Concretamente, durante los tres primeros meses emitió a medio y largo plazo por importe de 5.187 millones de euros y a corto plazo por volumen de 1.192 millones de euros, con el objetivo atender la demanda de crédito de los ciudadanos y empresas como consecuencia de la ejecución de las medidas encomendadas por el Gobierno para contribuir a paliar la situación de crisis económica y financiera.
Concluido el tercer trimestre, el balance público del ICO se situó en 59.636,7 millones de euros, un 12,6% más respecto a los 52.969,5 millones de euros en diciembre de 2008.
CAE EL BENEFICIO.
El ICO registró un beneficio acumulado después de impuestos de 32,04 millones de euros en los tres primeros meses de 2009, lo que representa un descenso del 31,29% respecto al mismo periodo del año anterior, debido a un incremento en la dotación de provisiones.
Este beneficio acumulado se obtuvo a partir de un margen financiero de 45,49 millones de euros, un margen ordinario bruto de 62,87 millones de euros y un margen de explotación de 45,77 millones de euros.
A lo largo del del primer trimestre, el coeficiente de morosidad se situó en el 1,56 %, según el criterio del Banco de España y exceptuando las operaciones de política económica.
Asimismo, el coeficiente de solvencia del ICO mantuvo un nivel superior al requerido por el Banco de España. De esta forma, el dato que arroja a 31 de marzo fue el 10,10%, frente al 11,19% de finales del ejercicio anterior, como consecuencia de las disposiciones de préstamos del trimestre.
Por último, el indicador de eficiencia en términos de gastos de transformación sobre margen ordinario alcanzó el 13,18%.