Si hubiese que coronar un activo ganador este 2025, el oro se lo lleva de calle. Con una revalorización del +27,4% en lo que va de año, no solo ha batido a los activos tradicionales, sino también a alternativas más volátiles como el Bitcoin (+4,3%) o la renta variable global. El Oro sigue siendo un activo muy rentable por los tipos reales cercanos a cero o negativos en muchas economías. Con los tipos de los bancos centrales a la baja y la inflación rondando el objetivo -pero por encima- el oro continúa su senda alcista. También se ve aupado por la debilidad del dólar, que empuja la demanda de oro, por la incertidumbre geopolítica (el factor más a tener en cuenta) y la elevada demanda de bancos centrales como China, India, Turquía, o Rusia. Si pensabas que ya estaba caro, te recuerdo que el oro no se valora por flujos de caja futuros, sino por confianza. 

Fuente: Carlos Arenas Laorga

No hay mercado sin narrativa, y en los últimos años, la narrativa estrella ha sido la de las Big Tech. Sin embargo, 2025 está rompiendo el idilio: el Nasdaq 100 cede un 4,4% YTD, y el selecto grupo de “los 7 magníficos” cae un 12% en el año. A eso hay que sumar las caídas en las acciones growth y la tecnología. Hemos visto refugio en el oro, en las acciones no estadounidenses, en bonos y rotación hacia sectores más defensivos, como salud y consumo básico, que aunque no brillan, tampoco sangran. Por supuesto, las excesivas valoraciones tras años de subidas hacían que muchas empresas tenían múltiplos tan estirados que cualquier decepción pasa factura. Ahora vemos compañías de la misma calidad, a mejores precios por este de-rating (buenos beneficios y caídas en el precio, que hace que el PER sea más atractivo).

Además, con un dólar más débil y una economía global menos sincronizada, las tecnológicas estadounidenses ya no tienen el viento de cola de otros tiempos. Pero siguen siendo el motor de crecimiento secular, por otro lado.
Si un dato macro está marcando la pauta este 2025, es la debilidad del dólar. Con una caída del -8,1% frente al euro, el billete verde está perdiendo su tradicional rol de activo refugio. Y esto tiene múltiples implicaciones, como el repunte de activos denominados en dólares, como los emergentes o el propio oro. También ayuda a países con deuda en dólares, ya que ahora les cuesta menos devolverla. Y resta atractivo a bonos y acciones estadounidenses para inversores extranjeros.

Y ojo, porque esta tendencia puede continuar si finalmente se confirman los recortes de tipos en EE.UU. parta verano.

Fuente: Carlos Arenas Laorga
 

Por otro lado, después de varios años complicados, 2025 está siendo un año de relativa tregua para la renta fija. La rentabilidad de los bonos indexados a inflación y del mercado agregado de EE.UU. supera el +2%, y los bonos de alta calidad también ofrecen retornos positivos moderados. No obstante, la sorpresa la dan los bonos ligados a la inflación (+3,4%) y los convertibles (+1,9%), que combinan protección frente al alza de precios y exposición parcial a renta variable. En un entorno de moderación inflacionaria y expectativa de recortes de tipos, los inversores vuelven a mirar a la renta fija como lo que siempre fue: una fuente estable de ingresos y protección.

La renta variable emergente, con un +6,9% YTD, está mostrando señales de recuperación. La estabilización del yuan, la mejora relativa en algunas materias primas y el fin de las políticas restrictivas en varios países han dado algo de aire a estos mercados. Eso sí, sigue habiendo divergencias: Asia va mejor que Latinoamérica, donde la volatilidad política no da tregua. Y en bonos, la recuperación es tímida, pero consistente.
Pero, aunque a mejorados mucho desde hace un mes, no todo es alegría: la tabla de rentabilidades nos recuerda que, además del Nasdaq y del dólar, otros activos se están dejando lo suyo, como las pequeñas compañías, o commodities.

Este año 2025 nos está dejando varias lecciones interesantes que quiero remarcar (seguro que hay otras, pero me quedaría con tres):

  • La diversificación. Quien solo apostó por tecnológicas o small caps está sufriendo. Quien repartió entre oro, renta fija y emergentes, navega con viento favorable.
  • El dólar. Su debilidad está reorganizando flujos de capital y favoreciendo a activos alternativos.
  • Los tipos importan, pero también el punto de partida. Ahora que se esperan recortes, el mercado premia a los que sufrieron antes, como los bonos o los activos reales. 

Nadie sabe cómo acabará 2025, pero la foto actual ya nos enseña mucho. El oro brilla, el dólar duda, y las tecnológicas cuestionan su liderazgo. A los inversores, solo nos queda hacer lo de siempre: observar, ajustar y no enamorarnos del activo de moda. Porque los mercados no siempre repiten los mismos patrones, pero sí las mismas lecciones. Es decir, alejarse del ruido a corto plazo y mirar más allá. Hace un mes vimos estos índices un 10% más abajo, ¿quién nos iba a decir que se iba a recuperar tan rápido? No sabemos el futuro. Haz una estrategia a largo plazo y aprovecha la volatilidad.