¿Cómo creéis que pueden afectar las decisiones de Donald Trump en esta última parte del año? ¿Creéis que puede haber alguna sorpresa en los mercados?
Trump es una presidencia un tanto atípica en cuanto a la forma que tiene de comunicarse, en cuanto a la forma que tiene de acometer problemas, algunos en cima de la mesa y otros que aparecen un poco más por sorpresa.
Evidentemente este estilo de comunicación va a seguir afectando al mercado, tanto en las cosas que ya tenemos más o menos encima de la mesa, como todo lo que tiene que ver con política arancelaria, como otros asuntos que puedan surgir. Pero por lo general creo que el mercado también se va haciendo a ello y nos vamos acostumbrando a que de esos primeros anuncios un tanto espectaculares, luego terminan surgiendo cosas distintas de las que había, pero muchas veces más suavizadas con respecto a lo que fue el anuncio, los plazos se mueven.
Yo diría que, obviamente, el presidente de los Estados Unidos tiene muchísimo que decir y muchísima influencia que ejercer sobre los mercados. También diría que poco a poco nos vamos acostumbrando a que este tipo de anuncios terminan reconduciéndose o quedando en cosas que ahora mismo, ya con un año de experiencia en la presidencia de Trump, pues mirando a los mercados, lo cierto es que el resultado no podemos decir que sea malo. Con lo cual, ¿Afectará? Seguro que sí. ¿En qué quedará? Pues habrá que gestionarlo.
¿Siguen siendo los bancos una buena inversión para las carteras ahora?
Sí, nosotros seguimos pensando que el sector financiero es interesante en un entorno económico como el actual.
También es verdad que ya no contamos con las valoraciones tan tremendamente deprimidas que teníamos hace un par de años, y no hablemos ya, si nos retrotraemos un poquito más al momento en el que había una crisis financiera o al momento en el que había tipos negativos. Ahora mismo un banco vuelve a ser un negocio rentable, el capital de los bancos vuelve a ser un activo interesante y rentable, eso el mercado ya lo ha reflejado. Seguramente ya no podamos contar con esta recuperación explosiva desde un entorno donde, sobre todo en Europa, pues la mayor parte de los bancos, por no decir todos, cotizaban por debajo de su valor en libros y en algunos casos muy, muy por debajo de su valor en libros, seguramente esa oportunidad de comprar un sector tremendamente deprimido en valoraciones ya ha quedado atrás. Pero si miramos para adelante estamos en un entorno en el que la economía está creciendo, las condiciones de financiación son buenas, tenemos multitud de programas de inversión, especialmente en Europa, que alguna parte se canalizará directamente a través de los gobiernos o a través del mercado de bonos, pero también otra parte muy importante se canalizará a través de las entidades financieras. No vemos un entorno en el que las morosidades y por tanto las provisiones o el riesgo de los bancos tenga que incrementarse.
Con lo cual sí, el sector financiero en un momento más o menos procíclico como el que tenemos sigue siendo una parte importante de los índices en general y nosotros en particular mantenemos una visión positiva sobre él.
Con respecto al oro, ¿qué les decís a vuestros clientes? ¿Hay que seguir confiando en el metal dorado?
Lo que les decimos es que activo refugio no significa activo sin riesgo.
Obviamente el oro tradicionalmente ha servido como refugio y es un activo relativamente estable en las carteras, cuando algo tiene una revalorización tan importante en el corto plazo que hay una toma de beneficios, tampoco es algo que nos deba extrañar.
Nosotros pensamos que en un entorno en el cual las inflaciones siguen estando, no en un nivel tan elevado como teníamos, pero desde luego muy por encima de lo que hemos visto en ciclos anteriores, donde el dólar está en un entorno de mayor debilidad de lo que hemos estado acostumbrados, donde estamos viendo un movimiento de diversificación del propio dólar a nivel global en las carteras de inversión, solo hay que ver como ha rebotado por ejemplo Europa, Japón, o los emergentes; es decir, las carteras en general se están diversificando y el oro visto como un elemento de diversificación del dólar nos parece que tiene mucho sentido. Los bancos centrales como compradores siguen estando ahí, los compradores retail, por decirlo de alguna manera, siguen teniendo demanda y eso va a servir de soporte para el oro.
Eso sí, lo que no tenemos que acostumbrarnos o que pensar es que el oro es un activo que está ahí para darnos rentabilidades del 20% o del 30% en el año y mucho menos todos los años. Seguramente diría que si miramos la ventana chiquitita, seguramente ese no es el rol que el oro tiene que jugar en una cartera.
En la actualidad, vosotros qué pensáis, ¿está cambiando el ciclo económico o el ciclo de inversión?
Es una pregunta complicada porque nos llevaría a un debate un tanto filosófico de si va antes el huevo o la gallina.
Yo creo que el ciclo económico no está cambiando en exceso y si lo está haciendo, incluso diría que lo está haciendo para un pelín mejor. Ahí no hay que olvidarse de que no hablamos de la prehistoria, hace un año y medio o dos años lo que estábamos hablando era de las probabilidades de recesión que el mercado descontaba para Estados Unidos y por extensión para Europa, creo que ahora mismo eso está fuera de la mesa y lo que estamos viendo es un escenario de crecimiento, desde luego no por encima de potencial, pero crecimiento al fin y acabo, inflaciones controladas y que creo que estamos en un momento en el que el ciclo económico está menos en entredicho que nunca en los últimos tres, cuatro años.
Si hablo del ciclo de inversión es posible y es probable también que podamos estar viendo momentos de un cierto exceso de complacencia de los inversores al tomar riesgos y que ese exceso de complacencia o ese cierto confort de los mercados se puede traducir en una toma de beneficios en cualquier momento de cualquier mes. Ahora bien, también hay que saber discriminar muy bien lo que es una toma de beneficios, que es un movimiento dentro de una tendencia alcista, de lo que es revertir una tendencia alcista; es decir, meternos en un ciclo bajista donde no estamos hablando de que tengas una semana mala o un mes malo donde la bolsa te corrija, fíjate que voy a decir un 10% que en realidad es un mal mes. Si la pregunta es ¿puede haber una toma de beneficios? La respuesta es pues probablemente sí, la puede haber en cualquier momento. Si la pregunta es ¿se rompe el ciclo alcista y meterme en un ciclo bajista? Yo creo que no. Lo que deberíamos ver es un cambio de las condiciones crediticias, de las condiciones económicas, de las condiciones del mercado laboral y a día de hoy, en mi opinión, eso no se está viendo por ninguna parte.
Con lo cual, ¿es momento para hacer una toma agresiva de riesgos? Pues seguramente no. Sería mejor pautarlo en un período más largo para sacar un buen precio medio o aquellos que sean un poquito más aguerridos y busquen un poquito más el timing de mercado esperar a una corrección, o a una toma de beneficios para hacerlo. Pero, ¿el que esté invertido en algo parecido a su perfil tiene que preocuparse? En mi opinión tampoco.
Recomendamos mantenernos invertidos. De hecho nosotros estamos ligeramente sobreponderados en renta variable y no tiene ninguna pinta de que vayamos a cambiar esa posición en los próximos días ni en las próximas semanas.