Cuando se habla de value investing normalmente se piensa en bolsa. ¿Cómo se traduce exactamente esa filosofía al mundo de los bonos?

Principalmente, en el enfoque. Horos Patrimonio no está pensado para ser el fondo típico de deuda corporativa que busca bonos de alta rentabilidad en compañías con altos niveles de endeudamiento. Nosotros lo que vamos a hacer es buscar bonos infravalorados.

El value investing, para quien no lo sepa, es un marco de inversión que consiste en comprar compañías que estén muy baratas, muy por debajo de lo que valen, tras un análisis exhaustivo de la compañía. Trasladado al mundo de la renta fija es exactamente lo mismo: vamos a comprar bonos muy atractivos tras realizar un proceso exhaustivo del emisor, con la misma calidad que el que se hace para la renta variable de la compañía que va a emitir esa deuda.

¿Qué os llevó a dar el salto a la renta fija con Horos Patrimonio?

Principalmente, dar respuesta a una necesidad propia, tanto de los propios gestores como de los clientes, para ese ahorro de corto plazo que no puede estar en renta variable.

A la vez, detectamos una oportunidad dentro de nuestro propio proceso de análisis. A la hora de analizar compañías y su deuda, veíamos que en ocasiones encontrábamos bonos que pagaban rentabilidades muy atractivas. Lógicamente, si nos gustaba el equity, es decir, las acciones, nos gustaba también la compañía para invertir en su perfil de deuda.

Incluso, en algunas ocasiones, lo que nos ocurría es que, tras analizar una compañía y completar todo el proceso, en el último paso —a la hora de comprar las acciones— determinábamos que no estaban lo suficientemente atractivas porque el precio no era interesante, pero sí tenían un bono atractivo que merecía la pena comprar.

Al final, Horos Patrimonio da respuesta a esa necesidad y, además, detecta una oportunidad clara en nuestro proceso de análisis, donde vimos que existía una sinergia muy grande.

¿Cómo seleccionan los bonos que forman parte de la cartera?

Los bonos se seleccionan de la misma forma que se seleccionan las compañías de las carteras de renta variable. Cuando nos aproximamos a una compañía, tratamos de entenderla muy bien: el negocio, el sector, evitamos situaciones de mucha deuda y mucho riesgo, invertimos en empresas con ventajas competitivas o que sean líderes en su nicho, analizamos el management, los incentivos y la trayectoria.

El único cambio está en el último paso. En renta variable es clave el margen de seguridad, es decir, comprar compañías que estén baratas. En este fondo no es tan importante el precio como tal; el margen de seguridad se centra en que la compañía nos pueda pagar el bono de forma holgada.

Por tanto, seleccionamos bonos de compañías que, con su propia generación de caja, sean capaces de pagarnos año a año los cupones y que, además, puedan devolver el principal de forma cómoda.

Hoy hay muchos fondos de renta fija en el mercado. ¿Qué hace realmente distinto a Horos Patrimonio?

Principalmente, el enfoque. Horos Patrimonio no está pensado para ser el fondo típico de deuda corporativa que busca bonos de alta rentabilidad en compañías muy endeudadas. Nosotros buscamos bonos infravalorados.

Dicho de otra forma, buscamos compañías que se estén financiando mal o que estén pagando más de lo que se merecen. ¿Dónde encontramos este tipo de situaciones?

Por ejemplo, en compañías que no tienen rating o que no cuentan con calificación de las tres grandes agencias. Muchas de estas compañías son más pequeñas y, lógicamente, obtener un rating es caro. Gran parte de la inversión institucional da la espalda a este tipo de empresas porque no puede invertir sin rating.

Nosotros hacemos nuestro propio rating y, de hecho, somos más exigentes que las agencias oficiales. Ahí es donde aportamos valor, ya que estas compañías, al no tener rating, se ven obligadas a financiarse más caro.

Otro segmento donde encontramos oportunidades es el de petróleo y gas, muy penalizado por los criterios de sostenibilidad que están tan de moda. Hay muchos inversores que han dado la espalda a este sector, pero nosotros, con nuestra experiencia en renta variable, vemos que los balances se han fortalecido notablemente en los últimos años, mientras que las compañías siguen financiándose mal y pagando rentabilidades muy altas.

También encontramos oportunidades en compañías no cotizadas en renta variable pero que sí tienen bonos. Al igual que ocurre con el rating, hay fondos que no pueden invertir ahí, no hay research y el análisis es complejo. Nosotros hacemos nuestro propio análisis y es precisamente donde aportamos valor.

Al final, encontramos bonos que pagan rentabilidades altas y decentes sin incurrir en riesgos superiores.

¿Se sienten más cómodos con renta fija corporativa que con deuda de Estados?

Sí. La duración del fondo es de aproximadamente tres años. No queremos tomar decisiones basadas en la macroeconomía ni en lo que vayan a hacer los bancos centrales.

Nuestro foco está en el riesgo de crédito: que la compañía pueda pagar el bono de forma holgada. Para ello, nos centramos en deuda corporativa y en una duración relativamente corta, de manera que los movimientos de tipos de interés no tengan un impacto relevante.

Para batir a la inflación, ¿hay que apostar por high yield?

No nos gusta enfocarlo así. Nosotros no tenemos de forma predeterminada un porcentaje por rating ni por sector. Lo que buscamos son situaciones de infravaloración en bonos que paguen rentabilidades altas con poco endeudamiento.

Es cierto que muchas de las oportunidades que encontramos están en compañías pequeñas o medianas, penalizadas por su tamaño o por no tener rating, pero eso es una consecuencia del proceso, no un objetivo previo.

¿Qué perspectivas tienen para la renta fija tanto en EE. UU. como en Europa en este momento?

No somos gurús de mercado, somos analistas. Vamos situación a situación, compañía a compañía, tratando de maximizar la relación rentabilidad-riesgo.

En renta variable vemos zonas exigentes, especialmente en Estados Unidos, con múltiplos históricamente altos. En renta fija ocurre algo similar en algunos segmentos de high yield, donde hay muchos inversores buscando rentabilidad en compañías muy endeudadas.

Nosotros no estamos ahí. Al igual que en renta variable, estamos fuera de las compañías de moda. Invertimos en compañías que conocemos bien, que nos gustan y que, además, nos ofrecen una rentabilidad muy atractiva en términos absolutos.

¿Cómo puede un fondo como Horos Patrimonio ayudar a proteger el poder adquisitivo frente a la inflación?

El fondo tiene una rentabilidad objetivo de entre el 4,5 % y el 5 %, con una duración corta y un horizonte mínimo recomendado de tres años.

Para horizontes de cinco años o más, siempre decimos que la renta variable es el mejor activo. Pero para este tramo temporal, Horos Patrimonio ofrece una alternativa clara: un producto de renta fija, con un análisis exhaustivo de compañías, baja volatilidad y capacidad para batir holgadamente la inflación.

¿Qué hueco viene a cubrir Horos Patrimonio frente a fondos monetarios, depósitos o fondos de renta fija tradicionales?

Las alternativas actuales difícilmente baten la inflación. Las letras del Tesoro rondan el 2 %, los bonos del Estado a cinco años están en torno al 2,5 %, los depósitos ofrecen algo menos y muchos fondos tradicionales de renta fija no consiguen históricamente batir la inflación.

Horos Patrimonio cubre ese hueco ofreciendo una rentabilidad prevista casi el doble que estas alternativas, con un riesgo relativamente bajo y un proceso de inversión muy riguroso.

Y finalmente, para conocer mejor su política de inversión y presentar este fondo, van a realizar un webinario. ¿Cómo podemos apuntarnos?

Se podrá hacer a través de la página de Estrategias de Inversión, mediante los enlaces que se pondrán a disposición en los próximos días, así como en la web de Horos Asset Management y en sus redes sociales.

En el webinario explicaremos de forma detallada y técnica cómo es el proceso de selección de bonos y dónde vemos las oportunidades en este momento.