Hace poco me llamó la atención el siguiente titular: “El proveedor de Tesla, Panasonic, planea una planta adicional de vehículos eléctricos de 4 mil millones de dólares en EE.  UU”.

Incluso en un entorno con una inflación significativa y una política monetaria que puede seguir subiendo los tipos durante algún tiempo, se sigue realizando un importante gasto de capital en el sector de las baterías. Panasonic es particularmente notable porque, en julio de 2022, anunció un plan para construir una planta de aproximadamente 4 mil millones de dólares en Kansas. Ahora, está anunciando otro plan para una planta de aproximadamente 4 mil millones de dólares en Oklahoma.

Las cadenas de suministro mundiales han sido un tema importante en 2022, incluso si se ha visto opacado por la inflación, las actividades de la Reserva Federal de EE. UU. o la posibilidad de una recesión. Si bien los semiconductores han sido uno de los principales protagonistas de esta lista, también lo han sido las baterías que fomentan el uso de los vehículos eléctricos.

La geopolítica siempre está en el trasfondo de estas consideraciones de la cadena de suministro. Si bien Panasonic (Japón) y LG Energy Solution Ltd. (Corea del Sur) han hecho anuncios en 2022 sobre planes para construir plantas directamente en los EE.UU., Contemporary Amperex Technology Co. (CATL), el principal fabricante de baterías para vehículos eléctricos (VEs) de China, no ha estado en condiciones de hacer lo mismo. A pesar de que sí tenía un plan en marcha, la reciente intensificación de las tensiones entre EE. UU. y China lo llevó a aplazarlo.

Mientras redactaba este blog, apareció otro titular: “Honda, LG Energy planean en EE. UU. una fábrica de baterías para VEs de 4,4 mil millones de dólares”.

No cabe duda de que es un área a la que hay que prestar atención.

¿En qué punto está la adopción de los vehículos eléctricos en EE. UU. actualmente?

En todo el mercado estadounidense, aproximadamente el 6% de los vehículos nuevos son eléctricos. En California, la cifra fue del 16% en el segundo trimestre de 2022.

Hay un contraste interesante entre California y otros estados de los Estados Unidos. La Unión Europea (UE) anunció que los automóviles nuevos deberán estar libres de emisiones a partir de 2035. Muchos de los países por separado ya habían hecho planes similares. El gobierno de Noruega tiene un plan para no vender ningún automóvil nuevo de gasolina o diésel a partir de 2025, y el 70% de los automóviles nuevos vendidos en Noruega en 2020 fueron eléctricos.

En cambio, los distintos estados de EE. UU. aún no se han comprometido a nada parecido, al menos de momento… con la excepción de, precisamente, California.

La nueva normativa que se aplican a los automóviles, camionetas y SUV nuevos fijará los umbrales anuales en la proporción de vehículos de cero emisiones que los fabricantes de automóviles deben vender en el estado cada año.

  • 35% en 2026.
  • 68% en 2030.
  • 100% en 2035.

La Ley de Aire Limpio de 1970 otorgó a California una exención para establecer sus propias reglas ambientales, y esto permite estándares más estrictos que otros estados de los EE. UU. Otros estados pueden adoptar las reglas de California. Para aquellos que siguen la política:

  • La Administración Trump en 2019 despojó a California de su exención. Aunque algunas compañías buscaron de todos modos cumplir voluntariamente con los estándares más estrictos de California, hubo una división.
  • La Administración Biden devolvió a California su exención en marzo de 2022, lo que permitió estas nuevas reglas.

Dependiendo del rumbo de la política estadounidense, podremos ver cómo sigue evolucionando la historia, pero, con cada año que pasa, es poco probable que los políticos sean capaces de detener por completo la tendencia de adopción de vehículos eléctricos. Tal vez se ralentizaría y algunos estados se mantendrían al margen, pero incluso los propios fabricantes de automóviles advierten el deseo de que su producción sea totalmente eléctrica en las próximas décadas.

¿Hidrógeno?

Una cosa que sabemos sobre el hidrógeno es que al mercado le encanta promocionarlo. Aunque el desarrollo completo de una infraestructura que admita el uso de hidrógeno a gran escala llevará años, posiblemente varios, muchas de las compañías centradas en el hidrógeno obtuvieron valoraciones altísimas a finales de 2020 y principios de 2021. El mercado quería fijar el precio de estas empresas como si ya hubiesen alcanzado su potencial. No obstante, hasta el momento, sabemos que los retornos han sido mucho más difíciles de obtener en este sector durante la mayor parte de 2021 y 2022.

Plug Power es una de esas compañías y, el 25 de agosto de 2022, acordó suministrar 10.950 toneladas anuales de hidrógeno verde líquido a partir de 2025. El “hidrógeno verde” es aquel que se ha producido utilizando energía renovable y libre de emisiones de carbono.

Si Amazon quiere descarbonizar sus operaciones y utilizar hidrógeno para hacerlo, es importante que la producción de hidrógeno no sea simplemente un traspaso de su generación de emisiones hacia sus proveedores de energía. Amazon se ha comprometido a ser cero neto en términos de emisiones de carbono para 2040.

Como guía aproximada, esta cantidad de hidrógeno que suministraría Plug Power podría alimentar entre 1.000 y 2.000 camiones pesados ​​en el transcurso de un año. Esto es un área de debate activo y desarrollo sobre la mejor manera de descarbonizar los camiones pesados:

La tecnología actual de baterías de iones de litio podría funcionar, pero las baterías serían muy pesadas, y la necesidad de detenerse para cargarlas podría suponer un reto en los viajes de larga distancia. La carga de muchas baterías del tamaño de casi un camión también podría llevar mucho más tiempo que la de los automóviles de pasajeros.

Por más de que el hidrógeno ofrezca beneficios alternativos interesantes, la discusión actualmente debe centrarse en la cadena de suministro. Primero, se debe construir la infraestructura de las estaciones de servicio de hidrógeno, asegurando el suministro de hidrógeno en las principales rutas. En segundo lugar, la producción de hidrógeno debe ser ecológica o, de lo contrario, todas las empresas que intentan utilizar hidrógeno como parte de sus planes de emisiones netas cero tendrían que buscar en otra parte.

Por el momento, nuestra opinión sobre el hidrógeno es de un optimismo razonable, reconociendo sus ventajas pero, al mismo tiempo, sin ilusionarse demasiado rápido.

Conclusión: los países quieren ser energéticamente independientes

Hace décadas, la única forma que tenían los países de ser energéticamente independientes era mediante el hallazgo de grandes pozos de petróleo. Si bien todavía usamos combustibles fósiles en todo el mundo, es probable que la independencia energética sea muy diferente en las próximas décadas. Es probable que los países que se aseguren las mejores tecnologías de almacenamiento de energía sean los mejores posicionados, debido al despliegue de todo tipo de tecnologías de energía renovable para satisfacer la demanda.

Con este fin, habrá muchos avances en las regulaciones, las tecnologías de almacenamiento de energía y, al mismo tiempo, en los gastos de capital para construir todo tipo de infraestructuras que aumenten la capacidad de producción.