El año 2025 ha estado marcado por numerosos giros en el sector tecnológico, desde la volatilidad al inicio del año provocada por la introducción del modelo chino DeepSeek, hasta las amenazas arancelarias de la administración Trump. Posteriormente, el sector registró un fuerte repunte, impulsado por el rápido aumento de los beneficios y por repetidos anuncios de grandes inversiones para desarrollar funcionalidades de inteligencia artificial (IA) “a cualquier coste”.
No obstante, desde septiembre, estos anuncios han suscitado dudas sobre el riesgo de una burbuja especulativa en el sector, dado que se espera que los hiperescaladores inviertan más de 1,6 billones de dólares en gastos de capital entre 2025 y 2028, a lo que se suman los 1,5 billones de dólares en compromisos realizados por OpenAI desde comienzos de año.
Las perspectivas siguen siendo constructivas para el sector tecnológico y, en particular, para los hiperescaladores, seguidos por los semiconductores. En efecto, los anuncios de OpenAI no han contribuido finalmente a un aumento significativo de las expectativas de beneficios en los próximos años, lo que convierte estos compromisos en una opción de crecimiento futuro para las compañías expuestas a la IA.
En cuanto a la capacidad de los hiperescaladores para financiar dichos compromisos, creemos que pueden permitírselo, dado que la IA comienza a impulsar su crecimiento y a ofrecer retornos tangibles sobre la inversión. Por supuesto, el uso de deuda sigue siendo un tema controvertido, pero en esta fase el crédito en este ámbito muestra poco riesgo.
Al analizar la evolución de la adopción de la inteligencia artificial y el ciclo actual de inversión en relación con anteriores grandes ciclos, concluimos que el de la IA sigue siendo, en esta etapa, limitado en peso relativo al PIB de Estados Unidos.
Por lo tanto, los inversores deberían mantener una postura constructiva pero selectiva en el sector tecnológico, favoreciendo a aquellas compañías con alta capacidad de financiación y cuya valoración no dependa principalmente de los efectos de los anuncios de OpenAI. Asimismo, recomendamos diversificar hacia otros sectores que también se benefician de estas inversiones, como la construcción de centros de datos o su suministro energético.