Las previsiones, presentadas por el organismo que reúne a 230 aerolíneas de todo el mundo, casi duplican los 4.700 estimados en marzo.

Las compañías aéreas de Asia Pacífico podrían ser las más perjudicadas este año, con unas pérdidas de 3.300 millones de dólares, seguidas por las europeas, con un saldo negativo de 1.800 millones.

La crisis financiera mundial y la recesión han afectado negativamente a la industria, que el año pasado se anotó unas pérdidas de 10.400 millones de dólares, dato que fue revisado a la baja desde las pérdidas de 8.500 estimadas inicialmente.

Bisignani dijo que los ingresos totales del sector aéreo caerán un 15% en 2009 hasta 448.000 millones, desde 528.000 el año anterior. El dato supera la caída del 7% sufrida tras los atentados del 11 de septiembre, indicó.

Según Bisignani, el sector de vuelos de mercancías muestra signos de estabilización tras caer un 23% interanual en diciembre.


"Este podría ser el fondo, aunque la recuperación es diferente", afirmó.

IATA señaló en un comunicado que la demanda de vuelos de mercancías caerá un 17% en 2009, periodo en el que se espera que las aerolíneas transporten 33,3 millones de toneladas, que se comparan con los 40,1 millones de toneladas del año anterior.

La demanda de pasajeros, por su parte, se contraería un 8% hasta 2.060 millones de pasajeros en 2009, frente a 2.240 millones en 2008. "El impacto del descenso de la demanda en los ingresos será más exagerado por las amplias caídas en rentabilidad, 11% en mercancías y 7% en pasajeros", indicó la IATA.

Bisignani dijo que deberían evitarse las tendencias proteccionistas de los gobiernos en este momento. Reiteró que los gobiernos necesitan actuar más rápido en la liberalización de la industria aérea y permitir la propiedad transfronteriza de compañías aéreas.

Mientras, la liberalización de las principales rutas llevaría a la creación de 24 millones de empleos y unos ingresos de US$490.000 millones, estimó Bisignani.

Bisignani dijo que Estados Unidos y la Unión Europea deberían ampliar sus alianzas de cielos abiertos para conseguir lo que denominó "aviación abierta", que permitirá un flujo libre de capital y la retirada de restricciones de propiedad por parte de los países. "(Ellos) no deberían dejar pasar una gran oportunidad", afirmó.