Dado el fuerte avance del petróleo tras el ataque de Israel a instalaciones iraníes, ¿cómo estais ajustando sus estrategias de inversión en sectores energéticos y en compañías vinculadas al crudo?
Nosotros, hasta el momento, no hemos hecho ningún tipo de cambio, o sea, mantenemos el mismo asset allocation. Sí que es verdad que cuando hay coyunturas geopolíticas en este sentido, nosotros siempre tenemos la idea de seguir el mismo patrón de actuación. Seguimos las valoraciones de las cotizaciones y si efectivamente se genera alguna oportunidad en alguna de las caídas, pues valoramos, o si efectivamente en alguna de las inversiones que tenemos, o asignación de activos, pues los precios han corrido ya excesivamente, vemos si reducimos exposición.
En cuanto al posicionamiento que teníamos en energía más bien fósil, que es lo que está afectando especialmente en esta coyuntura, con estas tensiones en Oriente Medio, pues será más o menos neutral. Es verdad que las valoraciones que nosotros consideramos respecto a su histórico, sí que son atractivas, especialmente las compañías de extracción y refino de petróleo en Europa, pero nosotros no estamos tan a gusto, por eso de ese posicionamiento neutral, de la variabilidad y de la dependencia un poco del movimiento de una materia prima, que lo podemos extrapolar al crudo o a otro tipo de commodities, por eso un poco de nuestro posicionamiento. Pero por el momento, como no somos tan seguidores de precios, pues nos mantenemos un poco sin cambios y neutrales en nuestro asset allocation con los clientes.
En un contexto de escalada geopolítica en Oriente Medio, con mayor aversión al riesgo en los mercados, el oro y la deuda pública se postulan como refugios. ¿En qué porcentaje estáis reforzando estas clases de activo en carteras de clientes conservadores?
Hay que entender que nuestro posicionamiento desde hace meses, especialmente por las valoraciones que habían alcanzado ciertos sectores de renta variable, veníamos mayoritariamente en todos los perfiles de riesgo con un posicionamiento muy defensivo.
Si hablamos de los perfiles más conservadores, pues actualmente tenemos aproximadamente un 20% de renta variable que podríamos estar en niveles superiores y en renta fija, básicamente por dividirlo, en deuda estamos más o menos expuestos en países desarrollados donde los tipos reales o la curva de tipos todavía es positiva; es decir, donde los tipos nominales son superiores a una inflación normalizada, una inflación esperada. Es decir, nos gusta UK, nos gusta Australia, nos gusta Estados Unidos y tampoco estamos muy expuestos a duración de tipos de interés. Más o menos la duración es conservadora, no supera los 5 años.
A nivel de crédito, preferimos crédito investment grade y lo que tenemos de high yield, ya que los diferenciales están en mínimos históricos; es decir, lo que paga la deuda peor respecto al gobierno, pues lo que tenemos es muy corto plazo y muy seleccionado en ese sentido.
Y en cuanto al oro, nosotros no tenemos una inversión en asset allocation directa. Tenemos algo indirecto, quizás en alguna minera y por qué, porque en nuestra forma un poco de valorar, el oro como materia prima no genera flujos de caja, entonces no nos permite hacer una valoración. Esto nos hace que sea difícil dar un precio objetivo a ese tipo de activo. Y además, que ahora está un poco tan de moda, sí que nosotros pensamos que la devaluación de las monedas fiat tiene sentido que estratégicamente esté las carteras, tener una exposición al oro, pero hay que tener presente que mucha gente que invirtió a principios de la década anterior en el oro, sobre los dos mil dólares la onza, ha estado prácticamente una década o más sin ganar dinero. Es decir, que el oro es un activo volátil y que en términos nominales y en términos reales hay gente que ha estado más de 10 o 12 años sin recuperar la inversión, no es un activo lineal y estos riesgos hay que conocerlos.
Con las Bolsas europeas y asiáticas cayendo alrededor de un 1–2 % tras el ataque, ¿consideráis esto una oportunidad de entrada en renta variable, o prefieren mantenerse al margen hasta una clarificación geopolítica?
Hasta el momento los activos de riesgo prácticamente no han sufrido. En estos casos nosotros siempre actuamos de la misma manera, siguiendo el plan y si vemos que los activos de riesgo corrigen lo suficiente en activos los cuales nosotros seguimos y los consideramos de calidad y el precio nos da ese margen de seguridad siempre lo utilizamos como una oportunidad, en general la volatilidad como inversores a largo plazo que somos.
Nuestro posicionamiento en renta variable, un poco completando la pregunta, es bastante defensivo y sí que tenemos un sesgo o una preferencia desde hace ya meses, sobre todo, por el segmento de pequeñas y medianas compañías europeas. El segmento de las grandes compañías tecnológicas americanas pues también llevamos tiempo infraponderados más que nada porque las valoraciones que han alcanzado, a pesar de la caída del día de la liberación y la recuperación, desde nuestro juicio todavía son elevadas y pueden poner un poco en riesgo pues retornos futuros en aquellas carteras un poco más dinámicas o más agresivas.
¿Cómo complementáis la gestión activa y la indexada en la selección de producto dentro de las carteras cuando surgen eventos como estos ataques, que inciden directamente en materias primas y divisas?
Nosotros independientemente de este tipo de eventos el cómo complementamos la gestión indexado y la gestión activa nos da un poco igual, seguimos un poco el mismo proceso.
Somos bastante pragmáticos y nada dogmáticos, entonces creemos que las dos gestiones tienen una complementariedad. ¿De qué depende? Del tipo de activo en el que invirtamos. Es verdad que hay tipos de activos, y por eso ha funcionado muy bien la gestión indexada, que a nivel de diversificación, simplicidad, eficiencia la gestión indexada ha funcionado en grandes índices como puede ser el SP500 porque son tan eficientes que es muy difícil que un gestor activo lo pueda batir a largo plazo. Pero parece que un poco la gestión activa donde hay gestores y muy buenos y que han demostrado batir al mercado y generar al alpha a largo plazo parece que se ha olvidado y hay segmentos, quizás, menos eficientes o índices de pequeña y mediana capitalización, los sectores un poco más perdidos por el mercado actualmente, donde sí que queremos que que hay valor. Y además no sólo eso, sino que hay gestores que en ese tipo de activos son capaces de generar ese valor y de aportar valor a largo plazo.
Entonces, complementariedad y por nuestra parte, mucho pragmatismo.
Mirando más allá de Oriente Medio, con tensiones comerciales y elecciones en varios países, ¿cuáles son vuestras perspectivas?
No somos muy amigos de hacer perspectivas porque al final nuestro planteamiento y lo que nos ha funcionado y nos funciona es seguir nuestra metodología y cuando ocurren ciertos eventos o, como ocurrió el día de liberación, tenemos claro cómo actuar.
Es cierto que la tendencia global, desde hace ya años, no actualmente es de desglobalización, protecionismo económico y esto pues en muchos casos no es el mejor de los mundos para las empresas; de ahí las tensiones, pero como puede cambiar de un día a otro es difícil crear, a día de hoy, un marco de actuación.
¿Qué tipología de empresas que son las que nosotros especialmente nos gustan se pueden ver menos afectadas en una tendencia que parece que ya va a ser estructural, no sabemos con qué nivel de aranceles? Aquellas compañías, sobre todo, que tengan poder de fijación de precios, que sean de mayor calidad y que se puedan proteger más de la competencia. Si al final me suben los impuestos y estoy compitiendo en un sector valga redundancia muy competitivo y no tengo capacidad de trasladar ese precio a mi cliente, voy a perder margen. Yo tengo una empresa o estoy en una industria, en una compañía de calidad con altos márgenes donde yo puedo trasladar ese precio a mi cliente final, quizás ese tipo de compañías son las que mejor se van a proteger en una tendencia estructural.
Pero es realmente muy difícil hacer unas perspectivas y nosotros no somos muy amigos. Siempre decimos que, mejor tener un proceso que una opinión y que la opinión pues está muy bien para comentarla, pero es poco útil desde nuestro punto de vista.