Alemania ha relajado sus normas fiscales y ha aprobado un paquete de medidas de estímulo por valor de un billón de euros. El aumento del gasto podría reforzar el ciclo industrial durante los próximos tres años e impulsar especialmente los sectores de defensa, materiales de construcción y compañías de infraestructuras, más presentes en los índices europeos que en el índice S&P 500.​
Sin embargo, Europa no depende únicamente de los sectores de la vieja economía. De hecho, según los datos más recientes, siete de las diez principales empresas en materia de innovación son europeas.
Las compañías farmacéuticas europeas llevan muchos años desarrollando tratamientos innovadores. Novo Nordisk fue la primera en lanzar tratamientos con GLP-1 para la diabetes y la pérdida de peso, mientras que la británica AstraZeneca cuenta con una franquicia pionera en oncología. La compañía francesa EssilorLuxottica, propietaria de Ray-Ban y otras marcas de gafas, está desarrollando sus propias gafas inteligentes.
«EssilorLuxottica acaba de lanzar Nuance Audio, una línea de gafas inteligentes que integran tecnología avanzada de audífonos en unas gafas de diseño. Su objetivo es ayudar a las personas con pérdida de audición de leve a moderada combinando funcionalidad y moda para eliminar el estigma de los audífonos tradicionales», explica Lara Pellini, gestora de renta variable.
Es posible que haya que esperar hasta 2026 para asistir a un repunte significativo del crecimiento en Europa, dada la incertidumbre en materia de aranceles. No obstante, un entorno normativo más favorable a la inversión podría marcar una ruptura decisiva con el pasado.