Según explicó entonces el presidente de la compañía, Félix Abánades, dicho acuerdo permitirá a la inmobiliaria "subsistir hasta mediados de 2012, aunque el contexto siga siendo tan malo o incluso algo peor que el actual".
El acuerdo alcanzado a finales de junio contempla aplazar hasta 2012 la amortización tanto del préstamo sindicado, el principal, como de los préstamos bilaterales, financiar el pago de intereses durante el mismo periodo, y dotar a la compañía de una línea de liquidez de cerca de 70 millones de euros para afrontar sus compromisos de pago.