He tenido la suerte de reunirme con los cogestores del fondo Dries Dury y Tom Demacker y, una vez más me recuerdan los motivos de la confianza que le tengo a esta estrategia. Incluso en estos momentos más difíciles. Lo cual resulta lógico teniendo en cuenta que el fondo tiene casi un 50% en valores tecnológicos. 

En este entorno, muchos inversores han salido disparados, lo cual suele ser un error. DPAM ha preferido mantenerse firme en su estrategia de largo plazo, centrada en la calidad, la innovación sostenible y el análisis fundamental. Y lo cierto es que los números y las decisiones recientes les dan la razón.

Reconozco que en la conversación puse pequeñas trampas a estos dos genios de la inversión sobre el corto plazo. Pero su tesón de mantener la convicción del largo plazo me ha sorprendido tanto como gustado. El equipo gestor del fondo ha dejado claro que no quiere jugar al market timing. Nada de perseguir rallies ni caer en trampas de valoración. Aquí lo que importa es invertir en empresas que crezcan de forma estructural, que tengan modelos de negocio atractivos y que coticen a valoraciones razonables. Y, por supuesto, con ventajas competitivas duraderas.

La estructura barbell que emplean —combinando compañías consolidadas y futuras ganadoras— permite capturar crecimiento con control de riesgos. El sesgo hacia temáticas como IA, salud digital o eficiencia energética se complementa con una disciplina de valoración poco habitual en fondos de corte innovador. De hecho el PER medio del fondo ha caído drásticamente, lo cual les hace pensar en lo atractivo de la cartera. Y no solo por valoraciones, una de las cosas que siempre me ha gustado es el cómo juegan las temáticas y las posiciones sectoriales. Veamos algunos ejemplos concretos:

•    Microsoft: su negocio de IA (con Copilot y Azure) crece al 35% anual y ya representa el 40% de sus ingresos. Una barbaridad. Si encima añadimos un margen operativo creciente, tenemos una joya tech que cotiza a múltiplos razonables, sobre todo después de este de-rating que hemos comentado. 
•    Thermo Fisher: clásico de la tecnología médica, cotizando a PER 18x y con catalizadores claros tras el ciclo post-COVID. Además, con un perfil ESG impecable según los análisis internos del propio fondo.
•    Basic-Fit: sí, un gimnasio low-cost puede estar en una cartera tecnológica. Pero cuando se espera un free cash flow yield del 15%, la etiqueta es lo de menos. Y, aunque sea una pequeña posición, quiero ponerlo porque muchos conocerán el negocio. 
•    Banco Santander: PER de 7x, dividendos al 5% y recompra del 7%. Aquí no hay glamour, pero sí value bien seleccionado. Repito, value en este fondo. 

Y podríamos seguir con TSMC, ServiceNow, Universal Music, InPost… Todos casos con una tesis bien fundamentada, ventajas competitivas claras y valoraciones atractivas.

Uno de los aspectos más destacables es que el fondo cotiza ahora a un forward PE de 22x, cuando su media histórica era de 27x. Es decir, está “barato” dentro de su universo. Y ya sé que lo he mencionado, pero me parece importante en un fondo que tiene algunas de las 7 Magníficas y se le puede acusar de estar en valoraciones fuera de mercado. El dato mata al relato. 

Fuente: DPAM 

Y ojo al ROE (28%) y al margen neto (27%) del conjunto de la cartera, muy por encima del MSCI World. Además, la prima sobre el mercado ha caído desde el 50% hasta el 20%. En otras palabras, estamos pagando menos por compañías que crecen más, con mejor rentabilidad, menor endeudamiento y mayor capacidad de adaptación a entornos complicados.

Para terminar, una cosa que me ha encantado sobre la inversión en semiconductores, GPUs, e IA. Me contaban Dries y Tom que no es lo mismo una burbuja de hardware estático como sucedió en los años 2000 que una inversión en tecnología que mejora cada año. Como ha dicho Tom en la reunión: “la gente no invertía en cable en la burbuja dotcom porque el cable es el mismo que seguimos utilizando hoy... pero los chips mejoran año tras año, y con ellos se reinvierte más. Es decir, no invierto todo este año porque dejaré parte de la inversión para el año que viene, y parte para el siguiente…”. Y no solo hablamos de NVIDIA. La cartera tiene exposición a otros fabricantes, diseñadores y proveedores del ecosistema (Broadcom, TSMC, etc.).

El DPAM B Equities NEWGEMS Sustainable está siendo uno de los fondos más coherentes, desde mi punto de vista. En un mercado en el que la especulación a corto plazo se ha vuelto norma, este fondo apuesta por empresas que serán más fuertes en tres años, no en tres meses.