Después de unos meses de verano positivos, ¿qué podemos esperar ahora?

Ha sido un verano positivo y bastante tranquilo. Sobre todo si lo comparamos con los veranos del 2023 y del 2024 que fueron más volátiles, principalmente en la parte de agosto. Y la verdad, es que de momento no hay ninguna razón objetiva para pensar que esto no debería seguir progresando. 

Tenemos esta subida, este positivismo ha venido, sobre todo, gracias a los buenos resultados empresariales, tenemos a un Trump relativamente tranquilo, la Fed, muy importante, que va a comenzar con su política de rebaja de tipos y también una economía que parece haber absorbido todo el tema arancelario mejor de lo esperado. 

Positivo y no debería de parar a priori, porque los resultados de las compañías están siendo muy buenos, han sorprendido al alza, aunque podemos ver más adelante que sí que se ve una ralentización, pero positivos. Y sí que es verdad que un poco de cautela porque tenemos un problema que no teníamos hace un año, que es todo el tema de los aranceles. Por tanto, estamos positivos, es verdad que tenemos un problema, un inconveniente relativo que es el tema de los aranceles, pero sí que es importante diferenciar, sobre todo entre regiones, continentes, países, porque no es la misma situación que estamos viendo aquí en Europa, que es la situación que se ve en Estados Unidos y en Asia que llevan la guerra por su cuenta. De momento debería seguir esta tendencia con cautela, pero positiva. 

¿Cómo pueden influir las decisiones de los bancos centrales en este último tramo del año?

El papel que van a tener los bancos centrales de cara a fin de año y siguiente año en el 2026 va a ser bastante importante.

Por una parte tenemos a la Fed, que parece haberse convencido, y este 17 de septiembre va a comenzar con su política de bajada de tipos. Lo que pasa es que ahora el juego va a estar, sobre todo, en el ritmo de bajada sobre recortes que pueda llevar. Hasta el momento se ha mantenido muy cauta, sí que es verdad que tenemos una inflación repuntando un poquito, menos del esperado; un desempleo que ha empezado a repuntar y que parece haber dado luz verde a la Fed o razones suficiente para empezar a bajar tipos, pero ahora el foco va a estar en el ritmo de bajadas, porque si se precipitan podemos tener ese tan temido escenario de estanflación, con crecimientos a la baja e inflación subiendo en Estados Unidos; pero si va por detrás de los datos también corre ese peligro de que vaya tarde y que las bolsas puedan sufrir. Veremos porque también en el 2026 se acaba el mandato de Powell y parece ser que Trump pondrá un republicano, alguien afín a sus ideas en la Fed y va a tener un poder absoluto. 

Aquí, una situación diferente porque el Banco Central Europeo. De hecho, habrá que estar atentos a las palabras de Lagarde este jueves, pero sí que el BCE está más atado de manos porque tras siete recortes de tipos y un ritmo totalmente al margen independiente respecto a Estados Unidos, pues sí que tienen menos margen de impulsar la economía. Además tenemos inflación al alza, crecimientos algo peores y más a la baja que en Estados Unidos, todavía el impacto arancelario no se ha visto, hasta cuánto puede afectar en la economía europea y también una inestabilización y una incertidumbre que se está viendo, en una de las principales economías europeas que es en Francia, y que se puede reflejar o se puede transmitir al resto de Europa.

Y luego ya tenemos el Banco Popular Chino, que hacen la guerra por su cuenta y, aunque la situación es diferente, tienen bastantes herramientas para impulsar la economía con sus estímulos monetarios que se dieron a principios de año, se siguen dando y unos estímulos fiscales que no llegan, pero parece que van a llegar de cara a este final de año.

Así que el papel ahora es importante de los bancos centrales, en concreto de la Fed.

¿Cuáles son los activos por los que apostáis para conformar la cartera en lo que queda de año?

Esta es la pregunta que todos nos hemos hecho a la vuelta de vacaciones y la verdad es que hemos llegado a la conclusión de que la perspectiva sigue siendo la misma que cuando nos fuimos de vacaciones o la de inicio de año.

Por comentar sectores, nos gustan los mismos que en inicio de año. Tecnología, aunque apostamos por una más conservadora, preferimos un Alphabet o un Microsoft por encima de una Nvidia o un Broadcom, con tanto sesgo a inteligencia artificial y no a semiconductores; aunque sí que están presentes en nuestras carteras y tienen un peso considerable. 

Nos gustan financieras, que ya hemos visto el espectacular año que lleva el sector tanto en Europa como en Estados Unidos, mejor en Europa, pero bueno, a pesar de todo el rally que llevan, pues son unas compañías saneadas, con ingresos en máximos, sí que es verdad que un entorno de tipos deberían de bajar esos ingresos, pero pueden venir por otro lado. Y cuando hablamos de financieras nos referimos a bancos, también a compañías o plataformas de pago como Visa, Mastercard, aseguradoras, etc. Y lo que sí que estamos viendo y estamos analizando es ahora, sobre todo, por movimientos en verano que está viendo un sesgo, una redirección del flujo de las grandísimas compañías como las siete magníficas y esas mega compañías, hacia más medianas y pequeñas compañías. Ya se ha visto una ralentización en los beneficios de las compañías, aunque siguen siendo espectaculares, pero sobre todo porque se han visto más repartidos en esas 493 compañías del S&P y demás, que están aumentando sus beneficios. 

Y también le estamos dando una vuelta a renta variable en Asia, concretamente a China, que sí que tenemos exposición a ella en nuestras carteras, pero estamos considerando entrar o tener una mayor exposición o concretamente en China local, porque sí que han tenido un septiembre espectacular, sobre todo porque se está viendo también una redirección de toda la liquidez que había en China hacia el mercado y parece que el inversor minorista está buscando una rentabilidad adicional en el mercado, se está endeudando para ello y también tenemos el Banco Popular Chino que puede impulsar esas políticas monetarias y fiscales; y en los últimos años de mandato de Trump, en esta guerrilla tan comerciales que se traían, tanto China como Estados Unidos llegaron a máximos. 

Y luego ya, en la parte de renta fija, nos gusta la de calidad, medios plazos entre uno y cinco años, tres años para ser más exactos y también hacer una mención a la renta fija emergente que se está comportando muy bien. Está siendo dentro de la renta fija uno de los activos estrellas, se ven beneficiados en este entorno de dólar débil, Estados Unidos recortando tipos, son países con una inflación más o menos controlada, con mucho margen para bajar tipos y lo está haciendo muy bien y nos gusta en divisa cubierta o con poca exposición a divisa local.

Perspectivas y riesgos

Las perspectivas digamos que son positivas, pero con un poco de cautela, positivos moderados como venimos diciendo a lo largo del año.

Tenemos vientos de cola como pueden ser la Fed recortando tipos, un Trump relativamente tranquilo, resultados corporativos buenos que seguirán siendo buenos, a pesar de decir que se están ralentizando, seguirán impulsando la economía; pero sí que existen varios riesgos entre ellos el tema arancelario, con tensiones entre países, la Fed se podría precipitar bajando tipos, índices en máximos, que también da un poco de pánico, y también geopolítica, que todo debería ir por buen camino, pero existe el riesgo de que todas las cosas puedan llegar a empeorar. 

Dentro de esto también riesgo divisa, porque a día de hoy es difícil explicar a un cliente que en el año, a pesar de que los índices están prácticamente en máximos, sus carteras vayan planas, o incluso hayan pequeños negativos, porque el dólar se ha mostrado muy débil a lo largo del año, y nosotros de cara a eso preferimos cubrir divisa, podemos ver el dólar más cerca del 1.25 que del 1.03 que estaba en este inicio de año. Entonces, ¿riesgo de estar en máximos? Sí. ¿Riesgo de divisa? Sí. Riesgo de idas y venidas de Trump también, y arancelarios, y que también durante el año todas las subidas se han concentrado mucho, en un sector en concreto, el de tecnología e inteligencia artificial. En este sentido está la duda de que puede existir una burbuja que no creemos, pero también existe ese riesgo de que todo lo positivo esté muy concentrado, pero positivos con cautela y acabar bien este 2025.