Con las cifras en la mano del primer trimestre de 2019, tanto en lo concerniente a la evolución de los negocios, de la macro y la geopolítica, se dibuja un escenario en el que “estos crecimientos e inflaciones moderadas apuntan a una continuación de la economía goldilocks (en su estado óptimo), con el consecuente impacto en el precio de los activos financieros”, señalaba Ignacio Fuertes, socio fundador de Rentamarkets, esta semana durante su presentación de perspectivas en el segundo trimestre de 2019.

“Podemos seguir siendo optimistas y esperar a medio plazo una continuación de las subidas”. El argumento se basa en tres pilares que a su juicio están siendo determinantes: las valoraciones, el posicionamiento de los inversores y las expectativas de inversión.

En cuanto a las valoraciones, Fuertes cree que tras el catastrófico 2018 las correcciones sufridas “empezaron a dejar barata la bolsa americana. No muy atractiva pero si atractivas”, como se puede apreciar en el índice normalizado del Real Earnings Yield del SP500.

 

 

El posicionamiento de los inversores ha cambiado. Justo en el rebote de principios de 2019 “ha habido una retirada extrema de contratos y la gente se ha ido quitando riesgo. Los contratos se redujeron un 30%, una barbaridad”.

A este escenario contribuye especialmente la conclusión destacada por el equipo de analistas y estrategas de renta variable, que para la presentación del informe se basaba en indicadores y, sobre todo, las declaraciones y perspectivas de las propias compañías cotizadas a la hora de evaluar sus negocios a cierre del primer trimestre.

 

 

En este sentido, el gestor de renta variable José Díaz, asegura que se espera un crecimiento desigual. Positivo crecimiento sostenible en EEUU; visión positiva para China también, en términos generales; y “una perspectiva generalizada para Europa negativa en el peor de los casos”. Algo que están recogiendo los mercados: Desde los mínimos del año pasado el SP500 ha subido un 21%, la bolsa china acumula ganancias del 16% y el Dax alemán, en cambio, ha recuperado un 12%, por lo que las perspectivas de una macro más benigna en EEUU y China frente a otra más débil en Europa están siendo recogidas por el mercado.

Así las cosas, "todo esto lleva a un comportamiento de excesos y la vuelta a la venta de volatilidad. El riesgo que vemos ahora, y la oportunidad, es que volvamos a ver una explosión de volatilidad, lo que nos deja en una estrategia de gestión de riesgo activa”, afirma el también director de inversiones de la gestora. Así, desde Rentamarkets se posicionan en sectores más cíclicos y compañías industriales: “Nos gustan las compañías que pagan dividendo y la volatilidad”, matiza Díaz.

 

 

Pero si hay un riesgo y, consecuentemente, un quebradero de cabeza para las compañías ahora, es la subida de tipos y la la inflación de costes como consecuencia, prinpipalmente, de la subida del petróleo de 2018, y que afecta a todos los ámbitos de actividad, ya sean cíclicos o defensivos, Otro tipo de inflación que observan es el de la alimentación, las materias primas y metales como el aluminio o el acero y, la publicidad. “El auge de las marcas blancas en Europa ha obligado a muchas firmas a incrementar sus presupuestos en publicidad y marketing”.

Estos son los temas de los que hablan los líderes empresariales europeos

Según el análisis de Rentamarkets, Los CEOs de las grandes multinacionales europeas se muestran muy preocupados por el aumento del proteccionismo comercial y las consecuencias que una reducción del libre comercio podría tener en sus modelos de negocio.

Bajo ese prisma hay cuatro temas recurrentes en las declaraciones de las compañías a cierre de esta temporada.

  1. ¿Qué sí y que no dejarán de comprarnos los chinos? Una de las reflexiones más recurrentes durante este periodo de presentación de resultados es que si China, como parte de la solución del primer capítulo de la Guerra Comercial, tiene que comprarle más productos a Estados Unidos, de algún sitio tendrá que dejar de comprarlos y, probablemente ese sitio sea Europa. ¿Qué dejarán de comprarnos los chinos? Lo que le puedan comprar a EEUU. Eso no son productos de lujo ni de consumo de grandes marcas, sino industria y automoción.  Precisamente, los sectores más castigados en 2018, un ejercicio desastroso para la inversión en el que el 90% de los activos sufrieron retornos negativos.Por el contrario, compañías como Schneider Electric se están beneficiando del desarrollo chino en atención hospitalaria y gestión de residuos de agua. También Veolia. Otros nombres europeos como Philips están aprovechando la oportunidad en la fabricación de maquinaria hospitalaria o en lo referente al área farmacéutica. Además, el vertiginoso aumento del consumo online en el gigante asiático (por encima del +15% en el primer trimestre) ha propiciado oportunidades de impulso estratégicas a firmas como L'Oreal. Y es que el aprecio de los chinos por las marcas ha permitido a compañías como Pernod Ricard o Adidas ir elevando su mix de negocio hacia niveles más premium, mientras que las firmas de lujo han tenido un año excelente gracias a China, como han indicado Richemont, Kering y LVMH.
  2. ¿Tiene sentido el modelo de multinacional europea? El enfrentamiento entre EEUU y China no es un hecho aislado, sino que está enmarcado en un conflicto que durará décadas obligando a replantear periódicamente los patrones de libre comercio del mundo. En Europa, si la integración económica se reduce, el modelo puede encontrar con problemas serios, como han puesto de manifiesto ABB, BMW, Volkswagen o Siemens. De hecho, la localización vertical de algunas compañías está siendo  hoy una ventaja competitiva frente a los mensajes de globalización de las últimas décadas y por primera vez se está teniendo en cuenta a la hora de hacer los planes de inversión. “La gran novedad es que no son pocos los que piensan que esta puede ser la gran novedad de Europa. Un renacer de la inversión en el continente apoyado sobre la tecnología, la robótica y la digitalización, lo que adquiere credibilidad al escuchar a la sueca Electrolux afirmar que tras la automatización de sus plantas en Suecia les está permitiendo por primera vez competir con empresas turcas”, explica el especialista en renta variable de Rentamarkets.
  3. ¿Brexit? Según el seguimiento realizado por esta gestora las compañías no terminan de cuantificar el impacto de la salida de Reino Unido sobre su negocio, aunque algunas de ellas sí empiezan a confirmar la desaceleración en sus múltiplos. La primera,  irlandesa especializada en materiales de construcción GRH o el gigante farmacéutico AstraZeneca que ha afirmado que “a medida que Gran Bretaña y la UE se están distanciado ellos tienen que reestructurar su negocio. Fruto de ello ha sido la apertura de 27 nuevos centros de testing por el territorio europeo”.  
  4. La macro francesa pesa. El debilitamiento del poderío galo  no sólo se ejemplifica en el sector inmobiliario francés, frio desde 2018 y con visos de continuar desacelerándose  como advierten  los comentarios de  Vinci, los de la sueca Assa Abloy o Saint-Gobain. Sino también en una empresa tan defensiva como Unilever se declara que las condiciones en Francia continúan siendo extremadamente difíciles, con la caída de ventas en todas sus categorías, salvo en los helados. “Si unimos la frágil situación económica francesa a la  exposición de Alemania a China, ya tenemos amenzazados a los dos principales motores del continente”, explica Díaz.