En mayo le tocó el turno a la Renta Variable Nacional, categoría que bate a sus referentes al alcanzar una rentabilidad del 2,82%, la más alta del mes respecto a otras categorías y con ello, llega a una rentabilidad del 12,74% en lo que va del año, seguida por la Renta Variable Internacional con 10,31%.  Rentabilidades de doble dígito y que podrían ir a más si se materializa la llegada de los recursos del Plan de Recuperación para Europa Next Generation.

El apetito inversor va viento en popa según apuntan los flujos del mes, con suscripciones netas de casi 2.000 millones de euros y que representan el 85% del incremento mensual del patrimonio. Con ello, en lo que va del segundo trimestre los flujos rondarían los 4.130 millones de euros, apuntando (a falta de un mes) a poder ser el mejor segundo trimestre desde 2017, aunque a un ritmo menor que el alcanzado en el primer trimestre. Si tomamos en cuenta las entradas acumuladas en el año, rozan ya los 11.000 millones de euros, cifra no vista 2015.

Los inversores vuelven a mirar a la Renta Fija

La Renta Fija sigue siendo la categoría líder por cuota de patrimonio (con un 25%) y es aquella con mayor variación mensual en términos absolutos (1.124 millones de euros) y la tercera en términos relativos después de la renta variable nacional y retorno absoluto. También es la categoría líder en mayo por suscripciones netas con casi 1.073 millones de euros, lo que significa que a pesar de que la rentabilidad de la categoría en mayo fue marginalmente negativa, el inversor está modificando su asignación de activos debido tanto al fuerte recorrido que ha tenido la renta variable tras la pandemia, así como por un potencial repunte de los tipos de interés que favorecerían las posiciones de corta duración.

Los fondos garantizados, monetarios y de gestión pasiva fueron las tres únicas categorías que registraron salidas netas, que suman en su conjunto 672 millones de euros.

¿Momento para la Renta Variable Nacional?

Respecto a la Renta Variable, la internacional registró un incremento mensual del 1% en activos, explicado en un 75% por entradas netas de flujos y el resto es por efecto mercado; lo opuesto en la RV Nacional donde solo un 34,5% del crecimiento mensual del patrimonio es proveniente de nuevos flujos.

De los más de 60 fondos de renta variable España que se comercializan en nuestro país, solo hay uno que supera los 500 millones de euros, cuatro que superan los 200 millones y diez que superan los 100 millones. Hay doce fondos con un patrimonio menor a 10 millones de euros, y un gran número de fondos cuyo patrimonio está entre los 11 millones y los 90 millones.

Entre los 10 mayores fondos por patrimonio solo hay dos fondos que registran flujos positivos en lo que va del año, el Santander Acciones Españolas (algo más de 81,2 millones de euros, habiendo sido su mejor mes el de marzo – según datos de Morningstar) y el Caixabank Master RV España (cerca de 149 millones de euros, donde todos los meses han sido de suscripciones netas). De los restantes, por magnitud de flujos negativos se ven afectados el Santander Small Caps España (42,3 millones de euros) y el Santalucía Espabolsa (en torno a los 20 millones), no habiendo registrado ningún mes con flujos positivos. 

Como se observa en el cuadro superior, en lo que va del año los fondos small&mid caps España se han quedado por detrás. Sin embargo consideramos que son los fondos más atractivos dada la perspectiva de una recuperación cíclica europea. A pesar de los temores de inflación revividos por las palabras de la Fed del miércoles, consideramos que es oportuno posicionarse en estos activos con tan reducido seguimiento por parte de los analistas. En especial nos gusta el Santander Small Caps, gestionado por Lola Solana, que ha demostrado permanencia en el tiempo no sólo del fondo sino de la propia gestora, con una recompensa adecuada a sus partícipes en el largo plazo.

Apostamos por la Renta Variable Nacional, principalmente por las small caps que se han quedado algo rezagadas en este rally y creemos que sería una gran oportunidad para posicionarse en el activo, siempre considerando el largo plazo.