Es más, el equipo de estrategia de Goldman Sachs sigue dando un precio objetivo al S&P 500 de 2.100 puntos, lo que apenas le daría un potencial al selectivo americano de un 2,7% hasta diciembre.
Sin embargo en la firma consideran que los meses que quedan hasta alcanzar el final del ejercicio van a estar jalonados de nuevos episodios de volatilidad.


En una reciente nota explican que “una nueva caída en los próximos meses podría hacer que el S&P 500 caiga entre un 5 y un 10% para alcanzar niveles de entre 1.850 y 1.950 puntos”, escriben estos analistas.

En su opinión, la valoración de la bolsa estadounidense, si se mete en PER está muy cara con respecto a su media histórica y a otros mercados en el mundo.

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En la firma apuntan que los inversores no han demostrado mucho apetito de bolsa americana durante el primer trimestre del año. “Incluso aunque el S&P 500 ha rebotado desde sus mínimos de febrero de este año, los institucionales y hedge funds, las posiciones de los futuros siguen siendo cortas”, dicen en la firma.

Con todo, parece que esa situación ha cambiado mucho en las últimas semanas. Explican que “desde finales de marzo, los analistas han comprado futuros por un valor de 23.000 millones de dólares, lo que ha elevado el sentimiento, aunque a niveles menos alcistas que los que existían a mediados del invierno”, apuntan.

Por si fuera poco, los inversores se mueven todavía entre temores relacionados con la dirección que podría tomar la Reserva Federal en su proceso de normalización de la política monetaria.  En la firma consideran que existen más posibilidades de una sorpresa hawkish –es decir, una subida- que de una dovish.

No hay que olvidar tampoco que estamos en año electoral y que eso supone también una preocupación y un factor de influencia en los mercados. Aseguran que “las elecciones son ahora parte de nuestras conversaciones con los clientes.  La historia muestra que durante un año típico de elecciones presidenciales, el S&P 500 siempre se mantiene en rango hasta noviembre”.

Los analistas creen que en este entorno sería una buena idea usar opciones para capitalizar las bajas probabilidades que el mercado le está dando a un sell-off. En su opinión “la situación sugiere vender en mayo o comprar protección. Recomendamos vender en subidas para financiarnos la protección en el mercado de opciones”.
 
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