Si miramos las criptos, ¿cuál es el balance en este 2025?
El 2025 ha sido muy positivo para el ecosistema. Hemos visto ya flujos bastante relevantes en los ETFs de Bitcoin, acumulando por encima del millón de bitcoins, desde que salieron estos ETFs a principios de 2024. Estamos viendo una adopción institucional, estamos viendo que los bancos que hace años se tomaban esto como una broma, ahora realmente se están metiendo en serio a plantearse, incluso trabajar con algunos de estos protocolos como puede ser Bitcoin y Ethereum o Solana.
En algunos de ellos las transacciones y el volumen de stablecoins está muy alto, viéndose superado en las últimas semanas. Hemos tocado ya los 50 trillones americanos de dólares en volumen de transacción de stablecoins durante este año y 300 mil millones de dólares que ya están en stablecoins. Las stablecoins son el principal éxito en el mundo de la tokenización de activos en estas plataformas de criptomonedas.
Por lo tanto, consideramos que ha sido un año muy bueno, un año donde se han afianzado estos proyectos y la tecnología y los proyectos y la demanda sigue su curso.
Estas últimas caídas del bitcoin ha puesto en alerta a los inversores, ¿cómo deben tomarse esas pausas?
Al final en cripto la volatilidad es inherente al activo. Nosotros siempre transmitimos que una caída en renta variable que sucede una vez cada década, esa caída del 40-50% que suele estar acompañada de eventos fortísimos de mercado, covid, Torres Gemelas… En cripto la vemos todos los años.
Las criptos, son un activo que tiene una volatillidad anualizada superior al 45% y por lo tanto caídas del 40% en promedio vamos a ver todos los años. De hecho, este año hemos tenido dos caídas fuertes, ya tuvimos una del 40% en abril, incluso más pronunciada que la de ahora. Quizá como coincidía con caídas de renta variable, no ha estado tanto en el foco. Ahora sí que está más en el foco, ya que la renta variable está prácticamente en máximos y, sin embargo, estamos viendo otra vez retrocesos en las criptos del 25% incluso 30% más en algunas de las altcoins.
Nosotros transmitimos esto como un momento de extremado pánico. Estamos viendo auténtica capitulación en el mercado de criptomonedas, en cuanto a futuros, indicadores de sentimiento, indicadores técnicos, etc. están marcando oportunidades de compra, oportunidades para realmente aquel que se estuviera planteando, incluir o no, este nuevo tipo de activo en cartera, consideramos que son semanas y momentos idóneos para hacerlo.
¿Hay que tenerlas en cartera en este 2026?
Por supuesto que sí.
A nosotros nos gusta transmitir que de todos los activos líquidos, ya las criptomonedas representan el 1,5% de ellos. Por lo tanto el que tenga un 0% en criptomonedas está tomando una cierta decisión activa de no tener este nuevo tipo de activo.
Entendemos que la volatilidad inherente al activo hace que, pues pesos por encima del 3% puedan ser excesivamente agresivos. Pero por supuesto que sí, yo creo que al final esto es un activo que ha nacido para quedarse, que está aquí, debe ser parte de las carteras. Y lo vemos en el caso de Fidelity donde en sus propios ETFs perfilados americanos, en el ETF conservador, equilibrado y agresivo ha decidido incluir ese 1%, 2% y 3%. Es decir, ya no es que lo digamos nosotros, lo dicen grandes casas gestoras que tienen décadas por detrás donde están asignando ese 1% a perfiles conservadores, 2% a perfiles equilibrados y 3% a perfiles agresivos.
¿Cuál sería la cartera idónea para vosotros?
En cuanto a criptos debes estar, debes incluirlo en cartera, alocaciones del 1,5% sería lo más acorde con ese índice. Pero quizás sobre esta alocación de carteras te hablaría sobre el riesgo, apenas aumenta riesgo esta inclusión del 1,5-2% de criptomonedas en cartera.
Gracias a su baja correlación, lo estamos viendo, mercado en máximos sin embargo las criptos retrocediendo, en meses futuros seguramente sucederá también lo contrario, un mercado que apenas se mueve y las criptos incrementando fortísimo su valor. Ahí es donde te das cuenta de que pequeñas dosis en cartera apenas incrementan tu riesgo, apenas incrementan tu máxima caída de la cartera y sin embargo te aporta muchísimo en términos de rentabilidad, incluso para perfiles más conservadores o más equilibrados.