Una crisis de los países desarrollados. Es como se definió en un principio la situación que asola las principales economías del mundo. Una afirmación que provocó un giro en el centro de atención de los inversores, que desde entonces miran a los emergentes. Concretamente hacia Latinoamérica. Una región “que ya no es lo que era”, admite Diego Herrero, director de inversiones de Gestifonsa. Ya no son “
chicharros con una volatilidad extrema”. Son emergentes “por el potencial de crecimiento no por el potencial de caída”, subraya. Una economía que podría cerrar el año “con un crecimiento superior al 1% y por encima del 2% en 2010”, según Lord Peter Levene, presidente del mercado de seguros británico Lloyd´s
. Para Alejandro Varela, gestor de fondos de Renta 4 “son países que manejan la crisis con bastante solvencia gracias a que tienen un colchón que han ido generando en los últimos años y muchos de ellos han avanzado hasta tal punto que donde unas variables se han deteriorado en muchos mercados, en ellos tienen un notable alto”.

Variables como el sistema financiero. Miguel Llorente, gestor de carteras de Capital at Work admite que es un sector que “no estaba tan desarrollado como en otras áreas”. Aunque no es menos cierto que estas compañías no incurrieron en los excesos cometidos por bancos europeos y americanos y tampoco “son tan dependientes del mundo desarrollado”, explica Varela. El propio Banco Mundial diferencia el impacto de la crisis en Latinoamérica al del resto de países emergentes por este sector pues “aunque la región está notando la crisis en la economía mundial, no lo hace en el sector financiero”. A su favor juega la demanda interna. Por lo que cualquier impacto que haya en estas economías “será vía demanda y exportaciones”. Fortaleza interna, buenas expectativas de resultados y crecimiento económico pero ¿esto significa que saldrán antes de la crisis? Como en botica, opiniones hay de todos los gustos pero la mayoría coincide en que “no han atravesado la crisis de manera tan negativa como se esperaba y, no sé si antes o después, pero seguro que con más fuerza saldrán”, explica Diego Herrero.

Y para muestra un botón. El Latibex – mercado latinoamericano en euros- suma un 20,7% en lo que va de año. Vale do Río Doce, Petrobrás, Bradesco o América Móvil. Son compañías que cotizan en el mismo y con un aspecto en común: una rentabilidad positiva de doble dígito en lo que va de año. Dejando atrás la fuerte penalización que vivieron estos mercados en el último trimestre del año, el responsable de Renta 4 admite que “en esta recuperación las compañías que lo harán mejor serán las procíclicas: materias primas, minería, petróleo y siderometalurgia”. Sin embargo no cree en una vuelta en forma de V. “Habrá recortes y es ahí donde tiene que estar el mercado para aprovecharlos”, sentencia. Miguel Llorente cree que allí es más complicado encontrar compañías que ofrezcan perspectivas importantes de revalorización, pero “en México y Brasil nos quedaríamos con Grupo Modelo, Petrobrás o Vale do Río Doce”. Técnicamente Miguel Cedillo, gestor de Dif Broker estima que la petrolera brasileña “tiene una resistencia fuerte en 7,60 dólares y el soporte en los 4,47 euros” mientras que estimación para Vale do Río es “la misma situación” con resistencia en los 17,10 dólares y el soporte “en los 15,28 dólares por título”.


Las españolas encuentran en Brasil su mejor aliado

Pero las recomendaciones de los expertos no se quedan en las compañías de la región. Algunas de las grandes del mercado español no sólo han mantenido sino que muchas han aumentado su exposición a los países emergentes. Telefónica – donde el 38% del total del negocio procede de latinoamérica, con más de 150 millones de clientes- mantiene “una enorme confianza en la región, donde se apoyará el crecimiento futuro de la operadora”, explicaba recientemente Julio Linares, su consejero delegado. El control del 50% que tiene junto con Portugal Telecom en Vivo y la presencia de Telecom Italia en estas economías- en la que controla el 10% de participación- será un firme puntal de negocio para la compañía. Diego Herrero admite que el hecho de que estos países saldrán con más fuerza de la crisis “les generará un plus de rentabilidad”. Y en Renta 4 van más allá al admitir que “donde los mercados domésticos ven retrocesos, disminución de las ventas y deterioro, los emergentes ven crecimiento”. Los datos hablan por sí solos: Telefónica incrementó un 10,4% sus ingresos en Latinoamérica y los analistas no dudan de que seguirá siendo así pues compensan la caída de los ingresos del mercado nacional.

Los yacimientos comerciables en la Cuenca de Santos – en aguas de Brasil- que ha descubierto recientemente Repsol ha otorgado a la compañía la recomendación de compra de la mayoría de los expertos. Jesús de Blas, del departamento de renta variable de Credit Agricole Mercagentes admite que “en los últimos meses ha dado un cambio radical a su panorama de futuro en cuanto a reservas”. Este experto asegura que el valor es una buena opción porque “son importantes descubrimientos, de gran volumen, en sitios diferentes” y más, si tenemos en cuenta que “el petróleo tiene que tender a recuperarse”. El responsable de Capital at Work asegura que entraría en el valor en los actuales niveles “porque muchas valoraciones sólo cubren su movilizado material y el negocio de refino aporta bastante al grupo, está descubriendo nuevos yacimientos y eso tendrá impacto en sus cuentas futuras”.

Pero no sólo la petrolera encuentra en la economía de la samba su mejor refugio. Santander tiene un tercio de sus activos en dos entidades brasileñas, Banespa y Banco Real. Y es que “la entrada de los grandes bancos en estas economías ha ayudado a su bancarización en un entorno más centrado en el crecimiento”, explica Antonio Banda, director de inversiones de Bankinter. Admite que a México le costará más levantar cabeza. Sin olvidar que el país de los mariachis “aportó más del 30% del beneficio neto a BBVA durante el pasado ejercicio” Y de los pesos pesados…a otros valores que cada vez juegan una mayor importancia en el mercado español. Julián Coca, responsable de mercados de Inversis Banco recuerda la importancia de la cartera de OHL. S&P bajó el rating de la constructora por considerar que el valor de su cartera era próximo a cero y Coca salió en su defensa: “no creemos que su cartera valga cero. Además esperamos para este año una evolución más positiva en Brasil, motivo por el que la tendríamos en cartera”. Tavex Algodonera, Prosegur, Sol Meliá o Viscofán han llevado sus negocios al otro lado del Atlántico Sur.

Y no sólo por la bolsa corre sangre latina. Los fondos de inversión que invierten en Latinoamérica ocupan el cuarto puesto por rentabilidad en lo que va de año, según Morningstar. Una revalorización de más del 23% beneficiadas sobre todo “por los altos precios de las materias primas”, explica el departamento de análisis de Franklin Templeton. La sed mundial de materias primas “aumentará en los próximos años” lo que llevará a Brasil a lograr una transformación económica fundamental que hará que se convierten en un escenario creciente de oportunidades. A modo de ejemplo: el BNY Mellon Brazil Equity (de BNY Mellon) supera el 40% de revalorización mientras que el DWS Invest Brazilian Equities logra más del 38% de subida en los cuatro primeros meses de 2009.

Sabia que…


La primera cumbre se realizó en 1994 en Miami. Desde entonces se han realizado tres Cumbres de las Américas: Santiago de Chile en 1998; la Ciudad de Québec (Canadá) en 2001 y Mar del Plata, Argentina, en 2005. Ha habido también otras dos Cumbres Especiales de las Américas y varias cumbres a nivel ministerial. Una de las cumbres especiales, que trató del desarrollo sostenible, se realizó en Santa Cruz, Bolivia, en el año 1996, y la segunda, en 2004, resultó en la Declaración de Nuevo León de 2004 en Monterrey, México. Algunos observadores consideran que uno de los grandes logros del proceso de las cumbres ha sido la Carta Democrática Interamericana, aprobada en la cumbre de la Ciudad de Quebec, en la que las Américas se comprometieron a una cláusula democrática que culminó con la Carta Democrática Interamericana en septiembre de 2001. “La carta reafirma el derecho universal a la democracia para los pueblos de las Américas y determina que los gobiernos de la región tienen la obligación de impulsar y defender la democracia”, destacó Meyer. Otro ejemplo de logro es el plan de acción elaborado en la reciente Cumbre de las Américas de 2005, en la cual los países de la región acordaron actuar en solidaridad con el pueblo de Haití para mejorar la democracia en ese país.