En un contexto de tipos de interés elevados y crecimiento económico desigual, ¿cómo estáis ajustando las carteras de los inversores más conservadores? ¿Hay apetito por la renta fija o sigue habiendo dudas?
Dentro de la renta fija creemos que todavía siga habiendo valor, especialmente para los clientes más conservadores, para aquellos inversores más cautelosos, creemos que la renta fija es el activo donde estar, sobre todo la parte del crédito corporativo de alta calidad. Somos conscientes de que los diferenciales con los gobiernos son muy estrechos, pero todavía a nivel de yield nos parece que son atractivas.
Luego, quizá, en la parte de los monetarios como tipo de activo llevan dos años prácticamente siendo un muy buen lugar donde estar, pero es cierto que la rentabilidad va cayendo y lo lógico es que vaya a ir disminuyendo; entonces para estos inversores que están en monetarios sí que recomendaríamos ir ampliando plazos. Tampoco ir a tramos muy largos, pero, en general un segmento donde estar para los clientes más conservadores entre los tres o cuatro años, podría ser un buen lugar donde estar en la renta fija.
Con el repunte del proteccionismo y las amenazas arancelarias entre potencias como EE.UU., China y la UE, ¿qué impacto veis en los mercados y cómo se protege una cartera ante este tipo de riesgos geopolíticos?
En general es complicado en el sentido de que primero hay que calcular las probabilidades de que ocurre un evento, que a veces no es sencillo; y luego, una vez que ocurre, ver el efecto que puede tener en las carteras.
Por ejemplo, ahora con el caso que hemos tenido recientemente en Irán ha sorprendido en general al mercado el escaso efecto que ha tenido. Quizá ha tenido más efecto en el mercado del petróleo, pero fue un movimiento prácticamente de ida y vuelta y también la duración del evento fue relativamente baja. En cambio, por ejemplo, la parte de los aranceles, todo el tema de las políticas comerciales de Estados Unidos ha tenido mucha influencia en el mercado. Entonces, es verdad que intentamos ir haciendo ajustes en función de las probabilidades de que se den ciertos eventos y del efecto que pueden tener, pero sobre todo tratamos de fijarnos en los fundamentales porque creemos que es lo que tiene sentido.
Ahora, por ejemplo, estamos inmersos ya en la presentación de resultados del segundo trimestre y creemos que es aquí donde tenemos que fijarnos más. Somos conscientes de que los eventos que puede haber geopolíticos o eventos, quizá, un poco externos tienen influencia en el mercado, pero sobre todo tratamos de identificar los fundamentales y ver por dónde puede ir el mercado.
En un año marcado por la resiliencia de los mercados estadounidenses y la incertidumbre en Europa, ¿dónde veis las mejores oportunidades de inversión en renta variable a medio plazo?
La renta variable este año, en cierto modo, ha sorprendido bastante, porque si nos fijamos en dónde estamos ahora, en realidad la mayoría de los índices están en positivo.
Es cierto que, quizá, Estados Unidos es un poco engañoso porque para el inversor en euros si no ha cubierto la divisa nos encontramos en una situación de rentabilidades negativas. Pero después de Liberation Day y el rebote que se ha dado por las extensiones que anunció Trump, hemos visto como hay un rebote fuerte desde entonces en el mercado americano.
Europa, contra todo pronóstico, si hablamos de cómo estaba el consenso del mercado a finales de 2024, está teniendo un año bastante positivo que era algo que no ocurría hace tiempo.
Y luego, incluso, el mercado chino que pensamos que podía sufrir bastante, ya a tres años que no lo estaba haciendo bien y, de hecho, tenía bastantes problemas. Hay dudas sobre la economía que todavía se mantienen, digamos que también el efecto de la guerra comercial podía perjudicarle, pero hemos visto cómo, por ahora, lo que se está imponiendo son los estímulos que está generando el gobierno chino.
Entonces, en cuanto al potencial somos conscientes de que las valoraciones son exigentes, sobre todo en mercados como el americano, pero seguiríamos estando en el mercado.
Si tuviera que resumir diríamos que tenemos una posición constructiva, aunque con cierta cautela y en el europeo sí que se ha ido incrementando la posición en lo que llevamos de año.
¿Qué papel juegan ahora los activos alternativos en las carteras de vuestros clientes? ¿Ha cambiado su peso estratégico frente a años anteriores?
En general, los últimos años ha aumentado la posición en los alternativos, sobre todo en posiciones más ilíquidas. Es un proceso que se lleva dando los últimos cuatro o cinco años en el mercado, en lo que se llama “la democratización” de los activos alternativos. Antes era algo que estaba destinado prácticamente sólo a los grandes institucionales y ahora está llegando a clientes de la banca privada, se han bajado los mínimos de inversión.
Sí que creemos que, por un lado, tiene sentido porque es algo que creemos que puede aportar descorrelación, puede permitir entrar en otro tipo de mercados que quizá no estaban al alcance de la mano hasta hace relativamente poco. Pero también somos muy conscientes de la falta de ilíquidez que puede haber en estos activos. Y lo que creemos es, sobre todo, que cuando un inversor entre que sea consciente de las limitaciones que hay y también de las partes negativas que puede tener.
La digitalización y la sostenibilidad siguen siendo tendencias estructurales. ¿Cómo se incorporan estos ejes en la construcción de carteras asesoradas desde Morawealth?
En general, la digitalización de la sociedad está aquí para quedarse, sin duda.
Vemos las verticales que puede haber, vemos sectores o segmentos donde puede tener interés. Ahora, por ejemplo, uno de los que más se habla en el último año o año y medio, sobre todo, la parte de la inteligencia artificial, cada vez está más presente. Aquí lo que buscamos es no sólo compañías o temáticas que se centren en la inteligencia artificial, sino otro tipo de compañías de otros sectores que lo puedan ir adaptando y beneficiándose en función de eso. Hay compañías tecnológicas y luego también algunas que ayudan al desarrollo, que muchas veces son las grandes ganadoras.
Entonces, tratemos de mirar la temática desde una perspectiva bastante amplia, pero sí siendo conscientes de que la digitalización está para quedarse, de que hay segmentos como la inteligencia artificial que tiene muchísimo sentido. Y luego también intentar, que es más complicado, separar el grano de la paja y ver los fundamentales y ver que no haya valoraciones excesivamente altas, siendo conscientes de lo difícil que es.