Desde 1960 en España la población por encima de los 65 años se ha más que duplicado. La economía española vive momentos de transformación a cuenta de esta dinámica, entre los cuales destaca la reforma pendiente de las pensiones públicas. Pero no sólo eso, la longevidad tiende a desplazar el gasto desde el ocio hacia inversiones a largo plazo y la población con más edad también demanda productos con menor riesgo y mayor liquidez.

El estudio ‘Longevidad y cambio en el ahorro y la inversión’ de la Fundación de Estudios Financieros (FEF) y la gestora Fidelity apunta además que los hogares españoles con personas jubiladas registraron crecimientos de la renta del 4% anual desde 2005 al 2015. Este aumento del poder adquisitivo de la gente más mayor fue posible gracias a que las bases de cotización de los pensionistas más recientes son superiores a los de las de generaciones anteriores, generando pensiones más altas.

Mientras en el caso de los jóvenes su poder adquisitivo se vio mermado durante los mismos años años debido al desempleo, la inflación y la devaluación que han sufrido los salarios en España a cuenta de la crisis económica. De media, los sueldos de los españoles cayeron un 9,2% entre 2008 y 2014, según las estadísticas del INE.

Pese a que el saneamiento de la posición financiera de las familias se incrementa a lo largo de los años cuando se consiguen mejores salarios o la inversión en la compra de vivienda en propiedad se reduce, el estudio señala que el 60% de las familias hasta más de lo que ingresa, lo que les obliga a recurrir al endeudamiento de forma continua. “La familias españolas tienen una propensión muy grande a endeudarse y aunque ha habido un cierto desapalacamiento de la deuda de los hogares en los últimos años esto es algo generalizado en el tiempo. Estos desequilibrios a la larga siempre se pagan”, crítica Javier Santacruz, autor del informe y economista en la Universidad de Essex (Reino Unido).

“Por primera vez en la historia las empresas y el sector financiero están reduciendo deuda, por lo que España presenta superávit de cuenta corriente, algo que no sucedía en los mejores años de expansión económica. Como diriamos los economistas, España está financiando al resto del mundo. Sin embargo, el ratio de endeudamiento sobre ingresos de las familias españolas es de un 200%, una auténtica barbaridad”, comenta Santacruz.

AUMENTA EL GASTO SANITARIO, CAE EN EDUCACIÓN

El estudio que compara el consumo y el ahorro de España, Alemania, Reino Unido, China y Japón muestra que España es el país que menos gasta en educación, tanto pública como privada. La reducción más importante se produce entre los jóvenes, mientras que las familias con hijos, a partir de los 35-45 años, incrementan estos gastos en menor proporción que el resto de países del entorno español. Por su parte, el gasto sanitario refleja una subida anual acumulada del 7% en los hogares más jóvenes debido al mayor diagnóstico de enfermedades corrientes como la atención bucodental, virus, alergias u otras enfermedades corrientes.

Otra tendencia que analiza el estudio son los productos de inversión que más demanda una población envejecida. En el caso español, esta tendencia se manifiesta en un incremento en la propensión a invertir en productos con alta liquidez, fondos de inversión y seguros de vida y ahorro. Por su parte, la inversión en vivienda se mantiene estable en el entorno del 50%.

Santacruz indica que España está a tiempo de poder revertir esta situación con más ahorro, previsión a largo plazo y una mejor gestión de su riqueza. “Pero esto empieza en cada uno de nosotros, no es algo que venga sólo por las reformas del Gobierno y que se deban reflejar en el BOE”, explica el autor del informe.

Sebastián Velasco, director de Fidelity en España y Portugal, apunta que además de las reformas del Gobierno tiene que acompañarse de “una mayor conciencia ciudadana sobre el ahorro, algo que no está ocurriendo, un asesoramiento de calidad de las gestoras y las entidades bancarias y que además este asesoramiento llegue con soluciones de inversión como productos que hasta ahora no están llegando a la sociedad españolas”.

Velasco pone como ejemplo el caso de los fondos target que lanzó en los años 90 Fidelity junto al banco Wells Fargo. “Es un fondo que se debe contratar al menos 20 años antes de la jubilación, que se inicia con una gran exposición a la renta variable y a lo largo de los años el fondo se va haciendo más defensivo con productos de renta fija y termina toda la cartera como liquidez. La población más envejecida demanda productos más defensivos, y es un producto que ha tenido gran aceptación en el mercado anglosajón”, comenta.