Hay que partir de la premisa de que existe una cadena de valor alrededor de la gestión de activos de la banca de inversión, que cuesta muy caro mantener, y a la que le interesa que el inversor se fie del ruido de los mercados para sobrevivir. Sin embargo, según los expertos de la gestión pasiva, está demostrado históricamente que el asset alocation (en castellano, localización de activos) de las grandes firmas no se traduce en mayores rentabilidades. De la industria de la gestión de activos, menos del 15% de los productos baten los índices a más a diez años, según Finizens.
Realmente, asegura el Co-CEO y socio fundador de esta firma, Martín Huete, “nadie sabe nada” de lo que va a ocurrir. Las variables son tantas que nadie parece tener la fórmula mágica de la rentabilidad y fiarse de complicados análisis y gurús puede salir muy caro. En concreto, hasta un 85% más caro que la gestión pasiva.
Esos son los cálculos que maneja la firma que se jacta de ser la líder del mercado nacional, por rapidez de crecimiento, y europeo, por diversificación de oferta, de la gestión pasiva. Según Finizens, las mujeres y los millennials serán los verdaderos artífices del desenmacaramiento de la importancia de esquivar las comisiones que se embolsa la tradicional banca de inversión, como ha ocurrido en otros sectores como el de las aerolíneas.
Si empezamos a interesarnos por la rentabilidad ganada después de siete años de haber invertido, lo cierto es que el diferencial entre el 2.5% de comisión promedio que cobra la tradicional banca de inversión, frente hasta el 0,15% del servicio del que presume esta casa nacida hace apenas dos años, se amplía en muchos ceros. Es decir, que aumentando el horizonte a 30 años, una inversión de 5 millones de euros se ahorraría 3 millones. En el caso de una de 100.000 el cerdito engordaría en 300.000 euros.
Eso son muchos dígitos a sumar al rendimiento obtenido, por lo que los estudios auguran que en 2022 más del 50% del capital invertido en los mercados será mediante inversión pasiva automatizada, porque la tecnología ha llegado para quedarse.
En EEUU, la tendencia de concentración de flujos en este tipo de gestoras se ha acelerado mucho más, según confirma el estudio Global Asset Management 2017 de The Boston Consulting Group, bajo el título “La ventaja de la Innovación”. En esta línea crece también en Europa, aunque a un ritmo menor que en Estados Unidos. En el Viejo Continente, señala Martín Huete este tipo de gestión supone un 20%, mientras que en España, tan solo un 1%, por el momento. “En España algo va a cambiar porque el sitema tradicional está basado en la generación de comsiones que repercute directamente el en partícipe, al inversor de banca privada, porque la industria le ha hecho creer que invertir es muy complicado. De esta manera, toda la cadena de valor está dominada por la gestión bancaria, por lo que desprecian la gestión tecnológica”.
Sin embargo, según el experto la regulación y transparencia exigida por MiFID II va a hacer que las comisiones cobren una importancia vital. “Se prevé que el 10% de la gestión de activos en el año 2020 sea automatizada o roboadvisor".
“La oferta tradicional se ha quedado ineficiente, obsoleta e inadecuada para responder a las necesidades de los inversores, que cada día están mejor informados y son más exigentes”, apuntaba Giorgio Semenzato, Co-fundador y CEO de Finizens en la presentación de su último servicio con el que pretende posicionar a su casa como el referente en la gestión de altos patrimonios en España mediante la inversión pasiva, supervisada por la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.
Durante la puesta de largo de su producto premium, tanto Semenzato como Huete se han esforzado por alabar el papel de la comunicación para dar a conocer estos nuevos modelos de gestión que suponen una “revolución, como lo supusieron las aerolíneas de bajo coste en su momento”, ya que “cuentan con la misma seguridad” que los servicios de la banca de inversión y aportan un ahorro nada despreciable.
“Hay otra forma de ganar dinero”. La de invertir, olvidarse y volver a mirar la cuenta a los siete años. La de “comprar el mundo y disfrutar de la vida”. La de “obtener rentabilidad aguantando la volatilidad”. La de “lograr la paz enfrentando la guerra”, enfatizan los CEO de la firma que se comunica con sus clientes a través de Twitter, Facebook y Linkedin.
