Los rendimientos de los títulos a 10 años han subido en torno a los 25 puntos básicos con respecto al nivel registrado antes de las elecciones. Este aumento nos resulta lógico por dos razones. En primer lugar, ante la falta de experiencia política de Trump, se prevé que durante los próximos años aumente el nivel de incertidumbre, lo que implicará que los titulares de los bonos exijan una prima más elevada a la hora de invertir en deuda pública estadounidense.
En segundo lugar, Trump tiene la intención de aumentar el gasto en infraestructuras y reducir los impuestos, lo que podría provocar un incremento del déficit. Este hecho aumentaría la oferta de títulos del Tesoro, lo que provocaría a su vez un aumento de los rendimientos.  
 

A pesar de ello, seguimos pensando que los tipos de interés se van a mantener relativamente bajos. Las tendencias proteccionistas de Trump podrían afectar al crecimiento de la economía estadounidense, lo que podría contener en cierto modo el gasto fiscal que acabe aprobando el Congreso. Además, en nuestra opinión, la Reserva Federal va a continuar subiendo los tipos de interés de forma muy gradual.
 
Durante los últimos doce meses, la inflación básica ha alcanzado el 2,2%. Esta cifra se sitúa bastante próxima al objetivo de inflación establecido por la Reserva Federal. La tasa de desempleo, en 4,9% en el mes de octubre, está también muy cerca del objetivo de pleno empleo. El tipo de interés de los fondos federales sigue estando por debajo del 1% (lo que hace que a las empresas y las personas físicas les resulte barato tomar dinero en préstamo), por lo que pensamos que se dan las condiciones para que la inflación continúe aumentando.
 
En mi opinión, la victoria de Trump no hace sino reforzar estas perspectivas de aumento de la inflación. Los cambios en el sistema de aranceles o en los acuerdos comerciales presionarían al alza los precios de las importaciones. Y el aumento del gasto público unido a una baja tasa de desempleo impulsaría los salarios y, por extensión, la inflación.
 
Y aunque la Reserva Federal ha subido los tipos de interés de los fondos federales un 0,25%, hasta situarse en un rango entre el 0,5% y el 0,75%, lo más probable es que mantenga la orientación expansiva de su política monetaria a lo largo del año 2017. La entidad puede actuar de formas muy distintas el próximo año; no nos sorprendería que subiera dos o tres veces los tipos durante el año, pero tampoco que los volviera a bajar. Las medidas que tome van a depender de los datos económicos.
 
Por todo ello, pensamos que aunque la presidencia de Trump ha traído consigo la reciente subida de los tipos de interés, esta medida ya estaba descontada por los mercados y lo más probable es que los tipos se mantengan en niveles reducidos durante los próximos años. También pensamos que la Reserva Federal va a mantener la orientación expansión de su política monetaria en relación con los fundamentales económicos.