- ¿Qué balance hacen de este 2020 desde Groupama AM?

- Olivier Le Braz: Efectivamente, 2020 ha sido un año muy singular donde hemos tenido que trabajar más y de manera diferente y a pesar de la crisis sanitaria el año ha sido un año muy bueno para Groupama AM y los inversores en sus fondos alcanzando 108.000 millones de euros bajo gestión y alcanzado una captación neta de alrededor de 1.500 millones. Para Groupama AM este 2020 ha sido una oportunidad para crear valor para sus clientes en fondos monetarios, de retorno absoluto, convertibles y obviamente con la gama Avenir y también para reafirmar sus convicciones y sus ambiciones para Europa y obviamente también para España con el fichaje de nuestros gestores y ejecutivos de ventas. 

Hoy estamos aquí para hablar de economía y recuerdo que en nuestra web podéis leer la visión de nuestro economista jefe Christophe Morel de 2021. Todos los que nos siguen sabéis que Morel, justo después de la primera ola del Covid-19, fue uno de los economistas quizá más optimista dentro del contexto a nivel macroeconómico y también a nivel de mercados gracias a tres factores. Elasticidad coyuntural positiva con la reconstrucción de los stocks con la industria y la construcción; el ahorro 'forzado' por las medidas de confinamiento, por lo que este dinero se podrá reintroducir en la economía una vez que las vacunas hayan hecho ya su efecto y por último, por los planes de inversión nacionales y europeos que hemos conocido, además de unas políticas monetarias muy acomodaticias. 

- ¿Por qué hablan de que su escenario económico concluye con una “salida reforzada”?

- Christophe Morel: Hola Madrid, muchas gracias por esta entrevista, siempre es un placer para mi estar con ustedes. Desde Groupama AM tenemos una visión positiva de cara a 2021 por dos razones principales: la primera es que si bien es cierto que hemos experimentado una recesión repentina, al menos a partir de ahora la demanda en la industria y en el sector de la construcción, que son los dos sector cíclicos centrales, va a ser fuerte porque existe una gran necesidad de ponerse al día con los inventarios, lo que impulsa a la elasticidad del ciclo. La segunda razón es que los estímulos fiscales ya están sobre la mesa y son excepcionales, y aunque se supone que disminuirán con el paso de los años, el impacto de estos estímulos fiscales permanecerán para apoyar a la economía. Es un efecto que probablemente se subestima, pero hay sincronía en toda la economía global y estímulos en todo el mundo que nos hacen tener visibilidad. Sabemos que los gobiernos no se plantean elevar la presión fiscal en los próximos años, al tiempo que los bancos centrales están lanzando planes monetarios para apoyar el crecimiento económico, por lo que es una combinación de factores que nos hace tener una visión positiva de cara a 2021.

- ¿Qué ha cambiado fundamentalmente con la crisis del Covid?

- CM: La crisis es terrible, es algo que ya sabemos. Creo que esta es una crisis para avanzar, como puede pasar en tu vida personal, y creo que ese es el caso que se está dando en la economía global donde tenemos una oportunidad para avanzar, para cambiar el chip porque todos sabemos que nos enfrentamos a enormes desafíos estructurales. Pienso en la transición medioambiental, pienso en la transición demográfica, en la desigualdad que está aumentando en todo el mundo... Nos enfrentamos a tremendos desafíos estructurales y creo que la única manera de enfrentarnos a ello es saber adaptarnos a las restricciones presupuestarias de corto plazo para poder enfrentar los desafíos de largo plazo. La lección que nos da esta crisis es que es una oportunidad para cambiar el chip y tener más equilibrio entre las políticas (monetaria y fiscal) y que no todo descanse sobre la política monetaria. Si dependemos únicamente de la política monetaria el riesgo es que se produzcan inestabilidades financieras, por lo que creo, y en conclusión, es que tenemos una oportunidad para tener una combinación de políticas más equilibrada.

- ¿Debemos temer un regreso de la inflación?

- CM: Creo que no, el riesgo actual no es la inflación, es la deflación si se observa el mensaje que nos dan los mercados financieros y alcanza un punto crítico de equilibrio. El punto de equilibrio sugiere que la deflación es una posibilidad, incluso una posibilidad fuerte, en particular en Europa. El primer riesgo es la deflación y no la inflación. Una combinación de políticas debería tener el propósito de evitar el riesgo deflacionario y creo que lo vamos a conseguir, aunque sin llegar a tener una inflación porque la negociación salarial en los países desarrollados ahora ya no es colectiva sino individual y eso evita un espiral alcista de los salarios, lo que evita en última instancia la inflación. Creemos que vamos evitar la deflación sin llegar a caer en un alza de los precios, en inflación.