Si en el Ibex 35 la mayoría de compañías había hecho los deberes, sobre todo las constructoras, y habían reducido su deuda neta por debajo de las diez veces el beneficio operativo o ebitda salvo dos cotizadas (ver “Merlin y Sacyr, únicas del Ibex con un alto endeudamiento”) entre las grandes europeas la situación es bien distinta. Ninguna