¿Qué supone la situación actual que atraviesa Grecia? ¿Podríamos hablar de un impago, de una quiebra o de una salida del país de la eurozona?
“Estamos cada vez más cerca de ese impago y de una posible salida de Grecia del euro. Todos pensábamos que se había llegado a una posición no tan distante, pero los acreedores ya habían cedido mucho terreno durante la negociación y ha llegado un momento en el que se ha decidido no traspasar una línea más.

Ahora nos encontramos con el referéndum del domingo que viene. No sé si hay plazos ni cómo se va a hacer. Ellos hablan de alargar este periodo de rescate unos días más, mientras que los acreedores se mantienen inflexibles, pero se decida lo que sea el próximo domingo habrá que hablar del tercer rescate a Grecia.

¿Hay voluntad de negociar? Estamos en una situación que no beneficia a nadie, pero al que menos de todos es a Grecia”.

¿Implicaría quitas esta posible solución?
“Podría ser, pero no es evidente que fuera así, aunque es algo que está sobre la mesa. Grecia ha estado discutiendo en el corto plazo y ganando tiempo para que su gobierno pudiese poner en marcha una serie de medidas. Una cosa es lo que promete y otra son las circunstancias de la economía.

La situación es extremadamente complicada. A partir del “no” del próximo domingo (como resultado) la situación sería muy complicada, ya hablamos de la apertura de bancos, del pago de salarios… podríamos encontrarnos mañana mismo con un sistema financiero cerrado”.

Este domingo el BCE decidió mantener “congelada” la línea de liquidez para Grecia. El próximo día 6 de julio Grecia debe hacer frente a otro pago…¿no están jugando al límite con el calendario?
“Ahora mismo, los acreedores no están dispuestos a dar ese plazo porque el periodo de negociación ha sido lo suficientemente amplio como para haber avanzado lo suficiente. Los acreedores han dejado muy claro cuál es la situación actual.

Para que tu país salga adelante y pueda empezar a hacer frente al pago a acreedores se deben iniciar una serie de cambios, con o sin quita. En primer lugar, se debe demostrar la voluntad de poner en marcha una serie de reformas y pensar que, en una situación de crecimiento, podrás empezar a generar algo para empezar a devolver”.

¿A partir de qué día se consideraría default?
“Si mañana no se realizara ese pago se consideraría un impago, pero la situación de default viene seis semanas después.
Es muy diferente a lo que ocurre con entidades como el BCE en la que al día siguiente ya estás declarado como default”.

Si contempláramos una salida de Grecia del euro…¿qué consecuencias tendría para el mercado?
“A largo plazo, poco puesto que hablamos de una economía que tiene un peso muy pequeño dentro del PIB europeo. A corto plazo, debido al temor a que otros países pudieran contagiarse.

Ahora mismo, la situación de los países periféricos no tiene nada que ver con la que teníamos en 2011. De hecho, este tema se ha tratado como un tema local de Grecia sin extenderlo. En el corto plazo podría haber un pensamiento de un posible contagio a países como los nuestros. Sin embargo, España presenta unas estimaciones de crecimiento que podría llegar al 4% en el año, estamos creando empleo, estamos viendo que el hábito de consumo del español vuelve a tener un poco de alegría que ya está gastando y nos encontramos en una situación francamente privilegiada.

Los mercados no se nos van a cerrar. Primero, si hablamos de RV nuestras empresas ya han reducido costes, renegociando…con unas empresas que están sanísimas.

En la renta fija es donde podríamos sufrir algo con el contagio que ya hemos visto sobre la prima de riesgo. Tenemos a un BCE inmerso en un programa QE que nos asegura que se van a seguir comprando 60.000 millones de euros al mes, suficiente para sostener la renta fija, y, por otro lado, el BCE dejó muy claro su capacidad de poner en marcha medidas excepcionales si fuesen necesarias. No vamos a tener ningún problema para financiarnos. Estoy absolutamente convencido que no tendría ningún sentido hablar de contagio”.

¿Y el corralito?
“No soluciona nada. Los ingresos de Grecia son los que son. El turismo es la gran industria que tiene, pero fuera de ahí todo lo tiene que importar y lo debe hacer pagando”.

¿Qué supondría un Grexit para Grecia?
“Es una situación extremadamente negativa donde pueden ser necesarias generaciones para volver a generar una situación de solvencia para que la gente pueda vivir con un mínimo de calidad de vida. Sería catastrófico”.