Presión para ganar
La presión de los aficionados para ganar juegos ha hecho que los equipos gasten más de lo que pueden en jugadores desde los años noventa, según José María Gay, profesor de la Universidad de Barcelona que dirigió la investigación.
Hasta junio de 2009 el Valencia, seis veces campeón de España, debía 552,9 millones de euros a entidades prestamistas, otros equipos y las autoridades fiscales, más de seis veces su ingreso anual, según el último informe de sus cuentas. El Atlético de Madrid tenía una deuda de 511 millones de euros, según la investigación de Gay. No obstante, el equipo sigue dispuesto a gastar en el mercado de transferencias.
El 30 agosto, el “Atletic” hizo una oferta de 11 millones de euros al Galatasaray por el mediocampista Arda Turan, según la copia de un fax colgada en la página web del equipo turco. El Galatasaray rechazó la oferta.
“Es una locura, pero no es algo que preocupe a la afición”, dijo Juan Carlos Prieto, conductor de autobús que dirige un club de fanes del Atlético en Patones, cerca de Madrid. “Solo nos importa si ganamos o no”.
Los directores de los equipos de fútbol son los principales culpables del endeudamiento, dijo Antonio Martín, director de un curso de Administración Deportiva en la escuela de negocios del Instituto de Empresa en Madrid. Las deudas fiscales combinadas son de hasta 10 veces las del fútbol inglés.
“Algunos directivos no han dirigido los equipos de fútbol con el mismo rigor que administran sus propias empresas”, dijo Martín.
El Gobierno también ha contribuido a la “burbuja” de deuda del fútbol al ser demasiado indulgente con los equipos, ya que les permite liquidar impuestos atrasados en pagos diferidos en el transcurso de varios años, dijo Jorquera. Conforme a una ley de 1990, el Gobierno es el principal regulador de este deporte a nivel nacional.
“Es políticamente costoso interferir en el mundo del fútbol”, dijo Jorquera. “Nadie quiere hacer que un equipo de fútbol quiebre”.