¿Cómo describiría el entorno macroeconómico actual y cuáles considera que serán los principales impulsores de los mercados en los próximos 12 meses?
Considero que nos encontramos en un escenario tipo “ricitos de oro”: la inflación está bajando y seguimos viendo un buen crecimiento económico. Además, las inversiones en inteligencia artificial están impulsando el mercado en este momento. Por eso seguimos siendo positivos; puede haber alguna corrección, pero creo que los mercados seguirán subiendo. Somos bastante optimistas.
Las acciones europeas han cotizado históricamente con descuento frente a los mercados estadounidenses. ¿Cree que esa brecha podría reducirse y qué podría desencadenar una revalorización de los activos europeos?
Sí, de hecho nos gusta Europa en este momento, porque el descuento frente a EE.UU. está en niveles históricamente altos. Vemos algunos posibles desencadenantes: quizás el más importante sea el paquete fiscal que se está implementando ahora, especialmente en Alemania. Además, sabemos que los países de la OTAN, quizá con la excepción de España, aumentarán el presupuesto militar hasta un 5% del PIB, lo que también sería un estímulo para la economía. Esperamos, además, que el crecimiento de beneficios en Europa el próximo año sea bastante bueno en comparación con este año. También podría contribuir a la revalorización de las acciones europeas la paz en Ucrania; no muchos lo creen posible, pero si se alcanzara un acuerdo con Rusia, sería muy positivo para las acciones europeas.
DNB cuenta con una sólida experiencia en sectores como energía, tecnología y finanzas. ¿Qué sectores ofrecen actualmente la relación riesgo-rentabilidad más atractiva en esta fase del ciclo?
Nos gusta la tecnología y, estructuralmente, solemos mantener posiciones largas en este sector. Pero en este momento creemos que es importante ser selectivos, ya que algunas áreas están altamente valoradas. Aun así, seguimos creyendo que estamos en un superciclo de inversión en inteligencia artificial y pensamos que la tendencia de los centros de datos aún tiene recorrido. También nos interesan las empresas de energía que abastecen el aumento de los centros de datos, incluyendo grandes compañías de servicios públicos y aquellas que hacen funcionar toda la red necesaria para suministrar electricidad a los centros de datos, por mencionar algunas.
Recientemente han lanzado un fondo de defensa y nuclear. ¿Cuál es la explicación a esta apuesta y qué perspectivas ven en estos sectores?
En cuanto a nuclear, lo relacionamos con el interés que hemos visto en los centros de datos. En Europa, hemos pasado de una ligera caída en el consumo eléctrico a un aumento, por lo que necesitamos más electricidad. La energía nuclear la vemos como una solución para proporcionar energía limpia a los centros de datos, y observamos la misma tendencia en Estados Unidos, que planea cuadruplicar su capacidad nuclear para 2050. Creemos que esto impulsará cada vez más el interés en este sector.
En cuanto a defensa europea, como sabemos, los miembros de la OTAN van a aumentar significativamente su gasto en este sector, hasta un 5% del PIB durante la próxima década. Recientemente lanzamos un fondo de inversión en empresas europeas de defensa, gestionado activamente, y ha despertado mucho interés. Consideramos que se trata de una inversión con perspectiva de varios años.
DNB AM ha sido pionera en la integración de criterios ESG. ¿Cómo ha evolucionado su enfoque hacia la sostenibilidad y qué diferencia a la filosofía de inversión nórdica de la de otras gestoras europeas?
Comenzamos a invertir con criterios ESG a finales de los años 80, y en 1989 lanzamos nuestro primer fondo de energías renovables. Para nosotros, lo más importante en ESG es actuar como propietarios activos, en lugar de limitarse a excluir empresas. Aunque tenemos algunas exclusiones, preferimos participar en las compañías y expresar nuestras opiniones siendo accionistas activos. Esto nos diferencia de muchas gestoras que simplemente excluyen activos. Además, elaboramos varios documentos de expectativas en los que detallamos nuestra visión sobre áreas relacionadas con ESG, con el objetivo de orientar a las empresas y trabajar con sus equipos de gestión para que sigan la dirección correcta.
De cara a 2026, ¿qué tendencias estructurales —como la transición energética, la inteligencia artificial o los cambios demográficos— están moldeando su visión de inversión a largo plazo?
Todas estas tendencias son, sin duda, muy relevantes. La transición energética forma parte fundamental de varios de nuestros fondos. En cuanto a los factores demográficos, la población mundial sigue creciendo —alrededor de mil millones de personas cada 15 años—, pero al mismo tiempo está envejeciendo. Además, en noviembre lanzaremos un nuevo fondo de deporte y entretenimiento. Observamos que, a medida que más personas salen de la pobreza y disponen de mayor poder adquisitivo, destinan una parte creciente de su gasto al ocio y al deporte. Creemos que será un fondo bastante único en el mundo, ya que invertirá exclusivamente en esas áreas.