes podrían ser los protagonistas de las próximas?

En el informe apuntan que  China, Japón e Italia pueden ser los países donde se desencadenen las próximas crisis.

De Italia destacan como puntos débiles su frágil sistema bancario, que a pesar de los últimos intentos no ha logrado desembarazarse de su alta deuda. Por otro lado, en las últimas décadas ha demostrado incapacidad para crecer con fuerza y no creen que las próximas elecciones vayan a dar lugar a una coalición que permita a este país formar un gobierno que pueda poner en marcha unas políticas que deriven en alto crecimiento.  Además, el nivel de endeudamiento sigue siendo el más elevado de Europa (120% del PIB), solo detrás de Grecia.

China: De china destacan que durante muchos se ha señalado como el origen de la próxima crisis por su alto nivel de endeudamiento y algunos desequilibrios como una posible burbuja en el sector inmobiliario o la rápida expansión del crecimiento del crédito a los hogares.

 

 

Japón: en cuanto al país asiático, los expertos de la firma apuntan que “el país sigue enfrentándose al reto de gestionar grandes déficits, enormes QEs y el mayor ratio de deuda pública del mundo desarrollado en un mundo en el que la población está cayendo y envejeciendo con un número cada vez menor de trabajadores para pagar las facturas y cada vez más población mayor a la que hay que apoyar.