Una vez que se ha conocido el resultado del referéndum del Reino Unido. ¿Hay que reducir toda la exposición al Reino Unido?

El tema del Brexit ahora  mismo estamos todos trabajando muy en caliente después de que el pueblo británico haya hablado. En principio lo primero que podemos decir es que ha vencido el corazón al cerebro. Esto es algo que debemos los europeos analizar. Es lo que deben analizar los políticos europeos porque algo no funciona cuando no seduce al resto de los ciudadanos, que somos todos. Ahora tenemos países que pueden plantear lo mismo que ha sucedido en el Reino Unido como en el caso de Holanda o Francia. Eso invita a la reflexión. Ya no es solo en cuanto al PIB, que pueda crear una merma en torno al 1% o 2%, que ya es bastante. El problema que se abre es todas las implicaciones políticas, no solo por la dimisión de Cameron, sino por quién va a llevar a cabo la negociación. El proceso de desconexión es irreversible, pero hay que ver quién lo va a llevar a cabo. O es alguien fuerte o la negociación con el resto de los europeos no va a ser fácil. Si se lo pusieran fácil otros países podrían pensar que esto es un chollo. No cabe duda que los políticos lo estarán analizando.

Esto también tiene sus implicaciones en términos financieros. El primer consejo que doy es que no se actúe bajo la presión de la ansiedad. Una cosa es tomar una decisión que habría que haberla ido tomando a lo largo de las semanas previas al referéndum y otra cosa es justo en el pánico. Todas las decisiones que se toman en pánico no son decisiones acertadas porque esto es un ruido. Hay otros problemas a nivel de economía y geopolítica y sobre todo de valoraciones de mercados que son mucho más importantes, por ejemplo China. En segundo lugar, en los próximos días alejarse del epicentro del problema. Reducir la exposición a Europa, sobre todo por temas más políticos. En ese sentido apostaría más por Europa donde haya compañías que más allá de sí o no al brexit, que en la parte de deuda estén pagando sus compromisos. En la parte de bolsa que sobre todo estén premiando al accionista. Ahí sí reduciría algo de la exposición a Europa a favor de otras posiciones. Por ejemplo Estados Unidos. Me alejaría de empresas como los bancos, las mineras en Reino Unido, pero tendría en cuenta compañías en el Reino Unido que con una libra débil que podría no ser una mala decisión. Lo que tengo muy claro es que hay que tener mucho cuidado con la deuda periférica y las bolsas periféricas. Por eso mi recomendación es alejarse del epicentro de los problemas. No hay que actuar al calor de las caídas y dejarse llevar por ese pánico. Lo que no se haya hecho ya, llegamos tarde. Una vez que pase esto, tomar las posiciones con sensatez y detectar los riesgos reales además de controlarlos.

¿Esto puede abrir el melón para que en Estados Unidos también se produzcan correcciones más severas?

Cuando hay tormenta y empieza a llover va a salpicar a todo el mundo. Yo no sé si esto es una situación como Lehman Brothers pero a mí me preocupa la liquidez en los mercados de deuda. Lo venimos mucho advirtiendo. Se puede llegar a perder en los mercados de deuda. A mí preocupa eso. A nivel de los mercados bursátiles Estados Unidos es un socio comercial muy importante para Estados Unidos. Además en Estados Unidos hay elecciones y Donald Trump va a jugar una baza de lo que ha ocurrido. Seguramente en Escocia proponga un tratado privilegiado con Estados Unidos. A corto plazo vamos a tener días de enormes turbulencias y volatilidad. La coordinación de los bancos centrales es muy importante, que hasta ahora son compradores de paz. Ahora es muy importante que actúen de una forma coordinada. Evidentemente la Reserva Federal actúe de la mano del Banco de Inglaterra, el BCE y el Banco de Japón, precisamente para inyectar liquidez y que el mercado no caiga. Claro que va a tener repercusiones a nivel de economía. Creo que será mucho más a nivel político, porque es una ventana que hasta ahora no se había abierto. Es un camino muy complejo a nivel político que tiene sus repercusiones a nivel económico y financiero. Puede haber una cierta decepción en cuanto a datos macro como confianza del consumidor o datos de inversión. Si se trabaja rápido a nivel político y se llega a un acuerdo lo antes posible se puede encapsular este problema. Si no se hace rápido lo que hoy es un ruido, se podría enquistar y podría ser un efecto dominó que tenga sus repercusiones más importantes al resto del mundo.

¿Sería partidario ahora mismo de la gestión activa o la gestión pasiva?

En estos momentos para los próximos meses los cuatro pilares que deben ser fundamentales ahora mismo en una cartera en primer lugar es la cautela. En un doble sentido: liquidez y luego exposición a mercados de riesgo tanto de bolsa como de deuda por debajo de la exposición a neutralidad. En segundo lugar, flexibilidad. Es vital contar con productos que tengan gestores de gestión activa con cierta vocación patrimonialista que por ejemplo en este tipo de eventos sufran menos que los mercados y que cuando haya rebotes, que los habrá, lo aprovechen. La tercera clave es la protección, que nos la pueden dar ciertos productos que estén comprando volatilidad. En cuarto lugar, calidad. Sí bolsa, pero a través de la calidad, que estará en empresas que sigan premiando al accionista bien con recompra de acciones o bien con la política de dividendos. Creo que la gestión activa y pasiva tiene que formar parte de la cartera de un inversor en estos momentos. La gestión pasiva se puede hacer a través de fondos cotizados en euros pero con muy baja comisión de gestión. También podría ser un elemento muy importante en la gestión pasiva todo lo que pueda ser posiciones de trading. La gestión activa en dos variables: el talento y la flexibilidad.

El oro ha alcanzado en las últimas semanas niveles máximos de los últimos años y el yen actúa como refugio. ¿Hay algunos fondos para sacar partido del metal dorado o la divisa japonesa como manera de proteger nuestra cartera?

 Incluso el franco suizo también. La forma más fácil en el caso del yen y el franco suizo son fondos monetarios. Así de sencillo. El oro se puede jugar a través de determinados fondos de inversión que tienen posiciones en oro físico. El oro también se puede jugar comprando acciones de mineras, que están mucho menos apalancadas. La situación de apalancamiento que tenían era enorme, pero ahora han reducido su endeudamiento. En segundo en comprar oro físico directamente a través de fondos cotizados. Tampoco hay que olvidar el dólar que es un activo refugio.