‘Se habla mucho de la deuda griega, pero muy poco de otro default oculto’, comentaba Lorenzo Dávila, jefe del Departamento de Investigación del IEB, en referencia a los procesos concursales. Y es que los datos cantan. A lo largo de 2011 –y aún falta un trecho para comernos las uvas- 5.000 empresas han echado el cierre en España sobre un parque empresarial superior a los tres millones. La estimación para cierre de año es que este número alcance a las 7.000. En países como Francia asciende hasta las 50.000 empresas, mientras que en Alemania rondan las 30.000, es decir, hasta diez y siete veces superior a España.
A raíz de esto, asegura Dávila, ‘las entidades financieras tienen que crear departamentos específicos de reestructuración de deudas’, lo que da lugar a ‘un tapón, un embudo’ para obtener financiación y para ejemplo, un botón: Loterías y Apuestas del Estado. Hasta 70 OPVs fracasadas este año y que podían haber sido más teniendo en cuenta el retraso de Banca Cívica y Bankia para salir a Bolsa y que se libraron casi de milagro, aceptando un irrisorio valor en libros.
La morosidad bancaria superará el 9%
La referencia es la crisis de los años 90 en nuestro país. Por aquel entonces, ‘la mora alcanzó el 9%, pero esta crisis es mucho peor que la de hace veinte años’,
Con datos del mes de julio –los últimos disponibles- elaborados por el Banco de España, la tasa de morosidad de la banca ascendía hasta el 6,94%, sin distinción entre bancos y cajas por aquello de no dar nombres y también por aquello de no hacer saltar las alarmas. Las cajas, por su parte, parecen haber resuelto su situación después de meses de bandazos. Han encontrado en los brazos del FROB su lugar de calma, a pesar de los constantes intentos del Gobierno por negar la evidencia.
Fue ayer cuando la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, reconocía que el Estado pagará parte de este proceso de recapitalización de las cajas de ahorro, tales como la CAM, Unnim o Novacaixagalicia. ‘El Estado va a tener que asumir una cantidad importante y de la evolución de la economía dependerá de cómo se vendan las carteras’, asegura Dávila. ‘Ahora mismo muchas carteras no se están vendiendo porque hay que pagar para venderlas’. De momento, los datos oficiales recogen un gasto por parte del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria de 17.000 millones de euros.