¿Qué esperáis de la temporada de presentación de resultados?
Victoria Torre. La verdad es que esperamos bastante y más le vale a los mercados por alguno de los temas que estabas apuntando. Nos están estamos encontrando con algunos índices que están en máximos, las previsiones de crecimiento en algunos casos no justifican estas valoraciones y encima estamos en un entorno que hay muchísimas incertidumbres geopolíticas, por el tema de los aranceles, por el devenir de los acontecimientos en algunas zonas con esos problemas geopolíticos que todos conocemos. Y por tanto, es verdad que tal vez la temporada de presentación de resultados todavía cobra más importancia.
Siempre es un hito importante, pero en esta ocasión podríamos ver que los inversores son muchísimo más sensibles si vemos que las compañías empiezan a publicar por debajo de las previsiones. Este no es el escenario central. El escenario central es que haya crecimiento. Es verdad que no un crecimiento, a lo mejor, muy elevado y habría tal vez ese margen para sorpresas positivas, pensando además que ya antes se habían rebajado en cierto modo las previsiones.
Tal y como se está viendo en los primeros resultados, ¿creéis que serán las Tecnológicas las que lideren el crecimiento económico?
Victoria Torre. Las previsiones, en principio, así lo apuntan, porque otro aspecto importante en esta temporada de presentación de resultados es que se aprecia una gran divergencia, tanto en regiones como en sectores. Si por ejemplo tomamos los datos que se esperan a nivel global, el SP 500 podrían crecer los resultados un 4% en su conjunto. Y si nos vamos al Europe Stoxx 600 estaríamos hablando de un comportamiento plano. Como decía, se espera tal vez un crecimiento algo inferior.
Pero si luego ya rascamos en los sectores vemos que hay una gran divergencia. En el caso de Estados Unidos se espera que las compañías de energía puedan llegar a caer sus beneficios hasta un 28%, que es justo lo que podría crecer comunicaciones. En el caso de tecnología se espera un crecimiento en su conjunto del 18% y salud empezaría a sacar un poco la cabeza con un 2%.
En el caso de Europa se espera que el crecimiento venga liderado por las tecnológicas, que podrían crecer en su conjunto un 23%. Salud estaría también bastante fuerte con un 11%. Industria aportaría un 5%.
Así que estas son las previsiones iniciales y sí que esperamos que esas tecnológicas sigan tirando del carro. Algo que ligando con lo que decíamos en la primera pregunta, es importante porque precisamente es uno de los sectores en los que las valoraciones son más exigentes.
En general, hay un cierto consenso, como se está viendo, en que los resultados de las tecnológicas seguirán siendo sólidas. En lo que menos consenso es en si estas previsiones justifican la prima que se está pagando por algunas compañías del sector.
Juan Marín. Puedes estar en línea con eso. Lo que ocurre es que hoy en día las empresas tecnológicas, las de verdad tecnológicas, los fabricantes de chips, los fabricantes de hardware, algunos proveedores de software, etc. proporcionan bienes o servicios, por así decirlo, que son absolutamente necesarios para que la economía funcione hoy en día. Y al final muchas de estas compañías tienen una prima de escasez. Es decir, por ejemplo, Nvidia, todo el mundo necesita chips de Nvidia para poder incrementar el poder de computación. La inteligencia artificial es lo que hace. Necesita mucho poder de computación. Y por eso, hoy en día, no hay nadie que haga todavía chips como los que hace Nvidia puede poner los precios que le dé la gana a sus chips o sus tarjetas gráficas. Eso significa que ahí hay una prima de escasez y eso se ve en algunas compañías.
Curiosamente ASML, que es el único proveedor de lo que sería la litografía para poder hacer las placas de chips, ha reportado peores resultados de lo que se esperaba, pero curiosamente ya venía descontando desde sus máximos del año pasado prácticamente un 30%.
O sea que de alguna manera los resultados se esperan, no con ansiedad, pero los inversores ya van reconociendo pronto si hay primas de escasez o no en la valoración de las compañías. Los resultados no son, digamos, algo que mueva la aguja de las compañías, de comportamiento y por tanto de las valoraciones que van a seguir en general más altas de lo que deberían estar.
Uno de los fondos que incluís en vuestro catálogo es el Bluebox Global Technology Fund. ¿Puedes contarnos, en líneas generales, cómo se enfoca la gestión del fondo?
Juan Marín. Blue Box Global Technology es un fondo que invierte principalmente en lo que se llama la base de la tecnología; es decir, aquellos productores de microchips, de tarjetas gráficas, de hardware, de software, que son lo que permite a otras compañías, que se llamarían los disruptores, utilizar todo ese poder de computación para poder disrumpir en su mercado y seguir captando, por así decirlo, más cuota de mercado. No sé si lo podrán hacer o no, pero lo que sí se necesita es mucho poder computación.
Entonces Blue Box invierte en esa parte específica que es los proveedores de hardware, de semiconductores, de chips o de redes o de software, aplicaciones que son absolutamente necesarias para el conjunto de los sectores de la economía.
De las tecnológicas pasamos a la Salud. Y, tal vez, en este caso, nos encontramos en el caso contrario: se argumenta que el sector sigue barato, pero la previsión de resultados es mucho más modesta. ¿Qué se necesita para que las cuentas tomen impulso?
Asís Maestre. Antes de contestarte a ¿qué impulso necesitan las cuentas? Yo creo que hay que hacer referencia a lo barato que está el sector salud a día de hoy, en términos generales. Sobre todo, creo que hay argumentos de sobra para justificar desde el punto de vista valoración. Luego nos podemos meter en qué previsiones tenemos para los resultados empresariales, pero hay motivos suficientes para justificar empezar a tener una mayor exposición a este sector que tan rezagado se ha quedado. Como decía antes, se ha quedado barato. Cotiza un 20% con descuento respecto al resto del mercado. Pocas veces hemos visto esto. Si nos fijamos en la ponderación que tiene en el sector americano, está en mínimos, diría, de los últimos 20 años sólo hemos visto algo parecido en el año 2011. ¿Y qué vimos después? Un comportamiento relativo al sector salud un 70% mejor que el resto del mercado. Y también lo está haciendo peor que otros sectores defensivos.
Es decir, yo creo que hay un pesimismo excesivo en todo lo que rodea al sector salud. Entonces, claro, muchos nos pueden decir entonces puede ser o es justificable que el sector salud esté barato, pero si nos fijamos en los resultados que estamos viendo ya en este trimestre, que estamos en plena jornada de resultados, ha publicado Johnson&Johnson las guías que ha dado para este 2025, espera un crecimiento de ventas y también de los beneficios por acción. Hemos visto como AstraZeneca ha anunciado un plan de inversión de 50 mil millones de dólares. Una compañía que genera 12 mil millones de flujos de caja todos los años, podría autofinanciarlo por sí solo si lo proyecta en los próximos cinco años. Intuitive Surgical, con unos márgenes brutos mayores al 60%. Entonces, en cuanto a resultados, también nosotros somos bastante optimistas.
Muchos me preguntarán ¿cuál será el impulso que necesita el sector para coger tracción? Es verdad que sí hay un punto algo a lo mejor negativo en el sector y es todo lo que rodea el ruido político, sobre todo en Estados Unidos, no por la parte de aranceles, que también ha penalizado, sino desde que Donald Trump nombró como responsable del Departamento de Sanidad a Robert Kenney Jr. Y como sabemos es un conocido antivacunas y quiere limitar el precio máximo de los medicamentos. Todo este ruido yo creo que se va a ir diluyendo en los próximos meses y todo ese negativismo, por decirlo de alguna forma, que hay en el sector salud podría darse la vuelta. Y sin embargo, creo que estamos ante una gran oportunidad para el sector salud en términos generales.
Dentro de los múltiples subsectores del sector salud, vosotros contáis con el Bellevue Funds (Lux) - BB Adamant Medtech & Service, centrado en un aspecto muy concreto. ¿Consideráis que puede ser una de tendencias favorables en el entorno actual?
Asís Maestre. La respuesta corta es que sí, creemos que hay que estar en la parte de Medtech o de tecnología médica. Pero por argumentar un poco la respuesta, cuando pensamos el sector salud podemos decir que es muy amplio y muy heterogéneo. Normalmente un inversor cuando piensa en sector salud lo primero que se le viene a la cabeza son compañías farmacéuticas. Pero dentro del sector salud tenemos compañías farmacéuticas, biotecnológicas, genéricos, tecnología médica, servicios que engloba toda la parte de aseguradoras, hospitales. Y como decía, el comportamiento en distintas circunstancias de mercado es muy dispar de unas compañías a otras. Y nosotros llevamos ya tiempo diciendo que donde hay que estar es en la parte de tecnología médica dentro del sector salud. Y así está siendo.
De hecho, este año el sector salud, que es verdad que empezó bien, pero se ha quedado rezagado, le saca en torno a 400-500 puntos básicos al resto del índice general del sector salud. El año pasado dobló en rentabilidad al índice general de salud. ¿Y esto por qué se está dando? Fundamentalmente, y tratando de hilar con la respuesta anterior, todas estas compañías son inmunes al ruido político. Antes decíamos que el ruido político viene sobre todo por esa presión en los precios de medicamentos. Estas compañías, sin embargo, lo que hacen es desarrollar dispositivos médicos; por ejemplo, válvulas cardiovasculares, sistemas de monitorización de glucosa en sangre, robótica aplicada a procedimientos quirúrgicos. Y eso es lo que hace que el objetivo sea ahorrar en costes al sistema sanitario.
Y por eso, desde el punto de vista político, ni republicanos ni demócratas se han metido históricamente con ellos. En el corto plazo me atrevo a decir que donde más protegidos vamos a estar es en la parte de tecnología médica, pero incluso a largo plazo me atrevería a decir que también, y así ha sido históricamente, son compañías con muchísima más innovación, son compañías con un crecimiento de ventas mayor que el resto de mercado y son compañías con un crecimiento de los beneficios por acción mayor, que eso al final se traduce en mayor rentabilidad. Si nos fijamos en la rentabilidad de la estrategia, a 10 años bate al mercado y le saca más del doble, pero también a 5, a 3 en este año está haciendo mejor.
Con lo cual, yo creo que la estrategia es estar a corto, pero también tener de forma estructural en cartera.