El proyecto de ley “Big, Beautiful Bill” del presidente Donald Trump puede impulsar el optimismo de los consumidores, pero ¿será a cambio de un aumento en las primas de riesgo de los activos estadounidenses y un debilitamiento del dólar?
En un contexto de tipos altos, consumo debilitado y tensiones geopolíticas, Pedro Santuy desgrana las claves para construir carteras robustas en 2025. Apuesta por la renta fija europea en tramos cortos, detecta el atractivo de la defensa europea y anticipa el potencial de los mercados emergentes si el dólar sigue depreciándose. ¿La herramienta ideal para capturar estas oportunidades? Los ETFs, por su flexibilidad, transparencia y capacidad de adaptación táctica y estratégica.
En los últimos tiempos las inversiones en LATAM no han parado de crecer. Ha aumentado el interés y flujo de capitales hacia América Latina, no solo por parte de los inversores locales, sino también por parte de los inversores internacionales. Y es que, son muchos los factores que impulsan el crecimiento de las inversiones allí como pueden ser las materias primas, indicadores macroeconómicos o incluso su exposición a EEUU o China como principales socios comerciales. Hablamos del presente y del futuro al otro lado del charco con Carlos Carranza, gestor de cartera de deuda de mercados emergentes en Allianz Global Investors; y Ernesto Revello, economista, asesor financiero certificado en gestión patrimonial e inversiones.
Se ha alcanzado un acuerdo comercial con Vietnam, mientras que las negociaciones con la UE, Japón, India y Corea avanzan con dificultad. De momento, la guerra arancelaria parece dejar poca huella en la economía estadounidense, como ilustran los indicadores mixtos del mercado laboral. Ambas cámaras del Congreso aprueban el «One Big Beautiful Bill» en una versión aún más expansiva que su borrador inicial.
En un momento en que el mercado se vuelve más selectivo y las valoraciones se ajustan, la IA sigue destacándose como una mega tendencia con un potencial disruptivo innegable. Carlos de Andrés, director de ventas en Iberia de WisdomTree, explica por qué invertir en IA a través de un ETF temático puede ser la clave para aprovechar toda la cadena de valor, diversificar riesgos y acceder tanto a gigantes tecnológicos como a empresas emergentes con alto potencial.
Con más de dos décadas de experiencia en banca, Aránzazu Griñán se incorporó a Creand Wealth Management en España hace un año y medio con una misión clara: reforzar la estructura organizativa y contribuir al cumplimiento del plan estratégico. Desde entonces, no solo ha impulsado el crecimiento del negocio y la apertura de nuevas oficinas, sino que también ha trabajado para poner en el centro al cliente y al equipo humano. En esta conversación, reflexiona sobre los retos actuales de la banca privada, el papel transformador de los directivos, la evolución del cliente, la digitalización y el valor de contar con más mujeres en puestos de responsabilidad.
Con unos fundamentales corporativos sólidos y unos rendimientos atractivos, los títulos de deuda de grado de inversión (calificación BBB/Baa y superior) pueden ayudar a los inversores a superar los posibles obstáculos al crecimiento.
El “efecto loto” se usa para describir superficies superhidrofóbicas: las gotas de agua prácticamente no se quedan en la superficie, sino que resbalan y se llevan la suciedad con ellas. Como los líquidos no llegan a adherirse, al pasar un paño queda todo limpio. Al igual que el agua sobre una hoja de loto, muchas de las incertidumbres parecen deslizarse por los mercados sin dejar rastro.
Primer semestre de 2025: importantes cuestiones políticas, pero sin repercusiones significativas en el comportamiento de los mercados, aparte de una volatilidad ocasional. Puntos a vigilar por los inversores en el segundo semestre: riesgo geopolítico, tensiones comerciales y déficit público estadounidense.
En un entorno marcado por la volatilidad y las dudas sobre la renta fija, Carlos Sánchez, asesor financiero de iCapital, desmonta uno de los mayores mitos de la inversión. Para Sánchez, una diversificación real no pasa por acumular productos, sino por construir carteras que combinen activos con comportamientos distintos, adaptándose a los objetivos de cada cliente y reduciendo riesgos a largo plazo.