No obstante, hay que tener en cuenta que estamos en niveles máximos en Wall Street
, en máximos de 5 años en la bolsa europea y de 3 años en la española, por lo que hay que ser cautelosos. No debemos entrar, si no estamos dentro ya, porque la euforia nos empuje.

Ahora estamos en un panorama selectivo en el que sólo los fondos de inversión que sean capaces de seleccionar las acciones con mejores perspectivas de revalorización van a sacar rentabilidades dignas. Por sectores, los bancos podrían ser de los que mejor lo hicieran, pues la recuperación no se podría creer sin ellos.

Para los amantes de las estadísticas, el 70-80% de eneros alcistas para las bolsas, suelen terminar en años alcistas. Con este buen comienzo, parece que hay buenos visos de que el mes sea alcista.

Pero no podemos pensar que esto será un “camino de rosas”. Los riesgos vendrán por los bancos centrales. En este sentido, la Fed, debe tener una buena política de comunicación con respecto a la reducción de estímulos de forma gradual, así como con las posteriores subidas de tipos de interés.

El BCE, por su parte, debería tener preparadas medidas contundentes por si los datos macro cojean.
Otro factor de riesgo es China, pues está inmersa en una burbuja inmobiliaria inmensa y tiene problemas crediticios. Este país sí tiene capacidad para arrastrar a cualquier otro mercado.

De todas formas, es que una corrección del mercado sería racional, dado que los niveles a los que está la bolsa no responden a los fundamentales de las empresas, ni la realidad macroeconómica.

Tras un 2013 malo para los emergentes, estamos comenzando a posicionar carteras de forma cautelosa en algunos emergentes, ya que tienen perspectivas a medio y largo plazo positivas, pero hay que tener en cuenta que las políticas económicas de la Fed estadounidense les van a afectar. Debemos diversificar la cartera con parte de emergentes

Los altos dividendos han sido una buena opción de inversión en 2013 y lo van a seguir haciendo en 2014, ya que han salido flujos de renta fija que se van a ir a renta variable y van a beneficiar a empresas con sólidos dividendos. Además, en la estructura demográfica están aumentando las personas de edades comprendidas entre 50-75 años, mientras que están diminuyendo las de 25-50 años, por lo que muchos de los objetivos de las asignaciones de inversión en los próximos años van a ir más a la preservación del capital y a las rentas, que a la búsqueda de grandes crecimientos a largo plazo, lo que también beneficiará a los dividendos.

En una cartera de perfil moderado un 40-45% debería estar invertido en renta variable, a través de fondos de gestión activa, con mayor peso en Europa y España, con pequeñas inclusiones en emergentes. En este punto, nos gustan el Invesco Pan European Equity, el Fidelity Iberia o el Gesconsult Renta Variable.
Para la parte defensiva de la cartera, tendríamos fondos de retorno absoluto. En este sentido, nos gustan el BNY Mellon Absolut Return Equity (estrategias de renta variable con pares), Axa Optimal Income, Gesconsult Renta Fija Flexible (preservación de capital, aunque con mayor riesgo de mercado).