En concreto, en el mercado secundario los bonos españoles a diez años ofrecían una rentabilidad del 4,04%, frente al 2,18% del 'bund', que llegó a caer hasta un mínimo histórico del 2,163%, ante la perspectiva de un debilitamiento de la economía europea en el segundo semestre, así como por la incertidumbre respecto a EEUU, donde la venta de viviendas de segunda mano registró en julio un desplome del 27,2%, el peor dato mensual desde que comenzaron los registros.

Por otro lado, los seguros de crédito frente a impagos (CDS) registraban subidas, que en el caso de España arrojaban un precio de 232.700 dólares anuales para asegurar diez millones de emisión, mientras que en el caso de otros países periféricos de la eurozona los CDS subían a 299,1 puntos en el caso de Irlanda, desde los 294,3 puntos del anterior cierre, y hasta los 887,7 puntos en el caso de Grecia, frente a los 873,9 puntos del cierre precedente.