Fuerte desempeño del mercado en 2025
El año 2025 se perfila como un ejercicio sólido para las bolsas, que han sorteado sin grandes dificultades el aumento de las fricciones comerciales y el riesgo geopolítico. En el momento de redactar este informe, el Stoxx 600 en euros acumula una ganancia del 13% en lo que va de año, mientras que los índices MSCI World, S&P 500 y MSCI Emerging Markets, denominados en dólares, suben un 19%, 17% y 30%, respectivamente. Sin embargo, desde la perspectiva de un inversor europeo, las rentabilidades fuera del mercado doméstico se han visto lastradas en torno a un 12% por la apreciación del euro frente al dólar, por lo que, en moneda comparable, las bolsas europeas y emergentes son las claras ganadoras del año.
El sólido desempeño de los mercados de renta variable no significa que todos los riesgos hayan desaparecido; de hecho, hay indicios de que los inversores mantienen ciertas dudas sobre las perspectivas globales. El oro, refugio por excelencia, vive un rally histórico con una revalorización superior al 50% (en USD) en lo que va de año. Este movimiento se explica por la creciente diversificación de los bancos centrales fuera de los activos denominados en dólares, ante las preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda estadounidense, los riesgos al alza en la inflación de EE. UU. —en un contexto de reanudación de los recortes de tipos por parte de la Fed— y el aumento de las tensiones geopolíticas.
Por su parte, el precio del petróleo mantiene una tendencia bajista, reflejo del incremento de la oferta tras la decisión de la OPEP+ de elevar las cuotas de producción, así como de las dudas sobre la fortaleza de la economía mundial.
Hasta ahora, las economías globales han logrado absorber los aranceles impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump sin grandes disrupciones. Sin embargo, pese a los acuerdos alcanzados con la mayoría de los grandes bloques económicos, la incertidumbre sobre la política comercial mundial —debido al carácter imprevisible de la administración estadounidense— persiste y podría lastrar cada vez más las perspectivas económicas tanto de EE. UU. como de sus socios comerciales.
A corto y medio plazo, mantenemos una visión constructiva sobre la renta variable europea, ya que observamos una mejora en las perspectivas de beneficios empresariales y en los indicadores adelantados, como los PMIs, apoyados por políticas monetarias y fiscales acomodaticias, especialmente en Alemania. Cualquier corrección, por tanto, debería considerarse una oportunidad de compra.
2026 marcará un punto de inflexión en el crecimiento de beneficios en Europa
Nos encontramos en plena temporada de resultados: más del 50% del Stoxx 600 habrá publicado al cierre de octubre, y los resultados empresariales han sido mixtos hasta ahora. El consenso para los beneficios del tercer trimestre se ha revisado gradualmente a la baja en los últimos tres meses y se espera que queden ligeramente por debajo del nivel del año pasado, lo que establece un listón relativamente bajo. Sin embargo, no creemos que el impacto negativo de la debilidad del dólar estadounidense esté completamente reflejado en las previsiones de los analistas, dado que aproximadamente el 25% de los ingresos de las grandes compañías europeas procede de EE. UU. Además, muchas empresas europeas han señalado que las implicaciones de los aranceles estadounidenses podrían retrasar ingresos debido a la ralentización en la toma de decisiones.
A medida que se acerca el final del año, las expectativas positivas para 2026 cobran mayor relevancia. Se prevé que el crecimiento de beneficios de las compañías del Stoxx 600 se acelere hasta el 12%, gracias a la desaparición del efecto divisa, la reducción del impacto negativo de los aranceles conforme las empresas se adaptan, y la mejora del entorno macroeconómico. Este avance reducirá significativamente la brecha de crecimiento frente a las bolsas estadounidenses —donde se espera un aumento del 14% en los beneficios del S&P 500—, un factor clave que ha sustentado la superior rentabilidad de EE. UU. frente a Europa en los últimos años. Cabe destacar que, debido al gran peso de las “Magníficas 7” en el crecimiento de beneficios y los rendimientos del índice, la evolución del gasto vinculado a la inteligencia artificial seguirá siendo un determinante esencial para el mercado estadounidense.

Alto potencial de convergencia con el mercado estadounidense
A pesar de que la renta variable europea ha superado a la estadounidense en torno a 11 puntos porcentuales este año (en moneda comparable) y de que ya no puede considerarse barata en términos históricos, la brecha de valoración sigue siendo atractiva y sugiere un mayor potencial alcista a medida que se reduce la diferencia de crecimiento entre ambas regiones. A 12 meses vista, el MSCI Europe cotiza con un PER de 15,1 veces, frente a las 22,6 veces del mercado estadounidense. Este descuento del 33% es mucho más amplio que la media del 19% registrada en los últimos 20 años y se mantiene significativo incluso al ajustar por las diferencias sectoriales entre ambos mercados.
Dentro de Europa, vemos un argumento de valoración especialmente sólido en las compañías de pequeña y mediana capitalización, ya que la prima histórica basada en unas mejores perspectivas estructurales de crecimiento se ha transformado en un descuento tras la pandemia. Desde un punto de vista fundamental, estas empresas se benefician más de los tipos de interés bajos y tienen una orientación más doméstica, lo que reduce el impacto de las divisas y de los aranceles.
Además, el posicionamiento refuerza el atractivo de la renta variable europea. Aunque los inversores rotaron inicialmente desde EE. UU. hacia Europa tras el llamado “día de la liberación”, al percibir un declive del “excepcionalismo estadounidense”, esta tendencia se desvaneció rápidamente. El posicionamiento en acciones europeas sigue siendo bajo en términos históricos, por lo que una mejora visible de la economía subyacente o avances hacia la resolución del conflicto en Ucrania podrían actuar como catalizadores positivos para las bolsas europeas.
