En concreto, el activista se ha deshecho de la totalidad de sus paquetes accionariales en quince compañías de enero a marzo. Operaciones valoradas, según el WSJ. Ya era conocido que Icahn había vendido toda su posición en Apple después de tres años en su accionariado y haber conseguido doblegar a la dirección del fabricante de Apple para que consiguieran hacer frente a su empeño de incrementar su programa de retribución y de recompra de acciones.
El inversor, que tenía alrededor de un 3% del capital de la compañía salió con unas plusvalías de unos 2.000 millones de dólares. El millonario decidió tomar esta decisión por la exposición de las ventas de la empresa a China. Con todo, después de su salida explicó que volvería a entrar en el capital de la empresa cuando se estabilizara la situación del país asiático.
Una posición totalmente opuesta a la que ha tomado Warren Buffett que ha decidido entrar en el capital de la empresa que fundó Steve Jobs.
Icahn ya ha avisado en más de una ocasión que cree que el mercado americano está a punto de experimentar otro crash, ya que considera que la bolsa está sobrecalentada por la política de bajos tipos de interés y el QE de los bancos centrales de los países desarrollados.
Como se puede comprobar con el comuniado a la SEC, estas palabras son algo más que un discurso y muestran bastante temor sobre el futuro de los mercados financieros.
De hecho, ha vendido alrededor de la mitad de sus acciones en Icahn Enterprises, aunque esto ocurrió a finales del año pasado. En lo que va de año, los títulos de la empresa se dejan algo más de un 13%.
A pesar de todo, ha aumentado posiciones en AIG y Xerox Corporation, dos compañías en las que tiene puesto en el consejo.
La postura de Icahn, no obstante, estaría alineada con la de George Soros, que ha reducido su posición en renta variable americana en un 37%.
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