Seguimos avanzando en este 2025 y la tónica continúa… Incertidumbre y volatilidad, ¿pensáis que será así todo el año?

La volatilidad y la incertidumbre son la tónica de 2025 y todo apunta que va a seguir así a lo largo del año. El escenario de inversión ha cambiado significativamente con la introducción de los aranceles por parte de la administración Trump y ha tenido un efecto sobre las expectativas de crecimiento y de inflación en Estados Unidos, unos aranceles que tienen el efecto de un impuesto y que supone una revisión del crecimiento a la baza; y por otro lado, unos aranceles que tienen un impacto en la inflación en forma de precios más elevados. Con lo que, de un escenario en el que estábamos creciendo de forma positiva, que esperábamos que se fuera gradualmente a potencial con una Reserva Federal que normaliza a tipos de interés, ahora estamos en una situación con menor crecimiento, masivas de presiones inflacionistas y una Fed que va a estar previsiblemente en pausa durante mucha parte del año debido a esta incertidumbre. 

Se ha disipado parte de la incertidumbre con la suspensión de 90 días en la parte de aranceles, también con las negociaciones rápidas y parece que fructíferas con muchos países y especialmente con China, pero todavía quedan muchos elementos de incertidumbre encima de la mesa. Con lo que sí que creemos que la incertidumbre va a seguir a lo largo de 2025 y estará presente y tenemos que tenerlo en cuenta a la hora de tomar nuestras decisiones de inversión.

Con todas las últimas noticias y los últimos meses, ¿pensáis que todo esto puede ser un punto de inflexión para EEUU?

Es todavía muy prematuro para ver si este punto de inflexión nos lleva a un escenario estructuralmente diferente, lo que sí que creemos es que es un punto de inflexión respecto de la estrategia o desde el escenario de inversión que teníamos antes. Como comentaba, sí que teníamos un escenario mucho más favorable y ahora sí que hemos cambiado, hemos virado, hemos tenido ese punto de inflexión hacia un escenario no tan favorable desde el punto de vista de crecimiento e inflación, esta combinación y también desde el punto de vista de la incertidumbre. Con lo que habrá que ver si estos efectos de la política de la administración Trump, esta ideología maga que tanto se comenta desde la elección del presidente Donald Trump, tendremos que ver si tienen implicaciones de forma estructural en la parte de crecimiento para Estados Unidos y en la relación con el resto del mundo. Quizá este mundo más multipolar al que vamos tenga implicaciones estructurales y que también configuren un escenario hacia adelante diferente. 

Todavía es muy prematuro para esto, lo que sí que vemos es que en el corto plazo el escenario está marcado por la incertidumbre y un entorno diferente de inversión con menor crecimiento y mayor inflación.

¿Habéis hecho rotación en las carteras para afrontar estos meses?

Dada la elevada incertidumbre con el inicio del mandato del presidente Trump y con el anuncio inicial de aranceles, decidimos tomar un enfoque mucho más prudente, más cauteloso, ya que creíamos que el escenario era muy asimétrico. Es decir, tenía mucho más riesgo a la baja que al alza, con lo que adoptamos esta prudencia, esta cautela a la hora de determinar nuestra estrategia de inversión y la aplicación en las carteras. Con lo que decidimos tomar un enfoque más cauto en la que sería la renta variable, ser mucho más selectivos, también en la parte de crédito de elevada rentabilidad, en el crédito high yield, decidimos hacer una estrategia más por activos no tanto en Estados Unidos, sino más fuera de Estados Unidos, con foco especialmente en Europa. 

También con la preferencia para unos mercados emergentes y dentro de la parte de renta fija, claramente, apostábamos también por la calidad, crédito de mejor calidad frente a baja calidad, también en soberanos y aquí también prefiriendo el soberano europeo, el soberano japonés frente a lo que sería el americano, ya que el foco de los riesgos es en Estados Unidos, es donde más se ha revisado el escenario de crecimiento y de inflación, pero tiene un impacto global. Con lo que la cautela y la prudencia fue la tónica en la gestión de las carteras.

Gestionábamos este entorno más incierto, también no solo con la prudencia, sino intentando aprovecharnos de este entorno de volatilidad para tomar aquellas oportunidades que fueran surgiendo. 

Es normal que, en muchas ocasiones, los nervios superen a la templanza en bolsa, pero ¿cuál sería el consejo para los inversores?

A los inversores les estaríamos dando un consejo de mantener la calma. Estar, ahora más si cabe, disfrutando o aprovechándose de los beneficios de una gestión profesional, de una gestión pausada, con un proceso de inversión sólido y robusto; y centrarse mucho en lo que sería el horizonte de inversión. Es decir, no estar tan dominados por el corto plazo a la hora de tomar sus decisiones propias, que dejen a la gestión profesional hacer su trabajo en el corto plazo, que se entre en horizonte de inversión y tener un perfil de riesgo adecuado en sus inversiones. Es decir, que se sientan cómodos con la volatilidad en el corto plazo. 

Sabemos que es muy difícil, las noticias daban poca visibilidad a la del escenario hacia delante, pero sí que hay que también dar un mensaje positivo al final. Los episodios de volatilidad son temporales, el escenario de inversión puede parecer no muy positivo, pero conforme se va dirigiendo ese incertidumbre se van haciendo los números, al final los mercados tienden a recuperarlo con el tiempo. 

Con lo que cautela, aprovechar la gestión profesional de procesos de inversión sólidos y robustos; y horizonte de inversión y perfil de riesgo. Eso configura un cóctel que nos daría esa tranquilidad en los momentos donde parece que no hay más allá donde la incertidumbre domina y nos puede llevar a tomar decisiones que muchas veces son las menos apropiadas en ese entorno.