Red Eléctrica es uno de los valores que tienen en la cartera modelo de Ahorro Corporación. ¿Por qué son tan positivos con esta compañía?

Porque es una opción defensiva en un entorno en el que la tasa libre de riesgo está en torno al 2%. Además, REE ofrece una rentabilidad del 4,1%, que procede de unos cash flow sin riesgo regulatorio, tiene una situación financiera bastante sólida, con unos crecimientos futuros del 7% del BPA para los próximos años.

Algunas energéticas españolas tienen muchos intereses e importantes contratos con la Administración… ¿algunas pueden verse penalizadas por el nuevo mapa político?
La parte regulatoria del déficit de tarifa ha quedado solucionado y parece que este año podremos acabar con este hándicap. Lo que se está viendo es que partidos más de izquierdas, como Podemos serían partidarios de fomentar las energías renovables y habría que ver cómo se financia, y también habría que ver el tema de las renovables. En cambio, si vemos Gobiernos como el actual, el riesgo regulatorio es más bien bajo.

En el tema regulatorio, ¿cómo se podrían ver afectadas las compañías con parte de su negocio en renovables, como Endesa?
Endesa ya se ha convertido en lo que buscaba Enel, con poco riesgo geográfico, centrada en España y Portugal, generadora de caja, cash flow predecibles, rentabilidad por dividendo elevada, payout del 100%... así que, el riesgo regulatorio lo veo más por el tema de las energías tradicionales, como la energía nuclear, que por el tema renovable, que tiene menor exposición. No obstante, parece que hay un creciente interés extranjero por entrar en renovables porque el marco regulatorio se ha clarificado y el riesgo no debe ser muy importante.

¿Endesa es más una apuesta por dividendo o por fundamentales?

El equity story más relevante en Endesa es por el dividendo. El crecimiento va a ser moderado, del 1,7%, la estrategia a largo plazo es de reducir costes y sinergias, por lo que es una historia de no crecimiento y de sí generar caja

¿Cómo han quedado Enagás y Gas Natural tras el cambio regulatorio en la industria gasista?
El déficit del gas era muy inferior al eléctrico, por lo que se partía de una situación más cómoda. La compañía más perjudicada en principio ha sido Enagás, aunque no va a impactar en las cuentas porque implementará una serie de medidas de ahorro de costes, mejores eficiencias, diversificación internacional, menos amortizaciones… y el dividendo se va a mantener sin variación.

Gas Natural no está tan afectada porque está más diversificada a nivel geográfico y de negocio, pero califica también en mercado en España.

¿Qué drivers de futuro presenta Iberdrola?
Puede dar sorpresas positivas de cara a la actividad M&A (fusiones y adquisiciones), después de que haya normalizado la deuda. Además, en los últimos dos trimestres a nivel de actividad, han sido positivos, con efecto positivo de la divisa y con crecimientos. Lo ha hecho muy bien este año y creemos que lo seguirá haciendo bien.

En cuanto a los movimientos corporativos, parece que a principios de año se calentó el sector petrolífero y se llegó a rumorear con que Repsol podría ser opada. ¿Considera factible un movimiento así?
La compra de Talisman por Repsol le ha dado un tamaño considerable para evitar una OPA hostil. De hecho, Repsol quiere incluso reducir su tamaño, además, está más equilibrada en upstream y downstream y está en consolidación y revisión de activos. Considero que parte del crecimiento futuro está un poco anticipado y queda esperar a que recupere algo el precio del crudo y que se siga beneficiando de la situación competitiva en downstream, especialmente.

¿Cuánto le puede beneficiar a Repsol que el petróleo, aparentemente, haya hecho suelo?
Repsol se ve menos perjudicada por la caída del precio del petróleo que otras petroleras gracias a la parte del downstream, que es muy rentable y muy eficiente y donde los márgenes se han disparado con un efecto positivo de la divisa. Ahora bien, también cuando el precio del crudo suba, Repsol también se verá beneficiado en un segundo escalón.

Además, Repsol, con la adquisición de Talisman, también se convierte en un jugador más en el fracking. ¿Cómo está posicionado en este negocio?
Todos los activos de Repsol se van a revisar y, los que no cumplan con las previsiones, se van a vender, ya que tras la compra de Talisman su deuda se ha elevado y tiene que reducirla sin tocar el dividendo, el cual, es muy bueno. La idea es tener un portfolio de upstream en países más de la OCDE para evitar los problemas del pasado. El tema del fracking lo siguen de cerca, pero no creemos que se vaya a convertir en un especialista.

Las utilities son una fuente de dividendo. En este sentido, ¿por qué valores apostaría?
La rentabilidad media del sector eléctrico en España está en el 4,5% y nosotros preferimos compañías que, aunque no estén por encima de ese porcentaje, pero que paguen el dividendo en caja, no en acciones, y que tengan gran visibilidad del dividendo. En ese sentido, nuestras opciones preferidas Enagás y Red Eléctrica.