Aunque el oro sigue siendo un refugio tradicional, las nuevas alternativas, como el bitcoin, el euro y los bonos CoCos emitidos por los bancos, resultan cada vez más atractivas en medio de esta volatilidad. Cada activo ofrece una combinación distinta de resiliencia, estabilidad y potencial de crecimiento que las inversiones convencionales tienen dificultades para igualar.
El oro brilla en medio de las turbulencias de la guerra comercial
El oro se ha convertido en uno de los valores más destacados durante la actual guerra comercial. Como activo tradicionalmente defensivo, se ha beneficiado significativamente de los crecientes temores a una desaceleración económica provocada por la escalada de las tensiones comerciales. A diferencia de los activos cíclicos como la renta variable, el oro ha ofrecido estabilidad sistemáticamente.
Los conflictos comerciales han provocado presiones inflacionistas al hacer subir los precios de los bienes sobre los que se imponen los aranceles en Estados Unidos y entre los países que han tomado represalias. Históricamente, el oro prospera durante los periodos inflacionistas, lo que aumenta aún más su atractivo. Las tensiones geopolíticas han contribuido a la fortaleza del oro, exacerbada por las tensas alianzas internacionales y los intermitentes esfuerzos de paz en Oriente Medio y Rusia. Esta incertidumbre suele favorecer al oro.
Además, el dólar estadounidense se ha debilitado sustancialmente, cayendo casi un 10 % en lo que va de año, lo que aumenta el atractivo del oro en términos de dólares. A pesar de los recientes repuntes de los rendimientos del Tesoro estadounidense, el oro ha mantenido su impulso alcista, reafirmando su condición de activo refugio.
La ansiedad de los inversores aumentó aún más tras las críticas del presidente Trump a la independencia de la Reserva Federal (Fed), impulsando brevemente al oro a un máximo intradía de 3.500 USD/onza el 22 de abril de 2025. Aunque los precios se moderaron ligeramente, la preocupación por la impredecible política monetaria estadounidense alimenta la demanda de oro. Nuestro reciente informe sobre las perspectivas del oro hasta el primer trimestre de 2026 prevé un precio base del oro de 3.610 USD/onza. Sin embargo, este consenso se estableció antes del Día de la Liberación. En un escenario más alcista, caracterizado por una mayor depreciación del dólar y una caída de los rendimientos de los bonos (potencialmente impulsada por los recortes de tipos de la Fed en respuesta a las presiones del mercado laboral), vemos potencial para que el oro supere los 4.210 USD/onza.
Bitcoin: oro digital para una era digital
El bitcoin ha demostrado una notable resiliencia en medio de la volatilidad del mercado provocada por las incertidumbres comerciales. A pesar de las fuertes ventas tras el anuncio de los aranceles el 2 de abril, el bitcoin se estabilizó cerca de los 83.000 dólares, incluso cuando la renta variable se desplomó. Tras caer brevemente hasta los 75.000 dólares, el bitcoin se recuperó rápidamente y superó los 90.000 dólares el 22 de abril, lo que supone una fuerte subida del 10 % desde el shock inicial provocado por los aranceles, superando significativamente al Nasdaq.
Con Trump presionando al presidente de la Fed, Jerome Powell, el papel del bitcoin como una cobertura macroeconómica políticamente neutral y de oferta limitada, similar al oro digital, parece estar ganando más tracción. A medida que la desglobalización y la incertidumbre política reconfiguran los mercados, el bitcoin, como alternativa dinámica al oro, puede atraer a los inversores que buscan una cobertura macro y resiliente mientras experimentamos estos cambios de régimen. El entorno actual, marcado por la caída de los precios de los bonos y la debilidad del dólar, recuerda el clásico escenario del "vigilante de los bonos" (bond vigilante), lo que aumenta aún más el atractivo del bitcoin.
Además, los vientos de cola para las criptomonedas refuerzan estas perspectivas. La adopción institucional, incluidos los ETFs de bitcoin y el aumento de las asignaciones por parte de las tesorerías de las empresas, refuerza esta tendencia. Además, la confirmación de Paul Atkins como un presidente de la SEC que está a favor de las criptomonedas, e iniciativas como la Reserva Estratégica de Bitcoin, señalan un entorno regulatorio estadounidense favorable bajo la administración Trump, preparando el terreno para un crecimiento sostenido de esta clase de criptoactivos.
Resiliencia bancaria: CoCos en un entorno de aranceles elevados
En medio de la volatilidad de los mercados impulsada por los aranceles, los bonos convertibles contingentes (CoCos) del sector bancario destacan como opciones de inversión atractivas. Al ofrecer actualmente diferenciales ampliados cercanos a los 400 puntos básicos, los CoCos representan atractivas oportunidades de rentabilidad.
Gráfica 1: los bonos CoCos ofrecen atractivas oportunidades de rentabilidad

Fuente: WisdomTree, Markit. Periodo comprendido entre el 1 de octubre de 2015 y el 23 de abril de 2025. Los cálculos incluyen datos contrastados. OAS es el diferencial ajustado a la opción comunicado por Markit y se basa en la ponderación efectiva del valor de mercado ajustado a la duración. Las fechas de reestructuración financiera utilizadas en el cálculo del OAS de los bonos individuales se restablecen al final del mes en caso de que no se rescaten los bonos. Este método de cálculo repercute en las cifras de OAS del índice intramensual hasta que se reajustan las fechas de reestructuración. La estrategia está representada por el índice iBoxx Contingent Convertible Liquid Developed Europe AT1. La rentabilidad histórica no es indicativa de la rentabilidad a futuro y cualquier inversión puede perder valor.
En la actualidad, los bancos gozan de su mejor situación financiera en décadas, destacada por unos coeficientes de capital Common Equity Tier 1 (CET1) sin precedentes y unos niveles de morosidad históricamente bajos. Estos sólidos colchones de capital equipan a los bancos excepcionalmente bien para resistir posibles shocks económicos, diferenciándolos de sectores más vulnerables como el manufacturero o el agrícola.
Es importante destacar que los bancos no se enfrentan a ningún impacto directo de las subidas arancelarias. Su exposición es indirecta y tardía, ya que se produce más tarde en el ciclo económico a través de la angustia de los clientes si el desempleo aumenta sustancialmente. Este retraso inherente ofrece a los bancos un tiempo crucial de adaptación, proporcionando a los inversores un instrumento defensivo, pero de alto rendimiento, en medio de la incertidumbre reinante.
Euro: estabilidad en medio de la incertidumbre por las políticas de EE. UU.
Tradicionalmente, los inversores que buscaban estabilidad favorecían al dólar estadounidense, pero la reciente imprevisibilidad de las políticas estadounidenses ha cambiado esta dinámica. El euro se ha revalorizado notablemente, un 11 % frente al dólar desde enero[4]. Esta apreciación indica un cambio más amplio en la psicología del mercado hacia Europa, impulsado por la disminución de la confianza en la previsibilidad de la política económica estadounidense.
Las perspectivas económicas europeas, aunque modestas, muestran resiliencia, con un crecimiento del 0,8% el año pasado y una expansión prevista del 1,3% para el año 2025. La confianza se ha reforzado aún más gracias al paquete de estímulo de 1 billón de euros de Alemania centrado en iniciativas de defensa, infraestructuras y clima. Este ambicioso plan fiscal, financiado mediante nuevas emisiones de bonos, aumenta la liquidez del mercado y atrae capital extranjero que en busca de alternativas a los bonos del Tesoro estadounidense.
Además, la divergencia de la política monetaria, caracterizada por unos tipos de interés más bajos del Banco Central Europeo (BCE) en relación con los tipos más altos de la Reserva Federal, normalmente favorecería un dólar estadounidense más fuerte. Sin embargo, los inversores están dando prioridad actualmente a la estabilidad política y económica percibida en Europa por encima de las ventajas de rentabilidad. Este cambio ha reforzado el apetito de los inversores por los activos denominados en euros a pesar de la dinámica tradicional de los tipos de interés.
Gráfica 2: el par de divisas EUR/USD rompe el vínculo con el diferencial de rendimiento a corto plazo

Fuente: Bloomberg y WisdomTree a 24 de abril de 2025. La rentabilidad histórica no es indicativa de la rentabilidad a futuro y cualquier inversión puede perder valor.
Sin embargo, sigue habiendo vientos en contra. El arancel estadounidense pendiente sobre los productos de la UE podría alterar significativamente el crecimiento de la eurozona, afectando especialmente a Alemania, dependiente de las exportaciones. La reticencia política, sobre todo de los Estados del norte de Europa, a una mayor integración fiscal mediante la emisión conjunta de deuda (eurobonos), sigue siendo un reto. Aun así, los mercados de opciones se posicionan a favor de nuevas subidas del euro, y los datos ponen de relieve que los traders, incluidos los hedge funds, apuntan a un movimiento por encima de 1,20 dólares en los próximos tres a seis meses.
Aunque la fortaleza actual del euro refleja la confianza frente a la imprevisibilidad estadounidense, su durabilidad depende en gran medida de la capacidad de Europa para convertir el favor del mercado a corto plazo en una cohesión económica sostenible.
Conclusión: nuevos paradigmas en la inversión en activos refugio
En medio de la persistente volatilidad de la política comercial estadounidense, los refugios tradicionales están evolucionando. El oro sigue siendo un elemento básico, pero los activos digitales como el bitcoin, los instrumentos bancarios resilientes como los CoCos y el euro están ganando terreno. Los inversores diversifican cada vez más sus estrategias para desenvolverse en este complejo panorama. Estos activos refugio emergentes reflejan no solo una postura defensiva, sino una adaptación estratégica a la actual incertidumbre mundial.