
Sí, has leído bien: el sector cotiza con una rebaja del -32% sobre su NAV. Una anomalía histórica que recuerda más a una oportunidad de rebote que a un síntoma estructural. Y aquí es donde entra en juego el fondo DPAM B Real Estate Europe Dividend Sustainable, que podría ser el billete perfecto para aprovechar esta ineficiencia del mercado.

Fuente: Morgan Stanley Research
Entrar en una tienda y ver el traje perfecto con un descuento de más del 30% es un chollo. Más aún cuando hablamos del mercado inmobiliario en el que todo el mundo quiere participar, pero los precios son muy elevados. Quizá no sea el sector que más te guste. Pero si te parece un sector europeo en el que mirar, no dejes de leer.
Los datos del sector siguen siendo bastante buenos. Con unas tasas de ocupación del 97%, apenas hay edificios vacíos; las rentas siguen generando entre un 2 y un 3% anual; y la deuda ha pasado de los alarmantes 14 veces EBITDA a un más moderado 9 veces. Además, el PER medio del sector es de 13, más bajo que en los momentos de la gran crisis posterior al 2007.
Desde DPAM proponen tres escenarios principales. En el primero y más pesimista, si no se reconoce el valor del sector, estima una rentabilidad del entorno del 9% entre el dividendo (5%) y el crecimiento del NAV (4%). Peor hay otro escenario mejor. Si el descuento que hay actualmente se reduce al 25%, la rentabilidad total podría alcanzar el 19%. Y dan un tercer escenario, en el que el descuento se reduce hasta el 20%, en el que la rentabilidad podría alcanzar un fantástico 26%.
Centrándonos más en el fondo, destacaría su disciplina de selección. No se lanza de cabeza a cualquier ladrillo cotizado, sino que prioriza: retail, logística (favorecido por el impulso de la inversión en defensa europea) y salud (residencias de mayores, por ejemplo), apoyado en la tendencia estructural del envejecimiento de la población. Además, se concentra en geografías con alta calidad institucional y activos de primera, como Francia, Alemania, Bélgica y los Países Bajos.
Tras años complicados por el COVID y el endurecimiento monetario, las condiciones empiezan a normalizarse. Los costes de financiación han bajado del 6% al 4%, el mercado de deuda vuelve a estar abierto, y las compañías ya empiezan a emitir bonos para financiar crecimiento. Incluso han vuelto las operaciones corporativas: cuando el capital privado empieza a comprar compañías del sector, suele ser una señal clara de que los precios actuales no reflejan su valor real.
El DPAM B Real Estate Europe Dividend Sustainable no es una apuesta ciega al rebote de un sector deprimido, sino una inversión fundamentada en activos de calidad, rentas estables y precios de derribo. Es como comprar un edificio de oficinas con inquilinos solventes, contratos a largo plazo y ubicación premium… pero a precio de garaje.
Para el inversor que busca una fuente de ingresos sostenibles vía dividendos, con potencial de revalorización y una tesis de inversión clara y bien argumentada, este fondo es una opción que merece estar en el radar.
A veces, las mejores oportunidades no están en lo que sube como un cohete, sino en lo que ha sido olvidado injustamente. Y si encima viene con un 32% de descuento, mejor que mejor.
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