-      Y empiezan los motivos clave. Draghi ha hablado hoy de una manera, que el mercado ha entendido ya no solo que sí que pueda haber QE, sino que también puede empezar rápido, quizás diciembre.
 
 
Y si esto sucediera, es el último banco que queda por unirse a la fiesta, como podemos ver en este gráfico de la expansión de los balances de los bancos centrales, lo haría.
 
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¿Pero qué ha dicho exactamente?
 
Pues en primer lugar que hará lo que sea para subir la inflación y las expectativas de inflación. Hasta aquí lo de siempre, pero es que ha dicho “tan rápido como sea posible”, ojo con esto, ya que hasta ahora siempre decía, “si empeoran las cosas”. Ya no ahora dice, que lo va a hacer rápido, es un cambio de sesgo hacia mucho más dovish.
 
Por si fuera poco, ha añadido que los indicadores económicos han caído a niveles demasiado bajos, y que el último sondeo de analistas profesionales indica descensos en todos los horizontes.
 
Los mercados han sacado sus conclusiones rápido, y subidón de bolsas y bonos (en menor medida) y fuertes bajadas del euro frente a todos los cruces.
 
En algunas crónicas, se anuncia que en diciembre podría haber QE. No sé, los alemanes van a ponerse agresivos, salvo que se asustaran ayer por los malos datos de PMI. Pero desde luego una cosa debe quedar clara, como al final haya QE la subida de las bolsas va a ser de las que hacen órdago, como ha pasado otras veces en otros mercados. No vale lo de que ya está descontado, porque estamos en lateral desde hace mil años, si lo hubiéramos descontado no estaríamos así.
 
4-      Pero aún quedaba la traca final.
 
Van los chinos por sorpresa y tras dos años sin tocar los tipos de interés, los bajan de repente. Las bolsas que ya de por sí andaban calientes por lo del BCE, han  salido volando por los aires. Y sobre todo el sectorial de materiales básicos europeo iba como un cohete hacia arriba.
 
Ahora mismo el sectorial de materiales básicos SXPP sube el 4,35%, con valores como Anglo American 4,9% al alza, ArcelorMittal por encima del 5%, Rio Tinto sube 4,6%, BHP Billiton 4,4%.
 
Con todos estos factores a favor, el futuro del Eurostoxx está atacando la media de 200, y el futuro del Ibex la suya y el 10.500. Es fundamental pasar al alza. Si se hace podríamos tener esperanzas de que podamos dirigirnos en una época muy favorable estacionalmente a la parte alta del rango lateral.
 
Desde luego que lo del BCE va a ser clave, es absolutamente vital saber qué va a pasar. Si hay QE veremos por ejemplo al Ibex en 12,000 seguro o más. Pero, ¿y si cambia de opinión o dice algo que desencante al mercado? Hay que vigilar todo esto muy de cerca, porque es la clave de todo. Aquí nadie va a fijarse si Arcelor lo hace bien en sus resultados, o si Nokia va a peor, aquí lo que mandan son los bancos centrales.
 
Hay que manejar nuestra psicología en situaciones así. Como se ve en este fenomenal artículo que me ha gustado mucho que aparece en la web, slowinver.es
 
Recomiendo leer todo el artículo, vean estas citas por ejemplo:
Muchos inversores con su batería de indicadores tratan de predecir hacia dónde va una acción o un activo cualquiera. E imaginan que cuanto mejor conozcan los indicadores, o conozcan mayor número de ellos, mejor haran la predicción.

Y cuando la predicción falla, llega la frustración. Y eso le sucede atodo el mundo, muy a menudo.

Lo que debemos hacer es pensar en probabilidades.

Un ejemplo: el trader predictivo observa una acción sobrevendida, y en función de su análisis y experiencia se dice:
“Entro en esta acción porque puede fácilmente subir hasta la siguiente resistencia, es decir sobre un 10%”
En cambio el trader probabilístico, en la misma situación, se dice:

“Entro en esta acción porque, según mis estadísticas, tengo entre un 50% y un 70% de posibilidades de que la acción rebote entre un 5% y un 10%”

La acción cae, y ambos traders pierden dinero. ¿cual estará más frustrado?

Evidentemente el primero. El trader probabilistico verá normal que haya fallado.. tenía hasta un 50% de posibilidades de fallar.

Hace falta una mentalidad poco natural, poco acorde con nuestra naturaleza humana, para ganar dinero en bolsa. Por eso debemos entrenar nuestra mente para poder ignorar los resultados. Y centrarse en los métodos.

Y con esta filosofía de inversión vamos a evitar el miedo a operar, el agobio cuando hay malos resultados; y vamos a entrar en una dinámica de mejora continua de nuestras habilidades.

No voy a decir que sea fácil.

Pero lo que seguro es que así no nos vamos a desesperar, suceda lo que suceda con nuestros resultados.
Y nada de culpas; Nuestra energía centrada en los problemas y en cómo solucionarlos.

Y asi seguro que seremos mucho más felices, y acabaremos por operar mucho mejor en bolsa.

Garantizado.

Y en este proceso de esperar a los bancos centrales, no se fíen de nadie, y les voy a recomendar otro muy buen artículo, este de Jorge Segura:
 
La opinión contraria: pensar contra la caja

Vean esta cita:
Por eso existe un “consenso de mercado” y casi todas las recomendaciones son “compra, compra” y no “vende que esto se pone feo” o “las cosas están mal y existe peligro” y por eso parece que las crisis no las ha visto nadie ni se han podido prever y evitar. Esto es mentira. Los analistas ven las crisis, ven los peligros, ven los problemas venir, ven los riesgos y conocen las probabilidades de que se vaya todo al “garete”. Pero el consenso, la presión de determinados clientes, instituciones, poderes fácticos y filtros que condiciona a toda la cadena de análisis y publicación hacen que se silencien las malas noticias, las malas recomendaciones, lo que no se quiere oír. Es la espiral del silencio que sufren las editoriales de los medios de comunicación cuando tienen que hablar mal de algo relacionado con un cliente publicitario, un accionista, un prestamista o el gobierno de turno, es la espiral del silencio de los analistas de mercados financieros cuando van a publicar algo en contra de los intereses de un cliente, es la espiral del silencio de… aquellos con autonomía que quieren opinar algo en contra del status quo establecido, de lo conveniente, de lo alimentado en base a intereses.