¿Ha cambiado vuestra visión de los mercados del 2025 de mayo a esta parte final del año? ¿Qué tipo de productos de ahorro e inversión han tenido mejor funcionamiento en este contexto y por qué?

La verdad es que sí ha cambiado la visión. Ha cambiado la visión desde mayo, porque una vez que pasamos, digamos, la mini crisis de abril, fundamentalmente el “Día de la Liberación”, etc, donde las previsiones macro realmente se vinieron abajo. La posibilidad de que hubiera una recesión en Estados Unidos, la posibilidad de que hubiera un mal paso, en la economía mundial de la mano de las restricciones comerciales, de la mano del déficit americano, etc, la verdad que todo eso ha cambiado bastante. 

Yo creo que ha tenido mucho que ver el hecho de que la geopolítica, que es un asunto extraordinariamente importante, poco a poco ha ido siendo parte del día a día de los mercados y digamos que ahora genera rendimientos decrecientes; es decir, cada vez no es que importe menos, aunque sí que es verdad que los impactos de tipo geopolítico tienen que ser muy, muy, muy fuertes para que afecten al mercado. 

En ese sentido, vemos que la economía se parece más a lo que pensábamos que podía ser antes de las selecciones americanas del año pasado; es decir, un mundo en el cual el crecimiento es razonable. Probablemente Estados Unidos con una ligera curva de descendente, en el caso de España probablemente también, en el caso de Europa al revés, una ligera curva ascendente, con una inflación que se mantiene en zonas más contenidas de lo que estaba hace un año o dos años, pero que se resiste a bajar. Es decir, un contexto general razonablemente bueno para los mercados, con unos tipos de interés cercanos a zonas de equilibrio y en ese sentido, la verdad que un mundo bastante ideal. 

A partir de ahora tenemos que ir viendo porque surgen nuevos problemas, surge el tema de cómo van a evolucionar los tipos de interés, cómo va a evolucionar la inflación. Pero sí, en términos generales, la verdad es que vemos un mundo mejor del que se podía ver hace 6 o 7 meses.

¿Qué activos y regiones han funcionado mejor para la renta fija y la deuda en este año? ¿Tienen exposición a ellas en la cartera de inversiones financieras de Mutualidad?

En Mutualidad la verdad, fundamentalmente el activo principal es renta fija, más del 80% de la cartera es renta fija. Y en ese sentido la renta fija, siempre se suele decir que está mucho más cerca de la macroeconomía que, por ejemplo, la renta variable. La renta variable, pues, tiene en cuenta no solo macro, tiene en cuenta fundamentalmente beneficio empresarial, tiene en cuenta también mucho sentimiento del mercado y en ese sentido, pues, digamos, suele tener algo más de volatilidad. 

Nuestros principales activos y, digamos, donde hemos puesto más el foco son los activos de renta fija de calidad. El hecho de que los tipos de interés hayan subido nos permite, por ejemplo, pues, bajar algo la duración de la cartera; es decir, bajar algo el riesgo en términos de duración, la exposición o la sensibilidad de los tipos de interés y la verdad que en ese sentido ha sido un muy buen año de inversión. En términos generales, la deuda pública la ha hecho muy bien, esencialmente porque los bonos alemanes se han mantenido en zonas razonablemente altas. Eso significa que da un sostén a todo lo que es el mercado renta fija para invertir, muy bueno. Si además, un poco nuestra visión, no solamente este año, sino de años anteriores, es que poco a poco las curvas tienen que ir normalizando, la verdad que la renta fija se ha comportado de una manera muy correcta. 

La renta variable en todo caso, yo creo que ha sido el activo que mejor lo ha hecho a lo largo del año, en especial, por ejemplo, la renta variable española, de la mano de un ciclo macroeconómico un poquito más positivo. Y la verdad que en ese sentido salvo que veamos un final de año en el que tengamos algún tipo de pinchazo, que puede venir por algún problema, sobre todo de sobrevaloración en algún tipo de sector, fundamentalmente el tecnológico, pues la verdad que va a ser un buen año de bolsa.

Para todos aquellos inversores que tengan ese perfil un poco más agresivo como es la bolsa, pues la verdad que va a ser un buen año. Mutualidad en ese sentido participa también de los mercados de renta variable, en una medida menor, debido a que nuestro perfil de inversión es más conservador.

¿Cómo ha sido vuestra estrategia de inversiones financieras en 2025? ¿La habéis ajustado a lo largo del año en función de los acontecimientos? ¿Qué peso tienen las inversiones sostenibles y qué resultados os da?

Las inversiones sostenibles son parte de nuestro ADN. Es decir, todas las inversiones que realiza Mutualidad, todas, renta fija, variable, etcétera, deben pasar unos criterios de sostenibilidad. 

Sostenibilidad no la entendemos solamente como una moda, no la entendemos solamente como medio ambiente, etc, lo entendemos realmente como exactamente lo que dice la palabra, sostenible a largo plazo. La intención es hacer cartera, que sea de calidad y que sea una cartera que perdure en el tiempo con los menos problemas posibles; y en ese sentido la sostenibilidad es una medida de riesgo muy buena, tanto en las tres letras, la E, la S y la G, la parte de medio ambiente, la parte social y la parte de gobernanza. En ese sentido, tiene una parte importante en cada una de las inversiones, pero además, de manera específica por nuestra política de inversiones, tenemos definido que primamos determinadas inversiones. En el caso de los bonos, por ejemplo, los bonos verdes, los bonos sociales, etc, hemos hecho más de 300 millones de euros de inversiones este año en bonos verdes, azules y sociales. Y también en el capítulo de los fondos de inversión, no puedo entrar ningún fondo en la cartera que no sea artículo 8 o 9 de SFDR, en ese sentido, muy importante. 

¿Cómo ha evolucionado la cartera? Pues la verdad que este año, hemos primado la renta fija, en la medida en la que hemos visto rentabilidades muy elevadas y hemos sido muy tácticos en renta variable. En renta variable invertimos con razonable fuerza de manera táctica durante las caídas del mes de abril con toda la volatilidad que tuvimos en la época del TACO. Pero es verdad que de manera estratégica y de cara a fin de año hemos reducido algo el peso en renta variable y eso sí, nos mantenemos positivos con la renta fija, desde el punto de vista de inversión; desde el punto de vista de valoración, seguramente tendremos que esperar año que viene, o incluso más adelante para ver valoraciones, es decir, rentabilidades más bajas, precios más altos en la renta fija, seguramente de cara al futuro.

¿Qué previsiones macro y de mercados manejáis para el 2026? ¿Cómo esperáis que sea el impacto en la rentabilidad de las inversiones financieras de la compañía?

La macro para 2026 la vemos razonablemente bien. 

Es verdad que los riesgos son muy altos, tenemos riesgos de tipo geopolítico, tenemos riesgos relacionados con involución en la inflación, probablemente sea uno de los riesgos más altos y sobre todo, que veamos un cambio de tendencia en los tipos de interés. En todo caso, nuestras previsiones para el año que viene, de lo que nos hablan es de una Europa que poco a poco va mejorando su crecimiento de la mano de un mayor gasto, mayor inversión, fundamentalmente temas de infraestructuras, temas de defensa, etcétera. En el caso concreto de España, la verdad que se parecería un poquito más a la economía norteamericana, vemos algo de crecimiento más suave para el año que viene, este año vamos a crecer en cotas claramente por encima del 2,5%, probablemente más cercanas al 3%; en el caso del año que viene, vemos algo de bajada más bien hacia las cotas del 2%. También en Estados Unidos vemos algo parecido, en Estados Unidos vemos un aterrizaje suave de la economía, salvo problema muy grande o un recrudecimiento muy notable de la guerra arancelaria, lo cual no está ahora mismo encima de la mesa, no vemos una recesión en Estados Unidos. Por lo tanto, digamos que la primera economía del mundo seguiría dando tracción para que el mundo vaya evolucionando. 

La inflación la vemos con serías restricciones a bajar. En el caso europeo más cercano al 2%, en el caso americano más cercano casi al 3%, pero son inflaciones con las cuales se puede convivir. En ese sentido probablemente, lo que sí vemos que los tipos de interés han llegado a un nivel cercano, sino final de su recorrido a la baja. 

En todo caso, vemos una macroeconomía razonable, un mundo estructuralmente distinto de lo que hemos vivido en la época pre-COVID, un mundo con más inflación, con tipos de interés más altos, y en ese sentido un mundo probablemente más normal. Más inflacionista también, por el tema de restricciones comerciales que evidentemente son más altas de las que había hace tres o cuatro años, y también con unos mercados de bloques y unas restricciones comerciales que hacen un mundo sensiblemente distinto del mundo tan líquido o del mundo tan globalizado que teníamos hace una década.