Los analistas de Caja Madrid consideran que estas medidas se han podido llevar a cabo gracias a los beneficios acumulados a lo largo del auge económico de los últimos cinco años, a la confianza generada por una gestión más ortodoxa y a la acumulación de grados de libertad en política económica para afrontar la crisis.
No obstante, el iforme advierte de que la principal amenaza para la economía de la región "es la debilidad estructural de la demanda global -especialmente del consumo en EEUU-, que pone en riesgo el éxito de la recuperación y limita el crecimiento potencial de la economía mundial".
De este modo, los analistas señalan que si la crisis persiste, sólo Chile -que ha ahorrado durante los "buenos tiempos" un 13% del PIB en sus fondos de reserva- tiene capacidad para incrementar los niveles actuales de gasto público, mientras que el resto, en el mejor de los casos, sólo puede mantenerlo.