Muchos gestores creen que la renta variable está cara, pero siguen sobreponderándola. ¿Cuál es el umbral que marcaríais para reducir riesgo en acciones y qué señales vigiláis de cerca?

Realmente no tenemos un umbral, porque el umbral lo daría si viéramos que el crecimiento económico pues en vez de ir a ir a más fuera a menos. 

La realidad es que como pensamos que el crecimiento va a ir mejorando pues también los beneficios empresariales van a ir mejorando y, por tanto, nuestra postura ahora mismo es que si el mercado cae deberíamos entrar.

Con la expectativa de recortes de tipos en EEUU frente a un BCE más cauteloso, ¿qué impacto preveéis en el dólar y en los flujos hacia emergentes y Europa?

Vimos un movimiento bastante fuerte de dinero desde, efectivamente, Estados Unidos hacia Europa en la primera parte del año un poco por la desconfianza o por las dudas que podría generar la nueva política de Donald Trump. Ese movimiento se sigue manteniendo, pero ya no es tan fuerte. ¿Por qué? Porque una vez que se ha superado los temas comerciales o por lo menos hay menos incertidumbre ligada a esto, ha vuelto el tema de la inteligencia artificial, las tecnológicas y eso ha hecho que se siga repartiendo que vuelva el dinero hacia Estados Unidos. 

La tendencia de Europa sigue estando, porque yo creo que en las bolsas europeas ahora o Europa importa y de nuevo vuelve a estar en las carteras. Realmente vemos el dólar como a 1,20 no mucho más bajo de lo que tenemos ahora, pensando un poco en que se va a mantener ese flujo de dinero hacia Europa y emergentes, pero que no nos olvidemos que todo lo que tiene que ver con la inteligencia artificial, con las nuevas tecnologías va a seguir tirando y eso lleva el dinero hacia Estados Unidos.

Deutsche Bank ha elevado su previsión para el oro a 4.000 dólares por onza en 2026. ¿Qué peso deberían tener hoy los activos refugio en las carteras?

Depende de qué activo refugio. Si hablamos del oro, nosotros más o menos ahora tenemos una apuesta por materias primas incluyendo el oro en torno al 2-3% de la cartera, en una cartera media. El problema es que no es fácil invertir en oro como tal porque al final buscar el oro físico en un ETF o un ETC realmente son productos más complejos, muchas veces para profesionales no es sencillo. Es más fácil a lo mejor hacerlo a través de algún fondo diversificado que ya tenga oro, pero sí más o menos en torno al 3% de las carteras. 

Los bonos, eso es diferente claro. Los bonos refugio ahora nosotros creemos que, tanto los bonos corporativos de alta calidad como los bonos públicos, pueden tener sentido en euros para quitar un poco el efecto dólar; y depende, para una cartera media pues en una cartera que tenga en torno un 50% en bolsa 50% de renta fija tendría en bonos públicos en torno un 20-25%. Tendría más bonos corporativos.

Con el auge de mercados privados e inversiones alternativas, ¿cómo equilibrar la búsqueda de rentabilidad con la necesidad de liquidez ante un posible repunte de la volatilidad?

Las inversiones alternativas lo que te dan, efectivamente, es diversificación. 

Creemos que tienen que estar, pero de nuevo un poco como el oro. En inversiones alternativas tenemos como un 2%, no tenemos mucho más en una cartera media y te dan ese plus de diversificación a costa, efectivamente, de que muchas veces la liquidez es menor.

En un mundo con mayor fragmentación comercial y tensiones geopolíticas, ¿qué sectores o regiones veis más expuestos y cuáles podrían salir reforzados?

Se mezcla el tema arancelario y comercial con esa apuesta por Europa y por esos paquetes de infraestructura y defensa. 

Entonces en Estados Unidos el mundo tecnológico nos sigue gustando, sobre todo porque van a bajar los tipos y está algo más aislado, aunque no mucho porque en su parte no es tanto por aranceles, sino por la regulación que pueden imponer el resto de países. Pero ahí nos sigue gustando el sector tecnológico.

En Europa, es verdad que el sector industrial puede estar amenazado por exportaciones, pero aún así nos sigue gustando porque creemos que toda la reconstrucción que se está haciendo del país en Alemania, toda esa apuesta por defensa e infraestructuras, pues puede favorecer al sector. Por tanto, industriales y sector financiero serían nuestros favoritos en Europa.