La solidez de la tradición financiera italiana ha sabido adaptarse a los cambios del entorno global sin perder su esencia. Desde el papel histórico de la banca en el norte del país hasta la evolución moderna de las gestoras de activos, Italia ha cultivado una visión estratégica basada en la estabilidad, la diversificación y una gestión prudente del riesgo. Este enfoque, que combina experiencia y adaptación, se ha convertido en un referente dentro del panorama europeo de la inversión.
En este contexto, el reciente encuentro organizado por Estrategias de Inversión de la mano de Eurizon, una de las gestoras más destacadas del país, puso el foco en los grandes interrogantes que marcan el ritmo de los mercados en 2025. A través de una experiencia diferente con expertos en gestión de activos, se debatieron tanto los desafíos que podrían alterar la recuperación económica como las áreas que presentan mayor potencial de crecimiento.
Los participantes coincidieron en que la incertidumbre geopolítica, la persistencia de una inflación estructural en algunas regiones y el ajuste de las políticas monetarias siguen siendo los principales focos de riesgo a corto y medio plazo. Sin embargo, también señalaron oportunidades claras.
Fueron dos los grandes temas a tener en cuenta durante el encuentro: cuáles son los mayores riesgos que estamos viendo actualmente en los mercados y dónde se están viendo más oportunidades de cara a la segunda parte del año. De todo ello, nos dieron sus opiniones e ideas de inversión los siguientes profesionales:
Bruno Patain, Country Head Iberia de Eurizon y Jorge Diaz San Segundo, director de Ventas senior para España y Portugal de Eurizon
¿Cuáles son los mayores riesgos que estáis viendo actualmente en los mercados?
Bruno Patain: Lo que estamos viendo últimamente son dos fenómenos que están afectando la deuda pública. Estados Unidos ha perdido su último rating máximo, Muidiz lo acaba de bajar. Hemos visto algo de tensión ya en el mercado de deuda pública norteamericana. Y en Japón estamos viendo algo parecido. Entonces son dos factores bastante recientes, muy recientes incluso. Y nos podemos preguntar si se van a resolver gracias a la intervención de la FED o del Banco de Japón, o si podría desencadenar algunas consecuencias en los mercados.
Jorge Díaz: La verdad que es un tema bastante peligroso. Ya vimos una escalada del 4 al 4,5 con la guerra de aranceles con China. Una vez que hubo esa escalada, cedió, pero de nuevo parece ser que vuelva a la carga el bono americano. Es un tema bastante peligroso. Todos sabemos la presión que tiene Jerome Powell con respecto a rebajar tipos. De momento parece que no cede, pero si sigue así en esta dinámica va a estar en una encrucijada, la verdad.
Bruno Patain: Sí, entonces básicamente no nos preocupa mucho. Pero no obstante, creemos que son dos factores que hay que mirar bastante de cerca. Y ver cómo los mercados reaccionan y sobre todo cómo los bancos centrales reaccionan y a ver si va a haber medidas o no. Pero está claro que una deuda japonesa que paga más, como una deuda americana que paga más a largo plazo, puede implicar que inversores decidan cambiar un poco su asignación de activos y, por un lado, apostar porque paga más; o al contrario, preocupados de que esto podría degenerar y provocar más problemas en general. Ahora mismo estamos en este momento de esperar y de ver cómo reaccionan los bancos centrales. Pero sí que son dos cosas que estamos mirando de muy cerca y siguiendo de muy cerca.
¿Dónde estáis viendo más oportunidades de cara a la segunda parte del año?
Bruno Patain: Últimamente hablando con clientes, vemos que el high yield europeo, por ejemplo, está recuperando interés porque se espera que los tipos en Europa bajen aún más dentro de poco. Dicho esto, a fecha de hoy, la deuda pública europea paga muy bien y, de hecho, permite compensar el impacto de la inflación. Es decir, vemos que es algo positivo estar en deuda pública y tiene sentido. Tal vez en plazos más cortos, en caso de preocupación en los mercados. Pero, luego, si queremos un poquito más de chicha o de picante, pues el high yield europeo últimamente, los clientes estaban más cautelosos, no muy animados, digamos, pero en las últimas semanas vemos un renovado interés.
Jorge Díaz: Sí, porque desde el punto de vista de spreads es un poco la queja que vemos, ¿no? No pagan tanto spread con respecto al que pagan los gobiernos. Pero desde el punto de vista de rentabilidad absoluta, sí, porque nos olvidamos de que cuando los spreads estaban algo más amplios, los tipos en Europa estaban cercanos a cero, con lo cual, digamos, en yield absoluta, pagaban menos. Con lo cual, con esta escalada un poco que hubo con el tema de los aranceles, se quedó, digamos, unas yields muy atractivas en el high yield europeo, entre el 5,5% y el 6%. Ahora han relajado antes, pero los fundamentales que hay atrás son muy positivos. La tasa de default es bajísima, alrededor del 3%. Tenemos un maturity wall muy reducido para este año, con lo cual las necesidades de refinanciación de las compañías van a ser muy bajas. Y, sin embargo, la demanda de papel va a ser muy fuerte. Entonces, estos fundamentales realmente consolidan la posición de que tomar posibilidades en el high yield europeo, pensamos que esa volatilidad que pueda tener con ciertos vaivenes en el mercado, sí a un horizonte de un año, claramente, pues tenemos un catch-up yield muy interesante.
Victoria Torre, Responsable de Oferta Digital de Self Bank
¿Cuáles son los mayores riesgos que estáis viendo actualmente en los mercados?
Entre los principales riesgos no puede faltar la incertidumbre que se ha generado a raíz de la política arancelaria de Trump. No es solo que se puedan llegar a imponer una serie de aranceles que dañen el crecimiento económico, sino la impredecibilidad sobre los que podrían ponerse en marcha y los niveles que alcanzarían. En las últimas semanas, Trump se ha movido entre anuncios, amenazas y prórrogas, que generan un alto grado de incertidumbre que no favorece en absoluto a las bolsas.
Sin irnos de EEUU, otro riesgo es la situación presupuestaria de EEUU. No es un tema nuevo, en los últimos años ha preocupado el déficit estructural y el incremento de los niveles de endeudamiento, pero la situación se agrava por las implicaciones de la política arancelaria. De momento, ya hemos visto cómo EEUU perdía la última AAA que le quedaba, la de Moody´s, la situación impacta en la confianza hacia el país y el dólar ya no tiene su tradicional consideración de activo refugio. En las últimas horas se ha vuelto a hablar de un aumento de la posibilidad de que EEUU pudiera llegar a un impago; si no se eleva o se suspende el techo de la deuda, EEUU podría agotar su capacidad de endeudamiento ese mes.
¿Dónde estáis viendo más oportunidades de cara a la segunda parte del año?
Entre las principales oportunidades en este contexto, seguimos destacando la inversión en megatendencias.
Salud, entre los sectores defensivos, presenta unas valoraciones atractivas tras ser castigado por factores políticos y regulatorios en EEUU, a la vez que se prevé una fuerte recuperación de los beneficios y balances sólidos. La Administración Trump está presionando para reducir el coste de los medicamentos para su sistema de salud, lo cual ha bastado para deprimir las cotizaciones de muchas compañías del sector; pero el escenario que se está barajando es excesivamente negativo y no se corresponde con las previsiones de beneficios de las empresas de salud, que se verán impulsadas por las grandes innovaciones tecnológicas y terapéuticas.
También Infraestructuras podría tener recorrido en el actual escenario. Se esperan importantes inversiones en generación y redes para poder hacer frente a la creciente demanda de electricidad para los centros de datos, la IA y la electrificación de la industria. Estas inversiones también tienen otros destinos, como las infraestructuras energéticas, tecnológicas y de transporte.
A pesar de estar cotizando a niveles exigentes, el sector de infraestructuras combina dos factores muy interesantes: por un lado, es un sector relativamente defensivo y, a la vez, está expuesto a crecimiento estructural, con altas barreras de entrada, flujos de caja robustos y predecibles incluso en fases de desaceleración económica, y con retornos ligados a la inflación.
Samuel Pérez, Analista de Fondos de Inversión de Tressis
¿Cuáles son los mayores riesgos que estáis viendo actualmente en los mercados?
Las tensiones geopolíticas y los recientes cambios en las relaciones comerciales internacionales han cobrado protagonismo en los últimos meses. Aunque en muchos casos estas iniciativas responden a estrategias de presión para renegociar acuerdos en condiciones más favorables, lo cierto es que, a medio plazo, podrían tener un impacto significativo sobre el crecimiento económico global.
Relacionado estrechamente con el punto anterior, uno de los mayores riesgos que estamos viendo es la toma de decisiones sin un fundamento económico que la respalde. Para muestra, un botón. En menos de dos meses, gestores de fondos de inversión encuestados por Bank of America (“What is the most likely outcome for the global economy in the next 12 months?”) pasaron de otorgar una probabilidad del 11% al hecho de que la economía global experimentase un aterrizaje forzoso (hard langing) a un 49%. Este cambio se produjo entre los meses de marzo y abril.
¿Dónde estáis viendo más oportunidades de cara a la segunda parte del año?
Observamos grandes oportunidades en el crédito de grado de inversión (Investment Grade) y en la deuda soberana europea. En particular, consideramos que los bonos con vencimientos en el rango de 3 a 6 años presentan un elevado atractivo, ya que ofrecen una relación rentabilidad-riesgo favorable. Este tramo de la curva permite capturar niveles de rentabilidad interesantes con una volatilidad inferior a la que se observa en los extremos (tanto en los vencimientos más cortos, sujetos a decisiones de política monetaria, como en los más largos, más sensibles a las expectativas macroeconómicas de largo plazo).
Marta Campello, Socia y gestora de fondos de Abante Asesores
¿Cuáles son los mayores riesgos que estáis viendo actualmente en los mercados?
En lo que llevamos de año, los mercados están respondiendo principalmente a la incertidumbre que ha generado el inicio del mandato de Donald Trump en la Casa Blanca. Lo que en un primer momento parecía un liderazgo orientado a impulsar el crecimiento económico y favorecer a las empresas ha terminado convirtiéndose en una fuente recurrente de tensión. La política comercial de su administración, especialmente en lo relativo a la guerra arancelaria con otras economías, es probablemente el factor que determinará la dirección de los mercados en los próximos meses.
La reciente pausa en la aplicación de tarifas arancelarias provocó un rebote significativo en los activos de riesgo, pero ese alivio podría ser temporal. Si finalmente se implementan nuevos aranceles, tanto las compañías como los consumidores podrían verse afectados de forma directa, lo que previsiblemente tendría consecuencias negativas para el comportamiento de los mercados. Parte del daño ya está hecho: muchas empresas están postergando decisiones de inversión y acumulando inventarios como medida de precaución, lo que tendrá un impacto visible en el corto plazo.
A este contexto se suma la creciente tensión en torno a los techos de deuda de las principales economías. Los inversores están empezando a exigir mayores primas por prestar dinero a largo plazo a países con niveles elevados de deuda y déficits estructurales preocupantes. Esta dinámica limita la capacidad de los gobiernos para estimular el crecimiento mediante políticas fiscales expansivas, al tiempo que añade presión tanto al coste de financiación de los estados como a la estabilidad de sus divisas.
Por último, no se puede perder de vista el deterioro del escenario geopolítico, con conflictos activos que afectan directamente a economías desarrolladas, como el de Ucrania o la situación en Israel. Aunque su impacto económico directo puede ser más difícil de cuantificar, la incertidumbre que generan contribuye a elevar la volatilidad y a reducir el apetito por el riesgo en determinadas regiones y activos.
¿Dónde estáis viendo más oportunidades de cara a la segunda parte del año?
A pesar de la fortaleza que han mostrado los mercados en los últimos dos años, seguimos identificando segmentos con valoraciones razonables y potencial atractivo de revalorización. Uno de ellos es el sector salud. Se trata de un segmento tradicionalmente defensivo, que tiende a comportarse bien en la mayoría de fases del ciclo económico. En los últimos meses, sin embargo, se ha visto penalizado por ciertas noticias relacionadas con la presión política, en particular por los comentarios de Donald Trump instando al sector a reducir los costes para el consumidor. A esto se han sumado algunos episodios idiosincráticos que han afectado a compañías concretas. Todo ello ha contribuido a generar oportunidades para incorporar a cartera negocios sólidos a valoraciones más asequibles.
Otro segmento que ha quedado rezagado y que empieza a despertar interés es el de las pequeñas compañías estadounidenses. Se trata de un mercado muy influido por el contexto macroeconómico y por la evolución de los tipos de interés. En ese sentido, una eventual bajada de tipos por parte de la Fed, junto con políticas de desregulación como las que ha defendido Trump, podrían favorecer la recuperación de estas empresas, especialmente aquellas más centradas en el mercado doméstico.
El sector tecnológico, por su parte, representa para nosotros una tendencia estructural de largo plazo en la que tiene sentido mantenerse invertido de forma sostenida. La disrupción tecnológica no es una moda coyuntural, sino una transformación profunda que redefine modelos de negocio, productividad y cadenas de valor. En ese contexto, la inteligencia artificial está empezando a marcar diferencias. Creemos que la capacidad de las compañías para monetizar eficazmente las oportunidades que brinda esta tecnología será un factor determinante para distinguir a los futuros ganadores dentro del sector. La velocidad de adopción y el retorno sobre esa inversión en IA serán claves para generar ventajas competitivas sostenibles.
En el ámbito de la renta fija, vemos oportunidades interesantes en crédito corporativo europeo investment grade. Este segmento ofrece una rentabilidad atractiva en relación con el riesgo asumido, y margen de apreciación si se materializasen bajadas de tipos adicionales por parte del BCE. Además, permite mantener una exposición prudente, con compañías sólidas y balances robustos, en un entorno todavía marcado por la incertidumbre.
Pilar Cañabate, Gestora de carteras de Andbank WM
¿Cuáles son los mayores riesgos que estáis viendo actualmente en los mercados?
Pese a la estabilidad que ha otorgado a los mercados el retraso en la implementación de los aranceles y las negociaciones con Europa creemos que es pronto para cantar victoria y que la guerra arancelaria continúa siendo el principal riesgo actualmente.
Durante la temporada de resultados, numerosas empresas no se han atrevido a dar un guidance para próximos trimestres por la falta de visibilidad. Una nueva escalada de tensiones puede reactivar esta incertidumbre e intensificar las presiones inflacionistas. Aunque hemos visto una moderación en algunos indicadores, las expectativas de inflación a medio y largo plazo siguen siendo una preocupación que podría obligar a la Reserva Federal a mantener una postura restrictiva por más tiempo del previsto afectando negativamente al crecimiento económico y a los activos de riesgo.
Como vimos en abril, los mercados reaccionan con nerviosismo ante cualquier señal de inestabilidad y esto junto a algunas valoraciones elevadas podría generar nuevamente correcciones significativas.
En resumen, los riesgos comerciales e inflacionarios son los que más nos preocupan y exigen una gestión prudente y una vigilancia constante de los datos económicos.
¿Dónde estáis viendo más oportunidades de cara a la segunda parte del año?
En Renta fija seguimos viendo oportunidades en bonos Europeos con duraciones medias y calidad crediticia investment grade. La rentabilidad de los bonos con estas características se sitúa sobre el 3%. Ante un potencial entorno de bajadas de tipos y un menor crecimiento nos proporcionarían equilibrio en la cartera debido a su menor volatilidad respecto a tramos más largos y unos niveles de spreads que tienden a mantenerse estables.
En Renta Variable vemos atractivo todo el segmento de semiconductores e infraestructuras de centros de datos. Los principales drivers que vemos en este sector son: una demanda estructural alta y en continuo crecimiento, barreras de entrada causadas por una necesidad de inversión masiva en I+D y el auge de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático. Tras las últimas caídas hemos encontrado valoraciones atractivas en compañías como AMD o Applied Materials.
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