Los inversores se han mantenido cautelosos ante múltiples incertidumbres, como la amenaza de aranceles más altos, la presión de la administración Trump para reducir los precios de los medicamentos en EE. UU. y los recortes en el gasto del programa Medicaid.
¿Es buen momento para invertir?
El sector ha mostrado una estabilización reciente, con valoraciones que han alcanzado mínimos históricos. Aunque estas valoraciones atractivas ofrecen oportunidades, no son suficientes por sí solas para atraer a los inversores.
Entre los posibles catalizadores se encuentran el levantamiento de aranceles sobre dispositivos médicos importados en EE. UU., una mayor rapidez en la aprobación de nuevos fármacos o un repunte en fusiones y adquisiciones.
Existe una clara brecha de rentabilidad entre las compañías que destacan en el desarrollo de nuevos productos y la gestión de sus carteras, frente a aquellas que enfrentan dificultades en sus procesos de innovación. El mercado favorece actualmente al primer grupo, más allá de sus valoraciones.
Nos inclinamos por adoptar un enfoque selectivo, priorizando aquellas compañías que han demostrado su capacidad para generar resultados positivos con nuevos productos, especialmente en áreas en expansión como la cardiología, la obesidad, la oncología, el VIH y las enfermedades neurológicas.