Con un mes de abril casi terminado, ¿cómo valoráis estos meses del 2025?

Han sido unos meses super intensos. Por ordenar un poco todo lo que ha pasado, podemos distinguir un par de fases:

La primera sería desde inicio de año hasta marzo más o menos. Ahí lo que vimos fue el fin del excepcionalismo americano por dos variables principales. Por un lado, tuvimos la irrupción de DeepSeek y todas las dudas que se generaron sobre la situación de monopolio de la tecnología americana; y luego por otro, cambios muy grandes en política fiscal alemana con el abandono de la austeridad con esa retirada del techo constitucional de déficit para gastar más en defensa e infraestructuras. Entonces, esto genera una divergencia brutal entre Europa y Estados Unidos.

Y una segunda fase donde hemos tenido la escalada de la guerra comercial de Trump salvaje que ya se venía calentando en marzo, pero ha tenido su clímax en abril con el día de la liberación y demás. Esto ha generado un caos muy fuerte en los mercados, caídas con correlación 1 en las principales bolsas del mundo y algunos hablan incluso del fin de la globalización. La verdad que esta idea de mundo fragmentado no es nueva y por ejemplo hay economistas que llevan años hablando del tema. Pero sí que pensamos que Trump está acelerando un poco esto de la fragmentación mundial.

Y bueno, desde la elección de Trump sí veníamos diciendo nosotros que era previsible que la volatilidad subiese y la verdad que le ha costado, pero finalmente en abril la volatilidad cotizada sí que se ha disparado en renta variable, pero también cross asset.

Tenemos incertidumbre por todos lados con un mercado atento a lo que pase con Powell, ¿cómo creéis que afectará una u otra decisión?

Aquí Trump está metiendo muchísima presión a Powell, el fin de semana pasado directamente insultándole y aunque estos últimos días ha dicho que no piensa despedirle, pues sí que le están metiendo mucha presión. 

Esto nos parece fundamental y sistémico. Es muy relevante lo que sucede aquí porque una interferencia de este calibre en política monetaria sería un antes y un después. La independencia de los bancos centrales es un tema muy serio y, en concreto, la de la FED pues es una de las piedras angulares de las finanzas y yo creo que el lunes tuvimos un buen aperitivo de lo que puede pasar si se compromete la independencia del banco central. Tuvimos pérdida de confianza en Estados Unidos y venta en activos estadounidenses tanto bonos, bolsa como dólares.

Aquí nos gusta el análisis que hace Larry Summers, que comenta que este patrón es nuevo para Estados Unidos, pero familiar en mercados emergentes, que cuando hay crisis no cae solo la bolsa, sino que también hay fugas de capitales que afectan a los mercados de deuda y de divisa. Entonces aquí si esto sucediera se podría perder la confianza en los activos estadounidenses en general y esto puede tener efectos devastadores como tipos de interés más altos, más inflación, menos posibilidad por parte de la FED de estimular la economía sin causar fugas de capitales, etc. Y tenemos ejemplos de lo que pasa en otros países en los que se compromete o se politiza el banco central, por ejemplo Turquía en 2021 se abandonaba la lucha contra la inflación y ahí desde entonces ya hemos visto que la divisa y los bonos turcos están destrozados.

Desde Fineco, ¿habéis adaptado vuestra estrategia al momento en el que estamos?

Primero un poco de contexto de cómo nos pilló esto. 

La verdad que las crisis nunca te pillan bien del todo, pero sí que teníamos las carteras bien construidas. Estábamos con un posicionamiento cauto, con riesgo por debajo de neutral y además teníamos menos peso que los índices mundiales en Estados Unidos y teníamos también el dólar cubierto. Ahí nos preocupaban valoraciones altas y una concentración extrema del mercado americano, pero como no somos de tomar decisiones extremas, también teníamos inversiones allí en EEUU.

Y desde el estallido de la crisis ¿qué decisiones hemos ido tomando? Nosotros en Fineco somos contrarian, nos gusta invertir cuando las primas de riesgo son altas y en este tipo de correcciones o situaciones solemos pensar en aumentar el riesgo. Y los primeros pasos que hemos ido dando han sido deshacer algunas coberturas que nos salieron muy bien y vender volatilidad a través de venta de opciones put.

La venta de volatilidad suele ser el mejor primer paso en las correcciones, porque la volatilidad es el primer activo que antes revierte a la media y en este tipo de correcciones las ventas de put fuera del dinero tienen una probabilidad histórica muy alta de generar rendimientos positivos. 

¿Por qué activo o sector apostáis?

Precisamente por la venta de volatilidad. Tenemos algunas estrategias sistemáticas de venta de opciones put que funcionan desde 1999, es la Familia de fondos de Fon Fineco Gestión, tenemos la versión europea con track record desde el 1999 y también versiones estadounidense y japonesa. Son fondos con cuatro y cinco estrellas Morningstar y que están muy contrastados y con una historia muy sólida por detrás.

Y aquí, sí nos gustaría destacar que la venta de volatilidad nos parece una solución óptima de inversión por varios motivos: por un lado, es rentabilidad todoterreno que te permite obtener rentabilidad de mercados alcistas, laterales, también moderadamente bajistas donde sí sufre es en caídas con mucha verticalidad.

La probabilidad de éxito histórica de estas estrategias semestrales es de en torno al 90-95%. Luego tiene una capacidad de recuperación muy fuerte, solemos decir que en el problema de las pérdidas se genera la solución porque estos productos viven de la venta de volatilidad que se tiende a disparar en las caídas de la bolsa. Entonces, las rentabilidades esperadas de los productos, de los fondos tienden a subir cuando hay caídas.

Y luego, además, se combina con una cosa muy bonita que es que no necesitamos que la bolsa suba para ganar dinero, nos basta simplemente con que la bolsa deje de caer. Y esto es cada vez más probable que suceda porque las bolsas tienden a revertir a la media. Es, de otra manera, cada vez menos probable que continúen teniendo caídas severas. Entonces, por esta doble palanca de volatilidad alta y reversión a la media pues podemos recuperar pérdidas con mucha rapidez. 

Es una rentabilidad sistemática y predecible, eliminamos los sentimientos de decisión de inversión, por lo que no hay tanto riesgo gestor y solemos hablar de que buscamos un alfa predecible con nuestro propio nicho lejos de la gestión activa tradicional y también lejos de los ETFs pasivos. Y luego, es una solución probada, consistente, muy sólida y con ya casi 26 años de track record. 

¿Cuál son vuestras perspectivas para el mercado?

Es complicado decir. Ahora mismo, estamos viendo empresas y consumidores con confianza muy tocada, el soft data está saliendo bastante mal; el hard data todavía aguanta, pero pues hay baja visibilidad. Piensa en ponerte los zapatos de una empresa con esta incertidumbre seguramente están esperando a hacer inversiones y este freno la inversión podría terminar provocando una recesión. Vamos a tardar en poder cuantificar los impactos porque de momento hay mucha incertidumbre. 

Como parte positiva, estos días sí que estamos viendo que la Administración Trump está frenando y cambiando el tono. Seguramente sea mercado de bonos el que les está obligando a girar. Algunas señales positivas que estamos viendo son esa pausa de 90 días en los aranceles recíprocos, ahora una bajada del tono y un intento de desescalar con China, también han dado marcha atrás en el despido de Powell, incluso asegurando que no va a pasar. Y bueno, en la medida en que esto es un daño económico autoinfligido estilo Liz Truss en 2022 en UK, pues sí pensamos que si las políticas revierten la situación puede mejorar; aunque es verdad, como dice también Paul Krugman, que es uno de los mayores expertos internacionales en comercio, que parte del daño en la confianza ya es irreversible.

Otro factor positivo puede ser que Trump ha empezado por la parte más negativa o complicada de su agenda, que son los aranceles. Faltarían la desregulación y las bajadas de impuestos que seguramente serían positivas para el mercado. Entonces, no sabemos si hemos tocado el mínimo, eso nadie lo sabe porque la incertidumbre con Trump en la Casa Blanca es muy alta. 

Para momentos como estos a nosotros nos gusta la guía de Howard Marks con sus fantásticos memos. Nos gusta el de “nobody knows” que sacó una versión en 2008, otra en 2020 y ahora recientemente también y viene a decir que nadie sabe lo que va a pasar, pero tú tienes que marcarte tu hoja de ruta y ser fiel a tu sistema. 

En este contexto, nuestro sistema cuál es: carteras bien construidas y la venta de volatilidad con colchones. Por supuesto, son carteras bien diversificadas, que respeten el horizonte y capacidad de asumir riesgos de los inversores. Y en cualquier caso y como siempre, pensamos que es muy importante y útil abstraerse del ruido de corto plazo y no tomar decisiones extremas.