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Dentro del mercado de renta fija, el experto se decanta por “la deuda corporativa para final de año, ya que no merece la pena entrar en deuda de países COR a largo porque ofrecen poca rentabilidad y porque los bonos de periféricos serían para inversores profesionales que buscan riesgo”. Dentro de la deuda corporativa seleccionaría “la de riesgo más elevado pero de empresas con gran potencial y que aporten gran rentabilidad”.
Destaca que la reducción hasta -4,3 puntos de la confianza del inversor alemán es debida a que “Alemania ha mostrando un comportamiento consistente gracias sobre todo a sus exportaciones, propiciando que la tasa de paro casi toque techo pero, después de unas expectativas tan buenas, es normal que ahora ser reduzcan”.
El experto no cree que “EE.UU. entre en una doble recesión porque las autoridades harán todo lo posible para que eso no pase”. Si bien es cierto que “los datos macro se están desacelerando, las medidas que se están tomando mejorarán la situación”, por ejemplo, “a medio plazo no es sostenible que el dólar sea tan fuerte porque los países externos se están beneficiando de esto para sus exportaciones, con lo cual es muy probable que en el medio plazo veamos una apreciación del euro frente al dólar”.
Para la renta variable estadounidense, el analista sostiene “unas perspectivas positivas en el corto plazo, hasta el viernes y, posteriormente, hasta las elecciones del 2 de noviembre, es posible que tengamos alguna reducción que sería una oportunidad para aumentar nuestra exposición a bolsa, en activos que nos den una rentabilidad en torno al 6%-7%”. En cambio, para 2011 se muestran más cautos “porque las perspectivas respecto al beneficio por acción en EE.UU. son muy elevadas y habrá que estar atentos a si el impulso de las medidas que tomen se traslada a la economía real porque, si es así, seguiremos en renta variable, si no reduciremos paulatinamente la exposición”.
Querol aconseja “ser cautos y tener una perspectiva objetiva e internacional”.